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Esta furgoneta tiene su origen en la Romeo fabricada desde 1959 en Ávila por FADISA, sociedad que nunca acabó de despegar totalmente y cuya capacidad tecnológica e industrial era limitada, estando previstas 1.500 unidades en 1960 y hasta 7.000 en 1962, pero debido en parte a un utillaje insuficiente, en sus mejores años rozaron las 2.000 unidades, por lo que los resultados de la sociedad estaban por debajo de los esperados, buscando FADISA algún socio y llegando finalmente a un acuerdo con Motor Ibérica que adquirió la sociedad como seguidamente veremos, habiendo fabricado FADISA como tal hasta 1966, del orden de las 7.000 unidades.

Pero dicho lo anterior, conviene señalar que la Romeo era un buen vehículo, con tracción delantera, una plataforma de carga baja, líneas atractivas, y un puesto de conducción adelantado, hasta el punto de que el asiento estaba encima del paso de rueda, quedando el conductor situado por delante del teórico eje delantero, lo que permitía más volumen de carga.

Motor Ibérica y la llegada de Ebro la F-100

El mercado de las furgonetas había crecido notablemente en España, con muchas marcas presentes, pasando la mayoría de ellas dificultades por cuanto además no tenían ni la tecnología ni el capital que les permitiera desarrollarse, siendo FADISA uno de esos casos, ya que Alfa Romeo había dejado de fabricar furgonetas, pero también era cierto que contaba con una factoría operativa y con un buen vehículo, por lo que para Motor Ibérica, presente ya en nuestro mercado con los camiones y los tractores marca Ebro, la compra de FADISA le iba a permitir entrar en el sector de las furgonetas, abordando con ello un nuevo nicho en el campo del transporte, cerrándose el acuerdo de compra-venta a fines de 1966 o principios de 1967.

Como cabía suponer, el nombre de Romeo dejó de utilizarse para ser sustituido por el de Ebro, y la primera de las furgonetas Ebro, designada como F-100, no era sino la Romeo con un cambio estético en su frontal consistente en la supresión de su peculiar parrilla para pasar a llevar otra casi plana aunque manteniendo el adorno en forma de triángulo invertido de las Romeo. Se ofrecía en varias versiones y hubo también un microbús de 9 plazas.

Además se introdujeron mejoras para ir manteniéndola al día, como la apertura de las puertas a ‘contraviento’; cerraduras con pulsador; mando de luces en el volante; calefacción de serie; y asiento desplazable para el conductor, y gracias a estas mejoras y, sobre todo, a la excelente red comercial de la compañía, las ventas de la Ebro F-100 superaron ampliamente las logradas por FADISA, mejorándose también significativamente la capacidad de producción de la fábrica.

Las Ebro F-100 estuvieron en producción desde 1967 hasta 1971, utilizando siempre el motor Perkins, siendo sustituida por la Ebro F-108/1000 con cambios en el frontal, pero cuya línea lateral seguía siendo la de la Romeo, estando en producción hasta 1976 en que fue sustituida por la F-260 que, ésta sí, era ya una furgoneta totalmente nueva.

FICHA TÉCNICA

Marca y modelo: Ebro F-100

Años fabricación: 1967 – 1971

Carrocería: Metálica sobre chasis

Motor: Diésel Perkins 4/99 de 4 cilindros en línea

Cilindrada Perkins 1.621 cc

Potencia: 42,5 CV DIN

(Artículo de Pablo Gimeno, Comisión Técnica de Históricos de ASEPA).

Fuente: http://www.asepa.es/

Antonio Mozas
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)

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