Visitamos la mayor estación hidrogenera de Europa, ubicada en Porte de St Cloud, París. Tiene seis surtidores y puede suministrar hasta 1 tonelada de hidrógeno verde al día.
Normalmente, cuando planificas un viaje a París es para ver de cerca la torre Eiffel, recorrer los Campos Elíseos o deleitarte con las impresionantes obras de arte del Museo del Louvre. En mi caso, sin embargo, la última visita a París fue para conocer la mayor estación de repostaje de hidrógeno de Europa.
El hidrógeno es motivo de cierta controversia. La eficiencia total ‘del pozo a la rueda’ (desde que se obtiene hasta que se transforma en movimiento en el vehículo) es entre dos y tres veces inferior en comparación con un vehículo eléctrico de batería. Dicho de otra manera, con la tecnología de pila de combustible se necesita entre dos y tres veces más energía para recorrer una misma distancia en comparación con un vehículo eléctrico de batería.
Sin embargo, la eficiencia energética del hidrógeno usado en una pila de combustible puede asemejarse a la de un vehículo diésel y el tiempo de repostaje también es similar, pero con la ventaja de no tener emisiones contaminantes locales. Un vehículo con pila de combustible solo emite vapor de agua. Dependiendo del proceso de obtención del hidrógeno, las emisiones de CO2 pueden variar mucho: puede ser totalmente limpio (hidrógeno verde) o muy contaminante (hidrógeno gris, obtenido a partir de hidrocarburos como el metano).
Su aplicación en turismos no parece muy atractiva debido a la poca eficiencia energética que hemos comentado y al gran espacio que necesitan los tanques de hidrógeno, que se lo ‘roban’ al habitáculo. En vehículos más grandes, como furgonetas, camiones o autobuses, e incluso trenes, sí es una alternativa interesante y en países como Alemania, Francia o Países Bajos están realmente convencidos de ello.
La mayor estación de repostaje de hidrógeno de Europa
HysetCo es una compañía relativamente joven dedicada al desarrollo de infraestructuras de repostaje de hidrógeno. Entre sus socios se encuentran Toyota, Hyvia (una empresa conjunta del Grupo Renault y Plug Power) y Total Energies, entre otras grandes compañías. En nuestro caso, fue Hyvia quien nos invitó a conocer en exclusiva la mayor hidrogenera (o hidrolinera) de toda Europa.
La estación, operada por HysetCo, está ubicada en la avenida Dode de la Brunerie, en el Distrito XVI de la capital francesa. A escasos cinco minutos en coche del templo mundial del tenis sobre arcilla, el Estadio de Roland Garros.
Es una de las 34 estaciones de hidrógeno abiertas al público que hay en Francia y una de las cuatro que HysetCo tiene actualmente en la ciudad de París. Sin embargo, los planes de Francia son ambiciosos en este sentido: hay 225 estaciones en proyecto para el año 2025 y el objetivo es llegar a 1.000 en el año 2030.
Suministra hasta 1 tonelada de hidrógeno al día a turismos, furgonetas y autobuses
La estación tiene cinco surtidores de hidrógeno de 700 bares de presión y un surtidor de 350 bares, seis en total, y puede suministrar una tonelada de hidrógeno al día, más que ninguna otra estación de este tipo en el continente. Otro aspecto interesante de esta estación es que tiene su propio electrolizador anexo (de 2,5 MW de potencia), de manera que el hidrógeno que se suministra se produce in situ. No sólo eso: el electrolizador de esta estación suministra hidrógeno a otras tres estaciones más en París.
¿Cómo es el proceso de repostar hidrógeno?
La estación está preparada para que puedan repostar coches, furgonetas y camiones o autobuses. En nuestro caso, fuimos con una Renault Master H2-Tech, la furgoneta de hidrógeno desarrollada por Renault y Hyvia.
El proceso es prácticamente igual de sencillo que repostar combustible, con alguna pequeña diferencia. Lo primero que hicimos fue activar el surtidor con una tarjeta sin contacto. Desenchufamos la manguera, la introducimos en la boca de carga de la furgoneta y pulsamos el botón ‘Start’ que hay junto a la pantalla del surtidor. Como curiosidad, os diré que el boquerel estaba muy frío.
El sistema hace una comprobación de estanqueidad, para asegurarse de que no hay fugas y el boquerel está bien conectado, y cuando termina suena una especie de ‘clack’. Acto seguido empieza suministrar el hidrógeno.
¿Cuánto se tarda en repostar?
Teóricamente, cada manguera puede suministrar un máximo de 60 gramos de hidrógeno por segundo. Esto significa que, en teoría, llenar los tanques de la Master H2-Tech (6,4 kilos) necesita poco más de minuto y medio.
En la práctica tarda un poquito más. Nosotros no hicimos un repostaje completo, sino un cuarto de tanque aproximadamente. Repostamos concretamente 1,66 kilos y tardamos alrededor de un minuto. A ese ritmo, llenar los cuatro tanques de la Master de hidrógeno requiere unos cuatro minutos, un tiempo bastante cercano al llenado completo de una furgoneta diésel.
¿Cuánto cuesta?
Es la pregunta del millón y os haré un ‘spoiler’: es muy caro. En la estación que visitamos, el hidrógeno costaba 18 euros/kilo. Según nos dijeron desde la compañía, incluye algunos subsidios (no especificaron más), por lo que su precio real de mercado es todavía mayor.
El repostaje de 1,66 kilos que hicimos costó 29,88 euros (por suerte, no pagó un servidor). Llenar la Master H2-Tech a este precio cuesta 115 euros. La autonomía de los tanques es de 300 kilómetros, así que hacer 100 kilómetros sale a unos 38 euros. Es unas quince veces más caro que moverse con una furgoneta eléctrica de batería que recargue en la base (carga lenta), suponiendo un consumo medio de 32 kWh/100 km en uso real y un coste de 0,08 €/kWh.
¿Y un coche? Si ponemos el ejemplo del Toyota Mirai, que tiene un consumo real alrededor de 1,2 kilos de hidrógeno cada 100 kilómetros, moverse en coche de hidrógeno cuesta 21,6 euros cada cien kilómetros. Por cierto, durante nuestra visita había un par de Mirais repostando. En España son rara avis, pero en París hay un buen número de taxis de hidrógeno.
¿Cuál es el futuro?
Está claro que, con este precio, las ventajas medioambientales no compensan el gran coste de utilización de una furgoneta de hidrógeno. Es por eso que la Master H2-Tech no se comercializa con una venta directa como tal, sino que la están utilizando principalmente grandes compañías con objetivos ambiciosos de descarbonización. Al mismo tiempo, su utilización sirve para tomar información y adquirir experiencia de todo el ecosistema del hidrógeno.
Le preguntamos a los responsables de Hyvia sobre el futuro del hidrógeno a medio plazo y, en concreto, su precio al público. Las ambiciones de la compañía son muy claras: apuestan por todo un ecosistema del hidrógeno, ya están preparando la segunda generación de la Master H2-Tech (saldrá en 2025) y creen que el precio del hidrógeno caerá significativamente en los próximos años.
Según nos comentaron, prevén que caiga por debajo de los 10 euros/kilo para 2025 o 2026, y calculan que podría reducirse a la mitad (unos 5 euros/kilo) para principios de la próxima década. Unos precios que, de conseguirse, sí dejan al hidrógeno en una posición realmente interesante, especialmente para vehículos ‘cero emisiones’ de gran tamaño.
Para saber más pincha en el siguiente enlace:
Así es la mayor estación de repostaje de hidrógeno de Europa: el H2 es carísimo, pero pinta interesante
Escrito por: Diego Gutiérrez
Fuente: https://www.hibridosyelectricos.com
Conoce en canal de Youtube de gestión de flotas
Suscríbete a la Newsletter de gestión de flotas
Curso ONLINE para la gestión de flotas de vehículos
Advanced Fleet Management Consulting, Webfleet Solutions, Optimatics, Mobileye, GantaBI, Unigis, Eccocar, y Alcoa Wheels organizan el “Curso para la Gestión de flotas de vehículos” con el fin de formar a los profesionales en gestión de flotas a tomar una visión global y conocer todas las actividades y factores clave involucrados en la gestión de una flota de vehículos.
El curso es único y presenta un enfoque innovador con los objetivos de reducir costes y optimizar la gestión de la flota.
info@advancedfleetmanagementconsulting.com
Rellena el siguiente formulario para recibir la información del curso y te puedas inscribir.