Tesla vuelve a ser investigada por la agencia federal NHTSA (National Highway Traffic Safety Administration) tras comprobar que al menos 20 Tesla con el Autopilot activado se han visto implicados en accidentes después de que Tesla actualizara de forma remota las medidas de seguridad del Autopilot para evitar nuevos accidentes.
En diciembre del año pasado, Tesla llamó a revisión de forma voluntaria cerca de dos millones de coches en Estados Unidos para adelantarse a una posible petición de actuación por parte de la NHTSA que descubrió un patrón en los accidentes de Tesla con Autopilot. La falta de atención del conductor, combinado con las deficiencias de la tecnología de Tesla, llevaron a cientos de heridos y docenas de muertos.
Con esa llamada a revisión se pretendía solucionar los problemas relacionados con la falta de atención del conductor y los sistemas de advertencia de Tesla, que según la NHTSA, son la puerta abierta a accidentes. Pero la NHTSA no está convencida. Tras esta nueva serie de accidentes, la NHTSA sospecha que esas mejoras no han sido las adecuadas.
El diseño del Tesla Autopilot de Tesla “ha dado lugar a un mal uso previsible y a accidentes evitables”
La NHTSA identificó al menos 20 accidentes en vehículos Tesla equipados con la versión actualizada de Autopilot. En nueve de ellos, los Tesla chocaron contra otros vehículos o personas que se encontraban en su camino: accidentes “frontales”, en la jerga de la agencia.
Estos accidentes parecen indicar que el sistema de visión basado en cámaras de Tesla no detecta correctamente algunos objetos situados delante del coche cuando el sistema Autopilot está activado. Tesla es la única marca cuyo sistema de asistencia no cuenta con radares o sensores para respaldar la cámara.
La agencia federal le ha pedido a Tesla los datos registrados por esos coches con el fin de poder comparar cómo actúa el Autopilot antes y después de la actualización de software del pasado mes de diciembre. Entre esos datos, quiere conocer el número de advertencias o recordatorios que recibe el conductor para que mantenga las manos en el volante.
Para la NHTSA una gran parte del problema reside en el hecho de que el sistema Autopilot es demasiado permisivo con la falta de atención del conductor. De hecho, considera que el diseño del Autopilot de Tesla “ha dado lugar a un mal uso previsible y a accidentes evitables”, según el informe de la NHTSA. El sistema no “garantizaba suficientemente la atención del conductor y el uso apropiado”.
La NHTSA pide también explicaciones sobre la política de desactivar durante una semana el Autopilot si Tesla detecta un uso indebido, sobre las advertencias del monitoreo del conductor, así como en qué el hecho de activar el Autopilot con un sólo toque de palanca en lugar de dos mejora la seguridad del Autopilot.
La agencia federal de seguridad en carretera busca también determinar lo que llama “el uso por parte de Tesla de la ciencia del factor humano en su diseño”, incluido el número de empleados que ha dedicado al Autopilot. Es decir, si Tesla ha realmente dedicado el tiempo y los recursos para el diseño y la implementación del Autopilot o ha tomado atajos en su diseño.
Además, la NHTSA quiere saber cómo Tesla utiliza la cámara que graba el habitáculo y cómo recopila los datos telemétricos de los accidentes ocurridos el Autopilot activado o con el Autopilot FSD (“Capacidad de conducción autónoma total” ) activado. Se sospecha que podría haber más accidentes relaciones con el mal uso del Autopilot de lo que inicialmente pudo determinar la agencia federal.
La agencia recuerda que la falta de respuesta a sus peticiones por parte de Tesla podría incurrir en multas de hasta 135 millones de dólares. La compañía de Elon Musk tiene hasta el 1 de julio de 2024 para responder.
Las investigaciones de la NHTSA contradicen la insistencia de Musk en que Tesla es ahora una empresa de inteligencia artificial que está a punto de lanzar un robotaxi a finales de este año y que, supuestamente, marcará el comienzo de una nueva era para Tesla, convertida en una empresa de robotaxis, “una mezcla entre Airbnb y Uber“.
Fuente: Motorpasión
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