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Cuando tenemos un coche de renting y se nos acaba el contrato existen varias opciones de negociación con la compañía con la que lo hemos firmado.

Tener un coche de renting se ha vuelto algo bastante habitual en España; sobre todo, desde que empezó a popularizarse el renting para particulares. Pero ¿en qué consiste el renting y qué pasa cuándo se acaba el contrato?

El renting es una forma de alquiler de un vehículo durante un periodo de tiempo (normalmente, de tres o cuatro años) por el que el usuario abona una cuota mensual fija. El contrato incluye servicio de mantenimiento, seguro (habitualmente a todo riesgo), el pago de impuestos de matriculación y circulación… aunque también conlleva algunos requisitos según lo que se haya contratado como, por ejemplo, el de no superar un número de kilómetros determinados al año.

Una vez acaba el periodo por el que hemos contratado el coche de renting, podemos negociar con la compañía qué queremos hacer en función de nuestras necesidades de movilidad.

Opciones cuando se acaba el coche de renting

Si nuestro contrato de renting se termina, normalmente, las compañías dan una serie de opciones en relación al coche, que se pueden negociar en función de las necesidades que tengamos. Recuerda que, si vas a intentar renovar el contrato o cambiar sus condiciones, es importante que se lo comuniques a la compañía de renting con, al menos, tres meses de antelación. Las opciones que puedes plantear son estas cuatro, que describimos a continuación:

1.- Renovar el contrato de renting del mismo coche

La opción de renovar nuestro contrato con el mismo coche la suelen aceptar las empresas cuando el periodo por el que se ha firmado el renting es corto; en concreto, de entre uno o dos años. En este caso, puedes negociar con la compañía de renting la renovación del contrato bajo unas condiciones similares a las que tenías o variarlas si, por ejemplo, vas a recorrer más kilómetros.

Así mismo, si tu idea es mantener las condiciones del contrato de renting puedes intentar negociar la cuantía de la cuota mensual a la baja puesto que ya no se trata de un vehículo nuevo. Aunque, de igual modo, puede darse el caso de que la cuota mensual te aumente si has recorrido muchos kilómetros y el coche ha sufrido cierto desgaste, lo que se traduce en mayor probabilidad de averías y necesidad de reparaciones y mantenimiento.

2.- Seguir con el renting, pero cambiar de coche

Otra alternativa de la que dispones es la de renovar el contrato de renting con la misma compañía, pero cambiando el vehículo por un modelo nuevo. En este caso también tendrás que negociar con la empresa las condiciones; por ejemplo, si el vehículo que devuelves está en perfecto estado puedes solicitar algún tipo de ventajas por ser un buen cliente.

3.- Comprar el coche de renting

Una tercera opción es quedarte con el coche que has tenido de renting pagando una cuota final. Este punto debe aceptarlo la compañía, con la que tendrás que llegar a un acuerdo de compra. Entre las ventajas de esta alternativa están que si cogiste nuevo el coche cuando contrataste el renting sólo habrás tenido tú el vehículo de forma que conoces perfectamente su estado. Además, respecto a la compra de un vehículo de segunda mano te aseguras de que tu coche de renting ha pasado todas las revisiones y mantenimientos estipulados por el fabricante.

Los inconvenientes de comprar el coche de renting del que has disfrutado son que, al final, habrás pagado más por él que si lo hubieras comprado desde el inicio.

4.- Entregar el coche de renting

La última alternativa es la de entregar el coche de renting una vez se termine el periodo por el que lo hemos contratado. En esta situación es la compañía la que tomará la decisión sobre qué hacer con el vehículo: si ofrecerlo de nuevo como coche de renting o ponerlo a la venta como vehículo de segunda mano. En este apartado tú no tendrás que hacer nada más que devolver el coche; aunque si devuelves el coche en mal estado, la empresa de renting puede cobrarte una penalización por los desperfectos que ocasionaste en el vehículo.

Escrito por: Cristina Muñoz

Fuente:: Autofácil

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