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Si tienes un híbrido enchufable, lo más probable es que habitualmente utilices la carga de su batería para consumir menos gasolina, de manera que es muy probable que tu consumo de carburante se sitúe entre los 2,5 y los 5 L/100 km cuando no van en modo 100% eléctrico. Ahora bien, si te vas de viaje y no utilizas la batería, ¿cuánto consume en realidad?

Empecemos por lo más básico: ¿qué es un híbrido enchufable? Pues bien, resumiendo al máximo el concepto para no extendernos más de lo necesario, se puede resumir en que un híbrido enchufable es un híbrido que cuenta con una batería de mayor capacidad (en torno a 10-12 kWh o un poco más) que le permite recorrer unos 40-50 kilómetros reales sólo con electricidad.

Esa es la principal diferencia con un híbrido normal. Bueno, esa y que su batería es mucho más grande y pesada, algo que aumenta su peso y reduce su espacio interior. Por tanto, un híbrido enchufable tiene grandes similitudes con un híbrido convencional, pero con una gran ventaja y algunos inconvenientes.

La gran ventaja, obviamente, es que puedes ahorrar más de un 70% en carburante mientras tengas carga en la batería para jugar combinándola con el motor de gasolina. Entre los inconvenientes, además del peso y el tamaño ya citados, están el precio y, también, que el consumo de carburante es mayor que un híbrido cuando no hay carga en la batería.

Pues bien, ahora que gran parte del país está de vacaciones, es muy probable que muchos conductores que disfrutan durante el año de las ventajas de su híbrido enchufable, tengan que enfrentarse a un mayor consumo de gasolina al emplear su coche en largos viajes. ¿Es un problema? En absoluto. De hecho, se supone que un híbrido enchufable tiene todo el sentido en estos casos, en los que todo el año puedes aprovechar la parte eléctrica y que, de forma puntual, tendrás que realizar largos viajes ‘tirando’ sólo del motor de gasolina.

Ahora bien, ¿cuánto gasta un híbrido enchufable si no se emplea la carga de la batería eléctrica? Obviamente, depende mucho del tipo de motor de gasolina que tenga el coche y del tamaño del vehículo. Porque, una vez que la parte eléctrica no está disponible, estamos ante un coche térmico convencional, de manera que esos aspectos son definitivos.

Durante las pruebas que habitualmente realizamos en Autofácil, hemos podido comprobar muchas veces estos datos y, aunque eso podría dar para un extenso reportaje, en esta ocasión hemos decidido resumirlo y simplificarlo porque, en realidad, si se trata de coches similares, se mueven en unos baremos parecidos. Por eso, vamos a ofreceros los datos de algunos modelos representativos cuando viajan por autopista o autovía sin carga de batería.

Por ejemplo, un SUV urbano como es el Renault Captur E-TECH PHEV de 160 CV se mueve en torno a los 6,0-6,5 L/100 km, mientras que un compacto como el Peugeot 308 Hybrid 225 sube ese consumo un poco para situarse en medias de unos 6,5-7,0 L/100 km, dos datos que están muy bien.

Ligeramente por encima de esas mismas cifras, en torno a los 7-7,5 L/100 km, se mueve un Ford Kuga PHEV de 224 CV, que es un SUV compacto, pero también un Seat Tarraco PHEV de 245 CV, que es un SUV más grande pero que se beneficia de un motor 1.4 TSI francamente bueno en términos de eficiencia.

¿Y coches como un Porsche Cayenne E-Hybrid de 470 CV? En estos casos, y dado que el nivel de potencia y el peso son notablemente superiores al de los modelos comentados anteriormente, la cifra sube de forma considerable, así que lo normal es moverse en medias de unos 10-10,5 L/100 km.

Escrito por: Miguel Tineo

Fuente:: Autofácil

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