Hoy hemos tenido el clásico día de la semana en el que tenemos que devolver varios coches de pruebas y recoger otros tantos. A eso de las 10 de la mañana, he recogido un Kia Xceed PHEV. Este Kia tiene una mecánica híbrida enchufable de 141 CV con una batería de 8,9 kWh que, en teoría, le permite recorrer 48 kilómetros en modo 100% eléctrico.

El coche estaba San Sebastián de los Reyes, dentro de la provincia de Madrid. De ahí, tenía que ir al lado de Plaza Castilla, ya en Madrid capital, recoger a uno de mis compañeros e irnos hasta Las Rozas (otro municipio madrileño del extrarradio) para recoger otro coche de pruebas. Es decir, un poquito de ciudad con algo de carretera a no más de 100 km/h al principio y un trozo de autopista a 120 km/h después. En total, unos 30-35 kilómetros.

El coche estaba con la batería cargada al 100% y el depósito de gasolina lleno. Podía hacer todo el recorrido teóricamente sólo con electricidad. Era una buena opción, a priori. Pero, después, debía volver a Madrid y dependía de cargadores públicos. Además, para recargar la batería en mi casa ya por la noche, que es mucho más rentable que utilizar cargadores públicos de pago, iba a tener que recorrer unos 120 kilómetros más.

Hoy hemos tenido el clásico día de la semana en el que tenemos que devolver varios coches de pruebas y recoger otros tantos. A eso de las 10 de la mañana, he recogido un Kia Xceed PHEV. Este Kia tiene una mecánica híbrida enchufable de 141 CV con una batería de 8,9 kWh que, en teoría, le permite recorrer 48 kilómetros en modo 100% eléctrico.

El coche estaba San Sebastián de los Reyes, dentro de la provincia de Madrid. De ahí, tenía que ir al lado de Plaza Castilla, ya en Madrid capital, recoger a uno de mis compañeros e irnos hasta Las Rozas (otro municipio madrileño del extrarradio) para recoger otro coche de pruebas. Es decir, un poquito de ciudad con algo de carretera a no más de 100 km/h al principio y un trozo de autopista a 120 km/h después. En total, unos 30-35 kilómetros.

El coche estaba con la batería cargada al 100% y el depósito de gasolina lleno. Podía hacer todo el recorrido teóricamente sólo con electricidad. Era una buena opción, a priori. Pero, después, debía volver a Madrid y dependía de cargadores públicos. Además, para recargar la batería en mi casa ya por la noche, que es mucho más rentable que utilizar cargadores públicos de pago, iba a tener que recorrer unos 120 kilómetros más.

Ejemplo práctico

¿Cuál creéis que es la opción adecuada, teniendo en cuenta que este tipo de coches normalmente te permiten seleccionar entre el modo 100% eléctrico, uno híbrido y otro que emplea más el motor térmico para ahorrar o recargar batería? Os cuento por la que he optado, que no por ello debe ser la más adecuada.

Al arrancar el coche en San Sebastián de los Reyes, el coche por defecto me permitía ir en modo eléctrico todo el rato. Es decir, que aún tendría que recorrer algo más de 100 kilómetros cuando se agotase la batería. Si eso sucedía, esos 100 kilómetros de después los haría empleando el motor de gasolina y ‘arrastrando’ los kilos de más que pesa la batería. Es, por decirlo de alguna manera, cuando el coche va a ser menos eficiente.

Lo que he hecho fue jugar con los modos de conducción. Los dos primeros kilómetros desde el concesionario a la carretera he ido en modo eléctrico, conectando el modo híbrido en el primer trayecto de carretera. He entrado a Madrid de nuevo en modo eléctrico y, de camino a Las Rozas, he vuelto al modo híbrido, el mismo que he utilizado para volver a Madrid.

Allí tenía una reunión con posterior comida en un restaurante relativamente cercano y, después, tenía que ir a la redacción, también en Madrid, así que el modo eléctrico ha sido de nuevo el seleccionado.

Finalmente, para recorrer los casi 50 kilómetros que hay por carretera hasta mi casa, he vuelto a utilizar el modo híbrido. Haciendo las cosas así, he llegado a casa con una autonomía eléctrica de 8 kilómetros y un consumo medio de 4,2 L/100 km. No digo que sea récord, ni tampoco un dato como para asegurar que ese es el consumo siempre del coche. Ha sido el consumo de ese coche en los recorridos de hoy y conducidos a ritmo normal. Sin más.

A la Comisión Europea no le cuadran los consumos

Pues bien, esto que probablemente sea algo similar a lo que debería hacer cualquier dueño de un híbrido enchufable para obtener un buen rendimiento, parece que no es lo habitual. Según el informe de la Comisión Europea, los datos de consumo medio que han obtenido están 3,5 veces por encima del valor que debería.

Esto indica, según la Comisión Europea, que los clientes no cargan sus coches de modo habitual y que, además, no utilizan mucho el modo eléctrico. Me da la sensación de que, en realidad, quizá no sea del todo así.

Estoy de acuerdo en que muchos conductores de híbridos enchufables no cargan sus coches de manera habitual, en unos casos por simple comodidad y, en otros, por tiempo, pues muchos PHEV’s no tiene cargadores rápidos integrados y se pierde mucho tiempo (esto ya empieza a subsanarse en los modelos más modernos). ¿Para qué quieren entonces un híbrido enchufable? Pues, en muchos casos, por una pegatina de color azul en la que pone “0 emisiones” que va en la esquina inferior derecha de la luna delantera y que supone importantes ventajas de aparcamiento y acceso en zonas como el centro de Madrid.

Pero, sin embargo, no estoy de acuerdo en que no se use el modo eléctrico. Creo que se usa, pero no de la forma más eficiente. El hecho de que la mayoría de los coches híbridos enchufables opten, siempre y por defecto, por iniciar la marcha en modo eléctrico cuando hay batería, provoca que los usuarios no reparen en ese detalle y en muchas ocasiones salgan a carretera en modo eléctrico.

Esto no es malo. Pero sí es cierto que la parte eléctrica es más eficiente en ciudad, de manera que en carretera nos vamos a “fundir” la batería enseguida cuando, si optásemos por el modo térmico o híbrido, gastaríamos relativamente poco carburante comparado con el consumo en ciudad y, al mismo tiempo, estaríamos salvando la batería para utilizarla en ciudad, que es donde le podemos sacar más partido.

Por tanto, si tienes un híbrido enchufable o estás pensando en adquirir uno, recuerda las dos claves: primero, recargar cuando sea posible; segundo, y por si no vamos a tener batería para todo el recorrido que tengamos previsto hacer, reserva el modo 100% eléctrico para moverte por ciudad.