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Es oficial: los SUV van a tener que pagar mucho más que el resto para aparcar en las calles de París. Concretamente el tripe. Ayer domingo votaron los parisinos y ha ganado el sí.

Es la primera capital europea que impone restricciones a estos coches, pero seguramente no será la última: la fiebre por estos automóviles se traduce en coches más grandes y pesados. Y eso no gusta en Europa, con las ciudades encaminadas a dar más espacio al peatón.

Y es que en realidad la medida parisina exige que los coches más pesados sean los que paguen más, aunque va dirigida a los SUV en palabras del propio Ayuntamiento. Al final son los que suelen superar el peso recogido en este cambio, que recibe luz verde tras la votación. La nueva tarifa más cara supera los 220 euros.

Entre 12 y 225 euros por aparcar el SUV en la calle

El 54,55 % de los parisinos que ha votado en el referendum de ayer 4 de febrero ha apoyado la medida. No han sido muchos: el consistorio señala una participación del 5,7 % de los que podían votar, empadronados en París y residentes extranjeros inscritos en la lista complementaria de las elecciones municipales. 78.121 ciudadanos de un total de 1.374.532.

Sea como fuere, el resultado ha remado a favor del Ayuntamiento en su guerra declarada a los SUV por el espacio público que ocupan. Las emisiones contaminantes poco tienen que ver: afecta a térmicos, híbridos, y eléctricos. Aunque dado que deja fuera a residentes y trabajadores, se entrevé que lo que busca es favorecer que los parisinos puedan aparcar cerca de su casa.

Estas nuevas tarifas para SUV y todoterrenos no se aplicará inmediatamente: entrarán en vigor el 1 de septiembre. Así lo ha confirmado la alcaldesa de París, Anne Hidalgo según recoge Le Parisien.

225 euros por aparcar seis horas en la calle. El nuevo precio afecta a los coches gasolina, diésel, híbridos y PHEV de 1,6 toneladas o más. En el caso de los eléctricos puros, por el peso de la baterías, se da algo más de margen: será más caro aparcar para los que pesan de 2 toneladas en adelante.

Si bien el sistema de tarificación parisino por estacionar en la calle se mantiene (va por horas y por zonas, con dos grandes diferenciadas según lo céntrico que sea el distrito) lo que cambia es el precio para los más pesados. Así normalmente los SUV pagarán por una hora 18 euros o 12 euros en vez de los 6 euros y 4 euros actuales. Y por seis horas, supondrá dejarse entre 150 euros y 225 euros.

De estos nuevos precios se libran los residentes de cada uno de los distritos incluidos en las dos grandes zonas. También los que tengan su centro de trabajo u oficina en la misma. Se suman a las excepciones los trabajadores de servicio (taxistas, VTC, electricistas, fontaneros, albañiles etc.) y personas de movilidad reducida.

La medida ha tenido sus voces a favor y en contra. Los ecologistas estaban en la línea del consistorio y han repartido no poca propaganda en los últimos días bajo el lema “La calle es nuestra”. Pero asociaciones como “40millionsdautomobilistes” ven las nuevas tarifas como la última cruzada contra los coches por parte del Ayuntamiento: su presidente ya ha sido entrevistado por varios medios y asegura que harán todo lo posible por echar atrás el decreto.

¿Restricciones para los SUV también en España? París no es la primera ciudad francesa en obligar a modelos SUV y todoterrenos a pagar más: en Lyon su nueva tarifa se estrenará a principios de este 2024. Aunque en su caso afecta a coches algo más pesados: por ejemplo los eléctricos deben superar las 2,2 toneladas.

En las ciudades españolas, para aparcar en las zonas de estacionamiento regulado, normalmente se bonifica o penaliza en función de lo contaminante que es el coche. O más correctamente, según su etiqueta medioambiental: por ejemplo hay en ciudades como Madrid en la que los CERO no pagan nada y los sin etiqueta pagan un recargo. De momento el peso no penaliza.

Pero lo cierto es que el peso de los coches ha aumentado mucho en los últimos 30 años: en 2021 el peso medio de un coche en Europa era de 1.488 kg, mientras que hace 20 años rondaba los 1.200 kg. En 1990 era de 1.020 kg.

En esto tiene mucho que ver la fiebre SUV: a día de hoy la mayoría de coches que se venden en Europa son de este segmento. En España, el 57 % de los coches que se venden ya son todocamino. Pero además también ha hecho más pesados a los coches la electrificación o la carga tecnológica: en Europa no son pocos los sistemas seguridad activa y pasiva que ya son obligatorios.

Más allá del espacio que ocupan, el mayor peso de los coches también se ha puesto en tela de juicio por seguridad. Y si hablamos de grandes SUV y todocamino, por el mayor peligro que suponen en caso de atropellar a un peatón o ciclista. Así, no sería extraño que medidas similares comenzaran a implantarse en más ciudades europeas.

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Fuente: Motorpasión

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