Las contraseñas son la forma más sencilla y, posiblemente, eficaz de proteger la ciberseguridad de cualquier dispositivo. Por eso, los vehículos cada vez emplean más este método de protección.
A poco que lleves una vida medianamente ‘activa’, es probable que tengas que tirar de memoria en tu día a día para ir abriendo accesos que te vas encontrando en tu camino. Puede ser el que te permite desbloquear la pantalla del móvil, el que utilizas para desconectar la alarma de tu coche, el que tecleas para sacar dinero en el cajero, el que introduces cuando quieres consultar tu correo o el que empleas si quieres ver el saldo en tu banca online.
Asimismo, es probable que te lo pida tu ordenador para iniciar sesión, tal vez para acceder a la plataforma de televisión en streaming o, incluso, esa página web en la que tienes publicado un anuncio, en esa otra donde haces la compra online o en aquella en la que envías tus documentos y quieres protegerlos con una clave.
Está claro que las contraseñas son ya algo de lo más habitual en nuestros días; incluso en los vehículos, ya es fácil encontrar que ciertas funciones, dispositivos o servicios requieren que eches un poco de memoria y teclees una serie de números, cifras o caracteres para poder disfrutar de ellos. ¿Cuándo empezó esa tendencia de ‘proteger con clave’ los dispositivos del coche?
Por no retroceder mucho en el tiempo, seguro que los más veteranos recordarán que a mediados de los años 90 había vehículos de Peuegeot y Citroën que incorporaban un pequeño teclado numérico en el que, como si de un cajero automático se tratase, había que introducir un código de cuatro cifras para poder poner en marcha el motor. Un sistema de inmovilización que ya suponía una barrera para todo aquel amigo de lo ajeno que intentara llevarse el coche y una buena idea… pero también un pequeño engorro, porque había que hacer el esfuerzo de acordarse de la clave e introducirla.
Con un propósito también ‘antirrobo’, muchos equipos de sonido también contaba con la protección de un código que era necesario introducir para que el sistema funcionase. Lo normal era que, al conectarlo, en el pequeño display de la radio apareciese la palabra ‘CODE’, y a continuación introdujeses un código de cuatro cifras a modo de PIN.
Modo portero o modo valet
Es habitual encontrarlo en los modelos de Toyota, Lexus y Ford. La idea sería equiparable al método de protección por bloqueo de la pantalla de teléfonos móviles o tablet. Es decir, que para acceder al sistema multimedia, tienes que introducir, a través del teclado táctil que te aparece en pantalla, un código de cuatro cifras que, previamente, el usuario ha introducido en el propio sistema.
Una buena idea para que, por ejemplo, si le dejas el vehículo a alguien no puedan entrar en funciones como el navegador para controlar tus últimos destino, las fuentes de sonido o para impedir que pueda vincular algún tipo de dispositivo por Bluetooth.
Crear una wifi a la que se conecten los pasajeros
Muchos modelos ya disponen de la posibilidad de crear un hot-spot a bordo para que el habitáculo del vehículo se convierta en una zona Wi-Fi a la que conectar dispositivos que lleven los pasajeros a bordo para disfrutar de Internet y que el viaje les resulte más ameno.
Es algo que ya se puede encontrar en modelos del segmento medio -un Audi A3, un Ford Focus– o de alta gama -un Audi A8-; todos ellos suelen ser ciberseguros en el sentido de que emplea un protocolo WPA-2, como si se tratase el módem que tienes en casa para conectarse a Internet. Pero es que, además, también existe una clave alfanumérica que deben introducir los pasajeros que quieren conectarse a la red; entre los ajustes del sistema, siempre encontrarás uno que permite cambiar la clave e, incluso, el nombre de la propia red Wi-Fi.
Vinculación de Bluetooth
Posiblemente, uno de los sistemas de conexión inalámbrica más populares y que llevan más tiempo empleándose en los vehículos. Mediante este protocolo, el usuario puede vincular su teléfono móvil con el dispositivo de sonido o multimedia del coche con el fin principal de contar con telefonía manos libres a bordo, es decir, con la única forma legal que existe de hacer o recibir una llamada mientras se conduce. Asimismo, gracias a la conectividad por Bluetooth, también es posible reproducir contenido multimedia que haya en tu smartphone a través de los altavoces del coche, ya sean canciones que tienes guardadas, el audio de los vídeos que se ven en YouTube o hasta las indicaciones de Google Maps.
En el proceso de vinculación, el vehículo normalmente te pedirá que compares un código o contraseña que se muestren tanto en la pantalla del sistema multimedia como en la del teléfono. En ocasiones, es posible introducir ese código de manera manual; también se puede cambiar el nombre de la red inalámbrica, lo cual es aconsejable en muchas ocasiones, porque el nombre por defecto permite identificar fácilmente al vehículo.
Crear un perfil de usuario -para acceder a los servicios de una marca-
Disponer de muchos servicios conectados en un modelo actual exige como paso previo que el usuario se registre en un portal de Internet que le suele pedir datos personales y crear un perfil para luego poder utilizar determinadas funciones, recibir alertas… Para hacerlo, necesitarás introducir una dirección de correo electrónico y una contraseña para emplear cada vez que tengas que acceder a tu perfil.
Un patrón de seguridad
No es lo más habitual… pero ya lo hemos visto en el Renault Megane Electric y en otros vehículos de la marca francesa. Este modelo, con un novedoso sistema multimedia denominado Open R-Link y que básicamente funciona como un teléfono móvil con sistema operativo Android.
Pues bien, entre sus funciones de ciberseguridad se encuentran varias formas de bloqueo del sistema; una de ellas es introduciendo un PIN de cuatro cifras, otra introduciendo una contraseña más elaborada y, por último, también permite emplear un patrón gestual, que consiste en realizar un ‘dibujo’ con el dedo sobre la pantalla.
Para tener la app en tu móvil
En estos momentos en los muchos vehículos ya vienen con su propia tarjeta SIM integrada, se puede entender fácilmente que un modelo pueda ‘comunicarse’ con su propietario a través de una app desarrollada por el propio fabricante del vehículo y que puede instalar de forma gratuita en su móvil. De esta manera, contará con una serie de servicios -normalmente gratuitos durante un tiempo, pasando a ser de pago una que vez que transcurran uno, tres o cinco años, según la marca- como control de funciones a distancia, posibilidad de realizar acciones remotas como abrir o cerrar las puertas e, incluso, poner en marcha el motor…
Pues bien, para acceder a todas esas funcionalidades, hay apps que te piden hasta dos contraseñas; la primera, cuando pulsas sobre el icono de la app en tu móvil para iniciarla, momento en el que tendrás que introducir un nombre de usuario o mail, acompañado de una clave. Por otro lado, también hay apps que para poder activar las funciones más ‘sensibles’, como la puesta en marcha del motor a distancia, también te pedirá un código PIN a modo de confirmación. Algo que sucede en la app de BMW o Lexus, entre otras.
Fuente: HackerCar
Conoce en canal de Youtube de gestión de flotas
Suscríbete a la Newsletter de gestión de flotas
Curso ONLINE para la gestión de flotas de vehículos
Advanced Fleet Management Consulting, Webfleet Solutions, Optimatics, Mobileye, GantaBI, Unigis, Eccocar, y Alcoa Wheels organizan el “Curso para la Gestión de flotas de vehículos” con el fin de formar a los profesionales en gestión de flotas a tomar una visión global y conocer todas las actividades y factores clave involucrados en la gestión de una flota de vehículos.
El curso es único y presenta un enfoque innovador con los objetivos de reducir costes y optimizar la gestión de la flota.
info@advancedfleetmanagementconsulting.com
Rellena el siguiente formulario para recibir la información del curso y te puedas inscribir.