Miles de propietarios afectados por fallos y averías relacionados con los depósitos de AdBlue han llevado incluso a la Comisión Europea a estimar demandas y compensaciones por parte de fabricantes. Sin embargo, hay una práctica que se está realizando ya para evitar los problemas… eso sí, ilegalmente.
Es un problema que, lejos de minimizarse, va a más. La solución del aditivo AdBlue, empleado para reducir las emisiones de óxidos de nitrógeno de los coches diésel para poder cumplir más fácilmente la normativa Euro 6 desde el año 2018, ha terminado convirtiéndose en un verdadero problema para miles de propietarios de vehículos en toda Europa. Operando mediante la inyección de una solución que contiene urea en el sistema de escape, donde se facilita una reacción química que transforma los NOx en nitrógeno y vapor de agua, ambos compuestos considerablemente menos perjudiciales, no pasará a la historia como uno de los grandes inventos del automóvil.
Los problemas y averías que están generando los depósitos de AdBlue
A pesar de sus incuestionables beneficios ambientales, la realidad es que, no solo ha aumentado los costes de mantenimiento al deber recargar su depósito periódicamente, sino que ha causado también numerosos problemas técnicos relacionados con fallos en los inyectores o bombas, que pueden ser muy costosos de reparar. El caso más sonado públicamente ha sido el de los frecuentes problemas que han tenido coches de Stellantis. Pero, ¿por qué?
Preparados estos vehículos normalmente para avisar al conductor unos 2.000 km antes de que el aditivo se agote (teniendo en cuenta que su rango de utilización habitual oscila entre los 10.000 y 15.000 km), esta función ha fallado en la práctica reiteradamente, ya que “en numerosas ocasiones, en el ordenador de a bordo se ha mostrado repetidamente un testigo que avisa erróneamente al conductor de que es necesario reparar el coche para poder seguir utilizándolo”, según ha denunciado la OCU. Los propietarios, por tanto, se veían así obligados a cambiar el sistema de AdBlue, asumiendo un coste de hasta entre 1.000 y 2.000 euros cuando en realidad se trata de un defecto de fábrica.
El problema ha llegado a tal magnitud, que recientemente la Comisión Europea emitido un fallo a favor de las numerosas demandas de asociaciones de propietarios y consumidores, obligando a Stellantis a ampliar hasta los 8 años la garantía de la sustitución de los depósitos de AdBlue defectuosos en aquellos vehículos diésel de las marcas Peugeot, Citroën, DS y Opel que fueron fabricados entre enero de 2014 y agosto de 2020. Esta sentencia además se ha hecho extensible a todos los países miembros de la UE. Aquí te contamos toda la información sobre las compensaciones.
Se extiende por Europa la anulación de los sistemas de AdBlue
Aun así, tal y como te venimos contando desde hace años, no son pocos los propietarios que, hartos de los costes y problemas relacionados con los depósitos de AdBlue, han ido decidiendo con el tiempo no esperar a sentencias que les protejan, optando por un camino de en medio total y absolutamente ilegal, todo sea dicho: la anulación directamente de los sistemas de AdBlue. Esta polémica realidad se ha vuelto además viral en las últimas horas por las confesiones de mecánicos en redes sociales que aseguran realizar estas operaciones a sus clientes.

Esta realidad ha llevado ya incluso a reconocer el problema en Suecia, donde el presidente de la Asociación de Supervisión Industrial ha declarado que está resultando difícil detectar este tipo de manipulaciones en el país con los equipos actuales, sospechando que hay centenares de casos. Y es que, como puede leerse además también en foros, el fraude está más que extendido por toda Europa, ya que hay muchos propietarios que lo han tenido que contemplar como única solución para evitar una costosa reparación de la que los fabricantes no se hacían cargo una vez concluidos los períodos de garantía.
Desactivar el sistema de AdBlue es ilegal y te pueden sancionar
Desde aquí, sin embargo, te queremos alertar de lo que supone esta operación ilegal. Modificar el sistema AdBlue para desactivarlo implica alterar el software del vehículo, lo que está prohibido bajo las regulaciones de emisiones vigentes y puede ser hoy ya detectado durante las ITV o los controles de carretera, ya que en las estaciones comienzan a inspeccionarse las OBD de muchos vehículos.
Las sanciones debes saber que, no solo pueden ser particularmente elevadas, sino que incluso contar en tu vehículo con un sistema de AdBlue anulado probablemente te impedirá superar favorablemente la ITV, exponiéndote incluso a dobles sanciones. ¡Mucho ojo!
Escrito por Jordi Moral
Fuente: https://www.autopista.es/
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