Dada la dificultad y el precio que tiene la reparación y la sustitución, una batería de un millón de millas (1,6 millones de kilómetros) es necesaria para asegurar que duran más allá de la garantía y para que exista un mercado real de segunda mano de vehículos eléctricos.
La obsolescencia programada, un concepto aplicable a la mayoría de los equipos tecnológicos refiriéndose a que se fabrican para que tengan una vida corta para reemplazarlos rápidamente, no se adapta a las baterías de los vehículos eléctricos que se busca que duren un millón de millas.
La tecnología suele ser un símbolo de estatus social, aunque buena parte de la que se usa hoy en día solo está diseñada para durar unos pocos años porque con esa “caducidad” es con la que se programa su fabricación. A esto se le llama obsolescencia programada, un concepto que se refiere a que los productos deben durar un tiempo determinado para dar paso a su reemplazo lo antes posible. Los días de un electrodoméstico que dure una década o más han desaparecido. Pero en el mundo de los vehículos eléctricos, la obsolescencia programada no se utiliza de la misma manera.
La obsolescencia programada tiene dos motivos fundamentales. Por un lado, el ritmo de innovación es tal que los consumidores siempre exigen la última tecnología. Por otro las empresas quieren vender cada vez más. Por eso sus productos se degradan de manera programada para que duren lo suficiente como para que sus propietarios deseen comprar uno nuevo. Un ejemplo claro de esto son los teléfonos móviles, cuyas baterías empiezan a dar problemas de capacidad a los dos o tres años.
Afortunadamente, en el mundo de los vehículos eléctricos la obsolescencia programada no funciona de la misma manera. De ahí la búsqueda por parte de los investigadores de las baterías capaces de soportar un millón o más de millas (1,6 millones de kilómetros). Con ellas será posible una vida útil de más de 15 años manteniendo una capacidad por encima del 80 % de la inicial y ofreciendo autonomías todavía por encima de los 400 kilómetros.
En un futuro en el que los vehículos eléctricos sean lo habitual, existe el temor a que la obsolescencia programada de sus baterías pueda convertirse en una técnica de venta por parte de los fabricantes. Pero hay una razón relativamente simple para pensar que eso no ocurrirá, porque perjudicaría la transición a la movilidad eléctrica.
Si bien fabricar las baterías de esta manera podría sonar tentador para los fabricantes de automóviles, especialmente cuando los clientes compran vehículos nuevos cada tres años, es probable que llegara a causar grandes problemas en el futuro. Esto es debido a la forma en que funciona la tecnología de las baterías de iones de litio, que son peligrosas cuando se manipulan. Incluso pueden llegar a explotar en algunos casos. Eso quiere decir que no existe una “solución rápida para recuperarlas” si se agotan. A diferencia de un vehículo de combustión, en el que, por ejemplo, un inyector de combustible se puede reemplazar de forma rápida y económica, las baterías de un vehículo eléctrico son caras de reparar o de reemplazar. Una batería nueva puede costar prácticamente la mitad que el vehículo completo y reemplazar algunos módulos más de 6.000 euros.
Con estos costes de reparación, una batería diseñada para durar el tiempo promedio de propiedad de un automóvil, unos seis años, podría llevar a que estos se desechasen cuando la batería es defectuosa. ¿Por qué un propietario de un coche eléctrico iba a pagar 12.000 euros para reemplazar la batería o alguno de sus módulos si por la mitad podría desguazarlo y comprar uno usado, de combustión?
Pero las baterías de los vehículos eléctricos están diseñadas para durar más de seis años. Actualmente, la mayoría de los fabricantes garantizan sus vehículos eléctricos, incluidas las baterías, durante ocho años o 150 000 kilómetros. En comparación con los vehículos de combustión que tan solo disponen, en general, de dos años de garantía, supone una demostración de que la obsolescencia programada no se está empleando en ellos.
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¿Por qué la obsolescencia programada no se aplica a las baterías de los coches eléctricos?
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