Categoría: Artículos

El tiempo pasa deprisa, y uno se da cuenta de repente de que el SEAT Ibiza no data de anteayer ¡sino de 1984!. SEAT ha tenido dos modelos fundamentales. El primero fue el ‘600’, un coche emblemático en la historia de España, siendo el ‘Ibiza’ el segundo de ellos, ya que la empresa española se jugaba con él su supervivencia como marca.

Recordemos que cuando en 1980 FIAT decidió separarse de SEAT, la situación de ésta pasó a ser crítica tras varios años de pérdidas; con una situación muy delicada en España, y con una progresiva apertura de fronteras en lo referente a las importaciones de vehículos, y si a todo esto se le suma que tras la ruptura con FIAT, SEAT no iba a tener nuevos modelos, nos daremos cuenta de que el futuro de la marca española no era nada halagüeño.

Juan Miguel Antoñanzas, el entonces presidente de SEAT, analizó la situación. Era evidente que había que reducir personal, cosa que se logró con incentivos ya que muchos de sus empleados pensaban que SEAT podría desaparecer y lo mejor era aprovechar la oferta de la empresa, pero además había que cambiar la política seguida hasta entonces en que SEAT producía en España y para España, y las unidades vendidas fuera, que ya eran muchas, se exportaban con la marca FIAT a través de su red, por lo que era preciso crear una red comercial europea propia, algo nada fácil dado que en el mundo del motor casi todos daban a SEAT como acabada.

Otro paso era suprimir la fabricación de varios de sus modelos, aprovechando los que aún tenían éxito como el Panda, el 127, y el Ritmo, rediseñándolos estéticamente para evitar su confusión con los equivalentes de FIAT, dando así nacimiento a los Marbella, Fura, y Ronda y, más importante aún, crear modelos propios, algo nada fácil dado que SEAT había construido siempre bajo licencia, pero ¿cómo hacer coches propios cuando no se tiene experiencia en ello?

Lo primero fue fijar con claridad el nicho de mercado en el que SEAT debía posicionarse, optando por un modelo de gama media-baja partiendo de la plataforma del Ritmo. El siguiente paso fue recurrir a firmas muy solventes, dirigiéndose a Porsche para la mecánica, a Karmann, especialista en embutición y montaje de carrocerías, y a Giugiaro para la estética.

Todo esto ocurría bajo la atenta mirada de VW que deseaba establecerse en España, y aunque cabía la posibilidad de quedarse con las fábricas de SEAT para producir aquí con la marca VW, decidieron esperar el resultado de la apuesta de futuro de SEAT con el ya conocido entre bastidores como SEAT Ibiza, nombre sin duda muy bien escogido, y cuando en el salón de Ginebra de 1984, en el stand de SEAT no había ningún coche sino un motor denominado SIGMA, diseñado por Porsche y con la inscripción System Porsche en la tapa de la culata, el mundo del automóvil -al menos en Europa- vio que la voluntad de SEAT de continuar como tal, era clara y creíble, y en abril de ese año se vieron rodar los primeros Ibiza preserie, poniéndose a la venta en septiembre de 1984.

A partir de esa fecha las espadas estaban en alto, esperándose la aceptación del modelo por el mercado, y pronto comenzó a verse que SEAT había acertado con el ‘Ibiza’, cuya estética y amplitud gustaron mucho, vendiéndose muy bien en Europa.

La cooperación entre SEAT y VW siguió adelante. En noviembre de ese mismo año de 1984 los VW Santana y Passat pasaron a fabricarse por SEAT. En febrero de 1985 ambas sociedades anunciaron que el acuerdo entre ellas estaba prácticamente concluido, y en marzo el VW Polo de tres volúmenes pasó a hacerse en Landaben, ya que no debemos olvidar que el Euro no existía aún, y los productos españoles, con costos en pesetas y no en marcos, resultaban muy competitivos, por lo que un coche popular como el Polo producido en Alemania dejaba muy poco beneficio, mientras que fabricado en pesetas, España era claramente más rentable.

Finalmente, tal y como se había anunciado, en mayo se firmó el acuerdo entre SEAT y VW Audi, acuerdo que, corregidos algunos flecos, fue definitivo desde enero de 1986.

En total se fabricaron 1.281.648 ‘Ibiza’ de la primera serie, a los que habría que añadir los SEAT Málaga, modelo derivado directamente el Ibiza, lo que permite afirmar que, gracias al ‘Ibiza’, SEAT continuó como marca, y como tal sigue cuatro décadas después.

(Artículo de Pablo Gimeno, Comisión Técnica de Historia del Automóvil y de la Automoción de ASEPA)

Fuente: http://www.asepa.es/

Antonio Mozas
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)

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