Los pinchazos de neumáticos siguen siendo una de las operaciones más habituales en los talleres. En muchas ocasiones se pueden reparar, pero no siempre es así. Y, cuando no es posible, quizá tengamos que cambiar dos ruedas…

Cada vez es más difícil ver un coche que lleve una rueda de repuesto normal. Y, aunque no lo creas, los pinchazos son un problema relativamente habitual. Independientemente de eso, lo cierto es que, si has pinchado alguna vez, te habrá asaltado la duda de saber qué se puede hacer después. Es cierto que en la mayoría de los casos los pinchazos son reparables, pero no siempre es así. Aquí te vamos a explicar cuando no son reparables (o, al menos, cuando no es aconsejable) y, si lo son, cómo te puedes asegurar de que han quedado bien reparados.

Orificio de más de 6 mm

Si el agujero que ha producido el pinchazo tiene más de unos 6 mm de diámetro, lo más probable es que el pinchazo no se pueda reparar, pues ese agujero ya tiene unas dimensiones lo suficientemente considerables como para haber dañado la estructura de la carcasa del propio neumático.

Corte

Los cortes producidos por piedras u objetos afilados también son difíciles de reparar por el mismo motivo si su tamaño es relativamente considerable, como los 6 mm que comentábamos arriba: la estructura interna del neumático habrá quedado demasiado dañada.

Daño en el flanco

Si el pinchazo se ha producido por un golpe por ejemplo contra un bordillo, lo habitual es que se haya dañado el perfil del neumático, y esa parte de la rueda no es reparable. Lo mismo sucede si ha salido un ‘huevo’ en el neumático: aunque no haya pérdida de aire, tendrás que sustituirlo.

Pinchazo cercano al hombro de neumático

En ocasiones, se ha producido un pinchazo en la zona de la banda de rodadura más cercana al perfil de la rueda. Si es así y el objeto que ha producido el pinchazo ha dañado esa parte, tampoco es recomendable repararlo.

¿Cuánto has circulado con el neumático pinchado?

Circular con el neumático pinchado, pero con aire, no tiene porqué provocar daños en la estructura de la rueda. Sin embargo, si hemos circulado muy bajos de presión durante bastantes kilómetros, sí es posible que los flancos hayan sufrido demasiado. Si ves que la zona donde aparecen las letras del neumático presenta un desgaste acusado o algún otro daño por haber rodado bajo de presión, no te la juegues: opta por sustituirlos.

¿Qué pasa con los Run Flat?

En el caso de estos neumáticos, permiten circular unos 200 km sin pasar de 80 km/h y sin presión alguna. Sin embargo, el pinchazo de un neumático de este tipo no es reparable pero, si en el taller lo revisan y ven que apenas se ha circulado sin presión, sí es posible optar por su reparación en caso de que haya sido un pinchazo limpio y en la zona de la banda de rodadura.

¿Cuándo debo cambiar las dos ruedas?

Si el neumático que has pinchado está ya a más de media vida de uso, lo normal es que su pareja en ese mismo eje también lo esté. En ese caso, y si tienes que cambiar el neumático por uno nuevo porque el pinchazo no es reparable, se aconseja cambiar los dos neumáticos, aunque a uno de ellos aún le quede un poco de vida. Esto se debe a que el coche no pisará correctamente llevando un neumático viejo y uno nuevo, algo que puede afectar negativamente al comportamiento del vehículo.

Cómo arreglar un neumático adecuadamente

La mejor forma de reparar un neumático es poniendo un parche vulcanizado, una operación que ronda los 20 euros en un taller especializado. Este tipo de parches aseguran una reparación perfecta, siempre y cuando el pinchazo sea reparable.

Hay otros métodos de reparación como los gusanos o mechas. Son métodos de reparación bastante eficaces y permiten salir de un apuro en la mayoría de los casos, incluso hay muchos neumáticos que se han reparado con este sistema y no han vuelto a dar ningún problema. Sin embargo, no se aconseja utilizarlos como reparación definitiva propiamente dicha.

Por último, los líquidos que se emplean en los kit reparapinchazos no son válidos como reparación definitiva. Es más, es muy probable que ni siquiera te sirvan para salir del apuro…

 

Escrito por: Miguel Tineo

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