En menos de tres años, todos los coches eléctricos e híbridos enchufables tendrán que incluir el pasaporte de batería o Battery Pass. Su principal objetivo es facilitar la vida a los consumidores en el uso y mantenimiento de la batería de su coche, pero también a fabricantes y talleres mecánicos.
Otro de sus propósitos es detallar si son sostenibles, tanto en su composición como en su proceso de fabricación, o si cumplen con los estándares europeos de comercialización. También facilitar su reciclaje responsable y segunda vida, y fomentar la economía circular.
El Battery Pass, el DNI de cada batería del coche
El pasaporte de batería se define e incluye en el nuevo Reglamento europeo de baterías, que entró en vigor en agosto de 2023. Pero no será obligatorio hasta el 18 febrero de 2027, para dar tiempo a elaborar los estándares y la base de datos, así como a los fabricantes para adaptarse a la normativa.
Nacido en Alemania y coordinado por Systemiq, una firma de economía circular, entre los socios principales del consorcio ‘Battery Pass’ encontramos a BMW y Audi, así como la compañía de reciclaje Umicore o la química BASF entre otros. Entre los asociados y de apoyo encontramos a varios fabricantes y asociaciones de baterías, entre ellos CATL, y más fabricantes de automóviles como Mercedes-Benz. También empresas de reciclaje.
A efectos, el Battery Pass se materializará en un código QR que irá vinculado a cada batería: al escanearlo se podrá acceder a toda la información relativa al dispositivo. Será como una suerte de DNI: cada batería tendrá un pasaporte asociado que, una vez agotada su vida y reciclada, se eliminará.
¿Para qué sirve y qué datos debe incluir?
El Battery Pass deberá contener información detallada de la propia batería, así como sus materiales, procesos de fabricación, vida útil o datos relativos a la carga. En definitiva ayudar a los consumidores en el uso de esta batería, pero también a los fabricantes de los coches que las equipan.
Muchos de estos datos serán de acceso público, es decir, al que tendrán acceso los compradores de un coche eléctrico o PHEV. Para desarrolladores y fabricantes o talleres, la información será ampliada y de acceso exclusivo para facilitar su instalación, reparación o reciclaje. Los de acceso público serán los siguientes:
- Composición de la batería: materiales utilizados en el dispositivo, incluyendo su composición química así como el uso de sustancias peligrosas presentes (mercurio, cadmio o plomo etc.). El Reglamento estipula una cantidad máxima de sustancias nocivas en las baterías homologadas en Europa. También el porcentaje de materiales reciclados usados.
- Huella de carbono de la fabricación de la batería: permitirá saber la sostenibilidad del ha sido el proceso de producción. Se indicará en g/CO₂.
- Capacidad de la batería: la asignada (en amperios hora), además de tensión mínima, nominal y máxima con rangos de temperatura. También la original, en en vatios y límites, igualmente con rangos de temperatura si procede.
- Vida útil de la batería: expresada en ciclos y detallando la prueba utilizada.
- Límite de capacidad del agotamiento de la batería: sólo para eléctricos puros.
- Rango de temperatura que puede soportar la batería cuando no se encuentra en uso, incluyendo asimismo la prueba de referencia.
- Carga de la batería: ritmo de carga de la prueba del ciclo de vida correspondiente. También la eficiencia energética de ida y vuelta inicial y al 50 % del ciclo de vida.
- Periodo de garantía comercial según su vida útil, requisitos de mercado y declaración de conformidad de la UE.
Por su parte, la información exclusiva para fabricantes y otros profesionales incluirá por ejemplo diagramas detallados del dispositivo, instrucciones de desensamblado incluyendo las herramientas necesarias, advertencia de daños, cantidad de celdas utilizadas, etc. Esta información irá enfocada a su reparación y reciclaje.
Sólo para coches enchufables
El pasaporte de batería será obligatorio en todas las baterías de coche de más de 2 kWh de capacidad. Por tanto, serán las que equipen coches eléctricos así como híbridos enchufables.
Esto tiene sentido, ya que las baterías de los modelos híbridos no enchufables no se tienen que cargar. Tampoco las asociadas a los sistemas mild-hybrid, aún más pequeñas.
Pese a que no será obligatorio hasta febrero de 2027, algunos coches empezarán a equiparlo. El primero en hacerlo será el Volvo EX90, un SUV eléctrico cuyo estreno se espera para finales de este año. Volvo además quiere incluir información sobre el estado de la batería en tiempo real, lo que servirá para saber su estado y capacidad real por ejemplo al comprar un coche de segunda mano.
¿Para ver el QR tendré que acceder a la batería?
Si bien todas las baterías en sí llevarán el QR del Battery Pass, este también se incluirá en una pegatina en el coche que se pueda consultar rápidamente como ocurre con las presiones de las neumáticos.
Así, podremos encontrarlo en la puerta delantera, o bien la tapa del enchufe de carga o el capó. Y es que la batería suele ir integrada en el suelo plano del coche, por lo que para el propietario se hace complicado acceder a ella.
Fuente: Motorpasión
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