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Los ingresos medios anuales de los propietarios de un coche eléctrico en España alcanzan 52.000 euros, mientras que los que descartan comprar un eléctrico cobran 31.000 euros (expansión.com).

La expansión definitiva de la movilidad eléctrica se enfrenta a diferentes barreras como un mayor despliegue de la infraestructura de recarga o el aumento de la autonomía de los vehículos, aunque el todavía elevado precio de los automóviles representa uno de los principales frenos a esta nueva tecnología ‘cero emisiones’. En la actualidad, son las personas que tienen un mayor poder adquisitivo las que están accediendo al coche eléctrico, en detrimento de las que tienen unos salarios menores, que siguen apostando por los automóviles de combustión, en muchos casos de segunda mano.

Los propietarios de vehículos eléctricos en España tienen unos ingresos anuales medios de 52.000 euros, lo que supone más que duplicar el salario bruto anual español, que en 2022 fue de algo más de 25.300 euros, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), lo que pone de manifiesto que esta tecnología está llegando sobre todo a un perfil de cliente con poder adquisitivo alto.

Este factor, al que hay que añadir otros como el todavía insuficiente desarrollo de la infraestructura eléctrica, es uno de los motivos que está frenando el desarrollo de la movilidad eléctrica en el territorio español, aunque esta situación se repite también en otras regiones. Así, los ingresos anuales medios de los propietarios de coches eléctricos en todo el mundo se sitúan en 91.000 euros, un 75% más que en España, según datos recogidos en el informe eReadiness 2023, elaborado por PwC y presentado en el marco del pasado Global Mobility Call de Madrid.

El documento refleja las diferencias que existen entre los actuales propietarios, los potenciales compradores y los escépticos del coche eléctrico en todo el mundo, apuntando a que el comprador medio de este tipo de producto es joven, con una media de 43 años -que baja a los 41 años en el caso de España-, principalmente hombre (51%) que vive en ciudades (94%) y que tiene aparcamiento privado (68%). En España, el 73% de los compradores de automóviles eléctricos es un hombre, el 96% vive en un entorno urbano y el 73% tiene aparcamiento propio.

El perfil urbanita de los early adopters de los coches eléctricos es evidente, ya que lo usan 4,1 días a la semana para ir a trabajar en España (4,4 global), con una media de 50 kilómetros diarios, lo que supone más que duplicar la cifra general, que es de 23 kilómetros al día. Así, los actuales dueños de coches eléctricos en España cargan un 78% del tiempo en su casa y el resto en otros puntos y casi la mitad (46%) lo hace dos veces por semana y el 35% a diario o casi a diario. Solo el 15% de los españoles opta por una carga semanal, en comparación con el 14% de la muestra total.

El informe de PwC pone de manifiesto, a su vez, que existe un alto grado de satisfacción entre los dueños españoles de los vehículos eléctricos (86%). Sin embargo, los factores que afectan negativamente a la satisfacción no están relacionados con el propio vehículo, sino con la experiencia alrededor de la movilidad eléctrica, como largos tiempos necesarios para la carga, la falta de infraestructura pública y, en tercer lugar, la autonomía limitada de los actuales modelos eléctricos. Pese a la alta satisfacción generalizada, en Norteamérica casi la mitad de los usuarios actuales de coche eléctrico volvería a uno de combustión (49%), frente al 33% de Asia-Pacífico o el 24% de Europa, Oriente Medio y África.

Ganas de eléctrico

Por otro lado, el documento indica que un 71% de los conductores españoles encuestados tiene intención de comprar un coche eléctrico en los próximos cinco años, lo que supone una cifra muy superior a la media general que se sitúa en el 62%.

En España, los potenciales compradores de vehículos eléctricos registran unos ingresos anuales medios de 44.000 euros, todavía muy por encima del salario medio nacional, aunque 30.000 euros por debajo de la media mundial (74.000 euros) y la edad de estos futuros consumidores en España es superior a la de los propietarios, al situarse en 45 años, frente a los 42 de media global.

Respecto a las personas que no tienen previsto comprar un coche eléctrico en los siguientes cinco años -los denominados como escépticos-, los ingresos anuales son más bajos que los de los propietarios y los potenciales compradores, con 31.000 euros al año en España y 49.000 euros de media en el conjunto de regiones. También sube la edad media, hasta 48 años en España y 49 en total.

Otro dato significativo del informe de PwC es que solo el 58% de los escépticos españoles tiene parking privado, como un factor clave en estos momentos para disponer de un coche eléctrico, frente al 73% de los usuarios actuales y el 67% de los interesados en comprar uno de estos coches.

España está a la cola de Europa en adopción del vehículo eléctrico pese a tener un esquema de ayudas superior a muchos otros países. Esto se debe, según Manuel Díaz, socio responsable de Automoción de PwC, a que en España las ayudas no están siendo eficaces, “ya que se cobran entre un año y un año y medio después del momento de la compra”.

“Es fundamental que el consumidor cobre el importe de la ayuda pública en el momento en que adquiere el vehículo y no un año y medio después si se quiere incentivar realmente la movilidad eléctrica en España”, asegura Díaz en una entrevista con EXPANSIÓN, con motivo de la presentación del informe ‘eReadiness 2023’.

Díaz pone como ejemplo las medidas que están poniendo en marcha en Portugal, donde se ha apostado por unas subvenciones a la compra que se descuentan directamente del precio del vehículo lo que, en su opinión, ayuda más a impulsar el mercado eléctrico que lo que está sucediendo en España. Así, resaltó que Portugal tiene el doble de penetración de vehículo eléctrico que España gracias a este tipo de acciones.

Además, el socio de Automoción de PwC incide en la necesidad de que España aumente el número de puntos de recarga de coches eléctricos, pero sobre todo que se creen instalaciones de carga rápida, que son las que permiten igualar la experiencia de pertenencia con un modelo de combustión.

Díaz apunta que la situación de España en electrificación, salvo excepciones, es similar a la de muchos países del entorno como Italia, aunque sí que pone en valor que Hong Kong, Noruega o China son los países que mejor preparados están para acoger la transformación hacia el coche eléctrico.

Fuente: http://www.asepa.es/

Antonio Mozas
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)

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