Tiene más de 110 años de vida, pero puede que no llegue a los 150 años. El motor de arranque es uno de los elementos fundamentales que ha acompañado al motor de combustión durante generaciones. ¿Qué papel juega en los vehículos actuales?
¿Qué es el motor de arranque?
El motor de arranque es el componente que, alimentado por la energía de la batería, provoca el giro del cigüeñal para que el motor despierte, procura el inicio del proceso de combustión, consiguiendo que la motorización continúe con su funcionamiento gracias a su propia potencia.
Es decir, es un pequeño motor eléctrico que da al propulsor el debido empujón para poder funcionar en frío, antes y en el lapso en hasta que se produce la ignición en la cámara de combustión.
Historia del motor de arranque
Este modesto gesto, en ocasiones no tan conocido, que tiene el motor de arranque para con el movimiento se entiende a la perfección al recordar su nacimiento.
Y es que, antes de que Charles Franklin Kettering lo introdujera en la industria en 1912, la fuerza para iniciar la marcha del motor provenía directamente de los conductores. No había más remedio que mover la famosa manivela que tanta intriga sumaba a las persecuciones entre cacos y policías de las primera películas en blanco y negro de la historia.
Tres décadas después, en 1949, la activación del motor de arranque se asoció e integró definitivamente con la llave de contacto, dejando atrás otros sistemas, botones o pedales para forzar su activación.
¿De qué componentes consta un motor de arranque?
Los motores de arranque actuales se componen de seis elementos principales: horquilla, solenoide, impulsor, escobillas, rotor y bobina inductora.
Al girar la llave o pulsar el botón, la energía eléctrica de la batería se transmite al solenoide. Este cumple la doble función de cerrar el circuito eléctrico y conectar el piñón gracias a la horquilla. De esta manera, el impulsor se engrana con la rueda dentada del volante motor. Al recibir la energía, las escobillas, la bobina y el rotor culminan la tarea de conversión de la energía eléctrica en mecánica.
Todos estos elementos se encuentran integrados en una carcasa metálica de un volumen relativamente pequeño si tenemos en cuenta la importancia de su misión.
¿Se pueden prever las averías del motor de arranque?
Como ocurre con la gran mayoría de los mantenimientos, la prevención resulta fundamental para evitar sustos innecesarios. En el caso del motor de arranque, poco podemos hacer por nuestra parte más que permanecer sensibles a ciertos síntomas muy característicos.
Y es que, muchos motores de arranque avisan con frecuencia de que algo no va bien con ellos. Se puede notar por el mayor esfuerzo o tiempo experimentado al arrancar el vehículo o por la presencia de chasquidos.
Entre sus componentes, las escobillas suelen padecer un desgaste mayor. Sin embargo, no son los únicos elementos que podrían originar el fallo. Es posible que este se encuentre en las conexiones del circuito eléctrico, el rotor o el desgaste del piñón.
Dicho esto, una vez observamos que el coche no arranca, muchos conductores tienden a pensar que es debido a la descarga de la batería. Distinguir el origen del fallo podría no ser difícil.
En lo que a la batería se refiere, los sistemas eléctricos que dependen de ella pueden verse afectados. Por ejemplo, podríamos notarlo en la intensidad lumínica de los faros. Por su parte, si se trata del motor de arranque, los chasquidos al tratar de arrancar delatarían, en teoría, su tanto de culpa.
¿Cuánto cuesta reemplazar un motor de arranque?
Mientras que solventar el problema con la batería no suele deparar demasiadas complicaciones, en el caso del motor de arranque la cosa cambia. Para empezar, encontrarlo y acceder a él tiende a ser una tarea compleja.
La mejor opción pasa por sustituirlo en el taller por otro. Por fortuna, la avería en el motor de arranque no asusta como otras por un coste desmesurado. Con todo, la sustitución tampoco se presta a demasiadas bromas y puede rondar entre 300 y 600 euros, entre otros motivos, por la mano de obra derivada de los casos en que su ubicación es más enrevesada.
El precio también dependerá de si conviene sustituir un elemento o se ha de adquirir un nuevo motor. Como cualquier otra pieza, no cuenta con un ciclo de vida ilimitado y su desgaste dependerá de la frecuencia en su uso. Una vez superemos la frontera de los 150.000 kilómetros, se trata de una pieza cuya sustitución entra dentro de lo normal.
¿Tienen los coches híbridos eléctricos motor de arranque?
La esencia de la combinación eléctrica y térmica hace que los coches híbridos puedan prescindir del motor de arranque. El motor de eléctrico asume en buena medida la energía necesaria para afrontar la arrancada.
Al mismo tiempo, esta es una de las virtudes mecánicas más genuinas de los modelos híbridos eléctricos en cuanto a eficiencia se refiere. Y es que al priorizar el despliegue de energía eléctrica en el inicio de la marcha se consigue reducir de forma cualitativa el consumo de combustible y emisiones. Esta situación se agudiza durante la circulación en urbano con paradas y reinicios recurrentes.
La activación del motor de combustión depende de cada modelo y de su gestión electrónica. Por lo general, hará aparición cuando la demanda de energía que reclamemos. En los coches de Toyota, los sensores instalados toman el pulso a la motorización para determinar qué combinación es más eficiente en cada momento.
Aunque el sistema que incorporan los híbrido ligeros o mild hybrids difiere y no es tan eficiente como el de los híbridos eléctricos HEV, mantienen una vocación eléctrica similar en la arrancada. Carecen también de motor de arranque. En su lugar, disponen de un sistema con un generador eléctrico que desempeña el papel del motor de arranque, de este modo suaviza el consumo energético, pero de forma muy limitada.
En el caso de los híbridos eléctricos, la ausencia del motor de arranque descubre otro de los motivos por el que su mantenimiento es más económico que el de los modelos de combustión. Aparte de ahorrarnos el coste de la sustitución o reparación del motor de arranque, también evitamos pagar de más por el manteniendo o la avería de elementos como el alternador, la correa de distribución o el embrague.
Qué no hacer con un coche que no arranca
Y si hablamos de averías, hay que recordar que, por mucho que nos veamos en la tesitura, no suele ser una buena idea sustituir el papel de la batería o del motor de arranque a base de fortaleza y empuje humano.
Para empezar, no siempre resulta sencillo determinar por qué un modelo no arranca; incluso habiendo prestado atención o detectado algunos de los síntomas mencionados con la avería del motor de arranque o la descarga de la batería.
Si sospechamos que la operación puede no ser tan simple como las derivadas de una batería descargada, lo más recomendable es no caer en la tentación de empujar y recurrir a los servicios de asistencia en carretera del seguro contratado.
Empujar el coche puede ser el origen de nuevas averías
El motor y el motor de arranque funcionan con una sintonía mecánica específica que protege todos los elementos. Al empujar el vehículo, la fuerza que provocamos podría dañar o romper la correa de distribución, en aquellos vehículos que la montan, aumentando las posibilidades de tragedia grecorromana bajo el capó.
Desde Toyota nos recuerdan que otro de los componentes que sufre con el clásico empujón es el catalizador:
Al intentar arrancar el coche mediante el tradicional método del empujón enviamos combustible sin quemar por los conductos del escape, incluido el catalizador. Sin importancia de si está caliente o frío, el catalizador se contamina si le llega combustible sin quemar (técnicamente se dice que “se envenena”). En el peor de los casos se destruirá por completo al reaccionar el combustible con los materiales sensibles del interior del catalizador.”
Como se puede comprobar, en la arrancada se dan cita muchos componente de nuestro coche. El peso energético que demandamos al encender el vehículo es mayúsculo y se nota especialmente al sustituir un motor de arranque defectuoso por otro nuevo. La ligereza y suavidad del primer contacto son incomparables.
Imágenes | Toyota, Freepik/Dragen Zigic, Freepik/senivpetro, Wikimedia.commons/willdre, elaboración propia
Escrito por: Motorpasión para Marcas
Fuente:: Motorpasión
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