En las ITV, la prueba del foso sirve para comprobar el estado de los bajos del vehículo. ¿Sufre en exceso la suspensión o la dirección?
Si has ido alguna vez a pasar la ITV (Inspección Técnica de Vehículos) con tu coche, es probable que, cuando han metido tu coche en la prueba del foso y hayas empezado a notar cómo se mueve el coche como si se estuviese retorciendo de dolor, hayas pensado que eso no puede ser bueno.
Desde el foso se realiza una inspección visual que permite comprobar fugas de aceite o de refrigerante, o el estado de los fuelles de transmisión, de los brazos de suspensión, de los anclajes de los tornillos, presencia de corrosión en algunas zonas de los bajos, fijaciones de algunos elementos que se pueda desprender, como el cubrecárter o los escudos térmicos de la zona del escape…
Entonces, ¿por qué deben retorcer el coche para ver qué ocurre? ¿No basta con verlo a simple vista? Pues no. Ese tipo de esfuerzos permite comprobar el estado de las rótulas, además de comprobar posibles holguras en aspectos como las fijaciones de los elementos de suspensión o de dirección o en cualquier otro elemento que forme parte de los ejes.
La vida real es aún más dura
Y, aunque parece que esta prueba es muy aparatosa, lo cierto es que esos esfuerzos son menores que los puede experimentar el coche cuando, por ejemplo, circulamos a 120 km/h por autopista y pisamos un bache en pleno apoyo en una curva.
Otra cosa es que, por el sonido de las ruedas sobre las planchas o los movimientos del coche en parado, tengamos la sensación de que el coche se trata de una prueba mucho más exigente de lo que podríamos preveer.
Es más. Si la prueba del foso llegase a provocar algún tipo de rotura en alguna de las rótulas, habremos estado de enhorabuena, pues es más que probable que esa misma rotura se hubiese producido en cualquier momento mientras conducíamos. Y eso, sin duda, podría acabar en un grave accidente sin duda alguna.
Por tanto, no tengas ningún miedo a la prueba del foso, pues tu coche no se verá sometido a ningún esfuerzo exagerado ni a nada que no le pueda ocurrir circulando con normalidad por carretera, ni mucho menos. En cambio, para lo que sí servirá es para descubrir posibles problemas que, de no solucionarlos, podrían terminar por ocasionar un grave accidente.
Fuente: Aurofacil
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