Categoría: Artículos

En 2022 el 64% de los accidentes con víctimas en España se produjeron en zona urbana, registrando su máximo histórico. Además, el 53% de los fallecidos fueron, también por segunda vez (la primera, en 2019), usuarios vulnerables (motociclistas, ciclistas, usuarios de vehículos de movilidad personal y peatones).

Estos datos, facilitados por la Dirección General de Tráfico, apuntan una tendencia que puede no tardar en confirmarse: mientras que la accidentalidad en carretera tiende a estabilizarse, en entornos urbanos y periurbanos los siniestros viales empiezan a crecer de manera preocupante.

Desde la Asociación Española de la Carretera (AEC), junto a Aesleme, Fesvial, Fundación Mapfre e INTRAS de la Univer-sidad de Valencia, se hace un llamamiento a los partidos políticos que concurren a las Elecciones Generales del 23 de julio a que tomen cartas en un asunto que, más pronto que tarde, empezará a pasar una costosa factura social y económica.

Según leemos en el documento elaborado por estas instituciones, efectivamente en los últimos años la mejora de la seguridad vial en España parece haber tocado ‘suelo técnico’ o, en otras palabras, parece haberse producido un estancamiento en la reducción de fallecidos y víctimas con lesiones graves en la última década. De hecho, en el año 2022 parece haberse recuperado el nivel de siniestralidad del año 2019. Y esto es totalmente inaceptable y exige la toma de medidas contundentes y más efectivas ante el agotamiento de las medidas tradicionales o que más éxito han demostrado (por ejemplo, el permiso por puntos, que si bien ha sido y sigue siendo muy relevante y por ello debe seguir manteniéndose y mejorándose en la medida de lo posible, se trata de una medida que ‘apenas da más de sí’).

Además, en los últimos años se ha trasladado un gran número de lesiones graves y mortales al ámbito urbano y a los usuarios vulnerables (peatones mayores, motociclistas, etc.). Ello exige redirigir el foco hacia dichos ámbitos de trabajo (ciudades y usuarios vulnerables).

Un gran problema a de salud pública

Los siniestros de tráfico suponen un gran problema de salud pública y, como afirma la Organización Mundial de la Salud (OMS), son una pandemia evitable. Desde 1960 hasta el año 2021, han fallecido en las carreteras españolas 299.126 personas y han resultado heridas graves 1.527.262 personas, según datos de la Dirección General de Tráfico, (DGT).

Los últimos datos de siniestros consolidados de la DGT de 2021 y los provisionales de 2022 invitan a la preocupación y reflexión:

89.862 siniestros viales: 31.780 en vías interurbanas y 58.082 en vías urbanas en 2021.
En España fallecieron 1.533 personas y 7.784 resultaron heridas graves y necesitaron ingreso en un centro hospitalario (2021).
Lo anterior supone en nuestro país más de 4 personas fallecidas cada día y 32 personas fallecidas por millón de habitantes (2021).
En 2022 (datos a 24 horas y solo en carreteras) se ha producido un cambio de tendencia, con un repunte respecto a 2021, si bien este es menor si lo comparamos con 2019 (año de referencia para los organismos oficiales, por ser el anterior a la pandemia y por tanto a las restricciones a la movilidad).

Los colectivos vulnerables (usuarios de motocicletas, bicicletas, vehículos de movilidad personal y peatones, concretamente menores y mayores) ha ido aumentando, considerablemente, de forma paralela al desarrollo de los nuevos modelos de movilidad que tratan de convertirlas en más sostenibles y limpias, según nos indican las políticas de la Agenda de Desarrollo Sostenible (ODS) y la estrategia española de seguridad vial y de cambio climático, así como la ley de movilidad sostenible.

Los datos mencionados no son simplemente números o cifras, son personas, familias… Dramas humanos. Por tanto, el objetivo de todos debe ser alcanzar “CERO VÍCTIMAS”, tanto de heridos como de fallecidos y, como fechas concretas para lograr este objetivo, proponemos, en el caso de las víctimas mortales, el año 2050 en carretera y el año 2030 en ciudad.

En cuanto a los heridos graves, queremos remarcar que muchos de ellos sufren lesiones permanentes, que cambian para siempre su vida y la de su familia, con el coste emocional, humano y económico que esto supone.

La información completa está disponible en este enlace,

Fuente: http://www.asepa.es/

Antonio Mozas
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)

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