En los últimos años se ha popularizado importar y utilizar los denominados Kei cars japoneses en Estados Unidos. Hay cientos de granjeros que encuentran especialmente útiles los micro camiones, pero también hay muchas empresas que apuestan por estos vehículos.
En un país plagado de coches XXL, llama la atención que estos modelos llamen la atención de tanta gente, pero hay lagunas legales que permiten importarlos y salen mucho más baratos que un Ford F-150, por lo que cada vez tienen más éxito.
El polo opuesto a las enormes pick up americanas
Pensar en el parque de automóviles de Estados Unidos o Canadá es pensar en coches gigantes. En el país de las barras y las estrellas siempre han apostado por “burro grande, ande o no ande” y sus coches nunca han tenido nada que ver con los que se venden en Europa o Asia.
También ayuda que los combustibles siempre hayan sido más baratos que aquí y que todo esté acondicionado para el tamaño de sus coches: ciudades, aparcamientos públicos, garajes, etc. Por eso, el utilitario de la mayoría de norteamericanos es un pick up gigante con motor V8 de camión.
Simplemente no necesitan un pequeño compacto para nada y como la cultura americana está tan arraigada los coches desproporcionados siguen triunfando un año tras otro. Solo hay que ver el éxito de la Ford F-150 (también de su versión eléctrica) una pick up bastante más grande que nuestra Ford Ranger que lleva 40 años consecutivos siendo el coche más vendido en Estados Unidos.
Pero hay quien se está dando cuenta de que hay más allá de los descomunales coches americanos. El medio The Economist ha publicado recientemente un artículo en el que recoge la historia de un granjero de Carolina del Norte que ha descubierto los micro coches japoneses y está encantado.
La última vez que necesitaba cambiar de coche para moverse por sus tierras, Jake Morgan se fijó en los UTV (Utility Task Vehicle), un tipo de vehículo al que también se le conoce como ‘Side By Side’ o hasta buggy. Básicamente, estos modelos tienen dos aplicaciones: el ocio y el trabajo.
Sus pequeñas dimensiones y excepcionales capacidades todoterreno hacen que se comporten muy bien en el campo y hay quien los usa para divertirse, incluso para competir, y quien los utiliza para trabajar en terrenos complicados donde no cabe un tractor o un todoterreno.
Jake Morgan estaba decidido a comprar uno de la marca John Deere, pero viendo pruebas del modelo que quería en YouTube se enteró de que costaba alrededor de 30.000 dólares y el precio se convirtió en un inconveniente. Otro de los comentarios hablaba de una alternativa en la que este granjero ni siquiera había pensado: los micro camiones japoneses.
Fue entonces cuando Morgan descubrió el mundo de los Kei cars. Al contrario que en Estados Unidos, en Japón tienen problemas muy serios de espacio, por eso el gobierno siempre ha favorecido a los coches pequeños a nivel fiscal, de ahí que allí sean tan populares los denominados Kei car.
Los hay en todos los formatos, incluidos monovolúmenes, furgonetas y camiones con tracción total, pero siempre con una longitud máxima de 3,4 metros, un ancho máximo de 1,48 metros, una altura máxima de 2,0 metros y motores de hasta 64 CV que, en caso de ser de combustión, tienen que ajustarse a una cilindrada máxima de 660 centímetros cúbicos. Su velocidad máxima siempre está limitada a 140 km/h.
Los Kei car son, por tanto, el polo opuesto a los coches americanos, pero llamaron tanto la atención de Jake Morgan que decidió importar uno desde japón, concretamente un Honda Acty de 1997, un mini camión con espacio para dos ocupantes en su cabina y caja trasera.
Morgan estaba encantado con su nuevo vehículo de trabajo porque era muy barato, entraba a sitios donde no cabría ningún pick up y, a diferencia de un Side By Side, se podía utilizar legalmente en la vía pública. Enseguida, este granjero vendió su Honda Acty y se compró otro micro camión japonés con aire acondicionado y accionamiento eléctrico para descargar el volquete.
Y es curioso porque no es el único que se ha enamorado de estos coches en Estados Unidos. De un tiempo a esta parte se han puesto de moda, especialmente entre los granjeros, que los encuentran muy útiles para trabajar, pero también los están comprando cientos de empresas y hay YouTubers que están contribuyendo a ponerlos de moda, como MotoChez.
Eso sí, casi todos los Kei cars que se compran en Estados Unidos son viejos, la mayoría tienen volante a la derecha y no cuentan con airbags y otros elementos de seguridad que son obligatorios en los coches nuevos. La explicación es sencilla: no hay requisitos para importar cualquier vehículo con más de 25 años.
El miedo de todos estos estadounidenses amantes de los Kei cars es que se actualice la normativa para cerrar algunas de las lagunas que permiten su importación y uso, especialmente en algunos Estados, sobre todo ahora que Estados Unidos ha puesto en marcha políticas proteccionistas para defender su industria del automóvil.
Escrito por:
Fuente:: Motorpasión
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