La vida media de un embrague es muy difícil de calcular, pues depende de si circulamos mucho por carretera o más por ciudad, pero también depende mucho de nuestra conducción.
De hecho, hay coches que se van al desguace con el mismo embrague que traía el coche montado de fábrica, aunque no es lo habitual.
Antes de nada, hay que explicar qué es el embrague y cómo funciona. De forma muy resumida, en un coche el embrague es el mecanismo que se encarga de acoplar y desacoplar el giro proveniente del motor a la caja de cambios. Si no hubiese un embrague, las ruedas siempre estarían girando, y para detenernos tendríamos que parar el motor.
De esta manera, es posible desacoplar ese giro del motor según necesitemos, ya sea para iniciar la marcha, para detenernos o para cambiar de velocidad.
Cada vez que pisamos el embrague, accionamos normalmente un cable o un sistema hidráulico que actúa sobre una palanca (denominada horquilla) que, a su vez, está conectada a un cojinete, conocido también como collarín.
Ese collarín, a su vez, se encarga de presionar un muelle de diafragma que va unido por el otro lado al disco del embrague. Cuando pisamos el pedal, todo el mecanismo hace que el disco se separe del volante motor, que es un gran disco de acero que gira solidario con el cigüeñal del motor, y la transmisión de giro del motor al cambio queda suspendida.
A medida que vamos soltando el pedal del embrague, vamos permitiendo que el disco se vuelva a acoplar. Pero, como el motor está girando a no menos de 750-800 rpm, necesitamos que el disco sea capaz de acoplarse permitiendo cierto deslizamiento, y eso precisamente es lo que provoca su lógico desgaste.
Por ese mismo motivo, y aunque hay diferentes motivos que pueden acortar su vida, hay cuatro vicios que son especialmente negativos para la duración del embrague.
1 Mantener el embrague pisado mientras estamos detenidos
Este vicio es muy habitual. Consiste en mantener el pedal del embrague pisado cuando, por ejemplo, estamos parados en un semáforo. Aunque no nos demos cuenta, es posible que no lo pisemos a fondo. Y aunque lo tengamos pisado a fondo, siempre se puede producir un mínimo de roce que termina por desgastar inútilmente el disco y, también el propio collarín.
La solución es bien sencilla: cuando te pares, deja el coche en punto muerto y suelta por completo el embrague.
2 Llevar el pie izquierdo apoyado constantemente sobre el embrague
Otro vicio muy habitual. Aunque creamos que no, llevar el pie sobre el pedal hará que, sin darnos cuenta, ante cualquier bache o simplemente por el peso de nuestra pierna acabemos desacoplando levemente el embrague, dejando que el disco peda patinar ligeramente. Eso aumenta de forma muy notable su desgaste, pues además en ese momento el motor va girando a muchas más revoluciones que a ralentí.
La solución, tan fácil como la del punto anterior: pisa el embrague sólo cuando vayas a actuar sobre el cambio. Para todo lo demás, hay un precioso reposapiés a la izquierda del pedal que además te permitirá conducir más relajado.
3 Sujetar el coche con el embrague
Seguro que has visto en alguna ocasión a un conductor detenido en cuesta, por ejemplo es un semáforo, y sujetando el coche a medio embrague, sin pisar el freno de mano. Un artista del volante… que está destrozando el disco, pues ese esfuerzo es uno de los más dañinos.
¿Solución? Punto muerto, pie fuera del pedal… y a sujetar el coche con el pedal de freno, que para eso está, entre otras cosas.
4 Acelerar en exceso cuando maniobramos
Es un vicio menos habitual, pero mucho más dañino que los dos primeros y a la altura del anterior. Consiste en mantener el motor demasiado revolucionado mientras jugamos con el medio embrague al aparcar, por ejemplo.
Ten en cuenta que tener el motor muy revolucionado mientras hacemos patinar el disco con el medio embrague es lo que más va a acelerar el desgaste del disco. De hecho, en casos extremos, incluso no sería la primera vez que alguien funde el embrague por este motivo. ¿Cómo evitarlo? Tratando de mantener el medio embrague el menor tiempo posible y a las revoluciones más bajas que podamos sin que se nos cale el motor.
Fuente: Aurofacil
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