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Hay buenas noticias para España. Su riqueza en sol y viento ha abierto las puertas a una oportunidad excepcional: convertirse en un país líder en la producción y exportación de una de las energías del futuro. “España, por su situación estratégica, tiene una oportunidad puntera de pasar de ser importador de energía a ser exportador a otros mercados de Europa que no tienen nuestro potencial en energía solar. Y esto nos lo puede brindar el hidrógeno renovable”, asegura Ana Isabel Martínez, ingeniera especializada en tecnologías del hidrógeno del Repsol Technology Lab. Pero esto no acaba aquí. A nuestros abundantes recursos naturales hay que unir ahora nuestra capacidad de innovación. Y esto es lo que marca la diferencia. Nos lo cuenta Jennifer Peral en lavanguardia.com.

Hasta hoy, el hidrógeno renovable se podía producir usando biometano como materia prima, pero también aplicando la tecnología de la electrólisis, que utiliza electricidad eólica o fotovoltaica para separar la molécula del agua en oxígeno e hidrógeno. Ahora, un equipo de científicas españolas ha desarrollado una nueva tecnología para producir hidrógeno renovable de una manera más eficiente. Se trata de la fotoelectrocatálisis (ver gráfico de Satur Herraiz en la página siguiente), que realiza el proceso en un solo paso: “El dispositivo recibe directamente la radiación solar a través de un componente fotoactivo, generando las cargas eléctricas que permiten separar el agua en hidrógeno y oxígeno”, explica María Dolores Hernández, una de las responsables del proyecto en Repsol, junto a Ana Isabel Martínez. De esta forma se abarata la producción del hidrógeno, ya que el proceso deja de depender de la electricidad.

Estas dos científicas iniciaron estas investigaciones hace una década, y desde 2018 se unió a ellas Mónica Sánchez, ingeniera química de Enagás. Por lo que se trata de un desarrollo de I+D 100% español, liderado por mujeres y realizado en colaboración con varios de los centros de investigación en hidrógeno más prestigiosos del país.

Tras casi una década de trabajo e investigación, el proyecto ha salido del laboratorio y cuenta con una planta piloto en Repsol Technology Lab, el centro de innovación y tecnología que la energética tiene en Móstoles (Madrid). El próximo paso será la construcción de una planta de demostración en el complejo industrial que Repsol tiene en Puertollano. El objetivo: lograr la producción industrial y la venta de hidrógeno renovable en 2030.

Hasta el momento, las dos compañías han invertido 8 millones de euros en el proyecto, que ya ha obtenido 40 de las 65 patentes internacionales que ha solicitado. Además, Repsol y Enagás han creado conjuntamente una startup, Sunrgyze, a la que esperan incorporar nuevos inversores, para acelerar su desarrollo industrial y su comercialización. “No suele ser habitual que grandes corporaciones hagan una especie de spin-off y lancen una startup a partir de una tecnología que han empezado a desarrollar”, señala Enrique Gómez de Priego, CEO de Sunrgyze, “es claramente una apuesta por desarrollar tecnologías que permitan avanzar en la descarbonización tanto a esas dos empresas como al resto del sector y, en última instancia, a toda la economía”.

Una oportunidad para España

El poder del hidrógeno reside en su capacidad de generar electricidad al reaccionar con el aire. Esa reacción deja tras de sí agua, con lo que se eliminan el 100% de las emisiones de dióxido de carbono. En las próximas décadas, el hidrógeno renovable va a ser un vector energético clave para descarbonizar la economía mundial, gracias a sus múltiples aplicaciones en diferentes sectores. “Actualmente el uso mayoritario del hidrógeno se da en la industria, pero le podremos dar muchos y diferentes usos, ya que constituye un vector energético”, asegura Ana Isabel Martínez. “Si queremos 8

ir a un mix energético que dependa cada vez más de energías renovables, necesitamos encontrar una alternativa que nos permita ‘guardar’ los excedentes de energía eólica o solar a gran escala y el hidrógeno puede ser una solución”. También se usará como materia prima para fabricar combustibles sintéticos para el transporte o bien para propulsar vehículos con pila de combustible. “Donde las baterías no llegan, el hidrógeno es la solución”.

El necesario desarrollo del hidrógeno renovable va a suponer una gran oportunidad para la economía de nuestro país, ya que contamos con abundantes recursos naturales e industriales. “España es uno de los países del mundo con mejores condiciones para desarrollar el hidrógeno renovable; a nivel europeo, somos el país mejor posicionado”, asegura Tomás Malango, director de hidrógeno de Repsol, que señala al hidrógeno renovable como “la mayor oportunidad de industrialización y de relevancia energética a la que nuestro país se ha enfrentado nunca”.

La consolidación de España en el liderazgo energético renovable se acompañará con un importante aporte económico: un 37% de los 72.000 millones de euros en transferencias directas del ‘Fondo Next Generation EU’ se dedicarán a la transición hacia un modelo energético renovable. El despliegue de esta tecnología será una de las placas tractoras del conjunto de la economía española encargada de impulsar el crecimiento, la industria nacional, el conocimiento tecnológico y la creación de empleo.

A un paso de un futuro más próspero y sostenible

Se trata de una meta ambiciosa, pero más que factible. La oportunidad de generar un hidrógeno renovable que sea competitivo es una realidad hoy, siempre y cuando se trabaje y se unan fuerzas para lograr un objetivo común tanto del sector público como privado. Según las cifras del último informe del Consejo del Hidrógeno, iniciativa que reúne a empresas internacionales líderes en el sector, sus costes de producción podrían caer hasta un 50% en los próximos diez años, lo que posibilitará que sea más competitivo a medida que la escala de producción, distribución y fabricación de equipos mejoren.

La ciencia y la innovación en hidrógeno renovable avanzan fuertes en nuestro territorio. La fórmula española para fabricar una de las soluciones que descarbonizará la economía en los próximos años, puede lograr nuevos procesos industriales para un país donde abunda el sol y el viento, ingredientes imprescindibles para el sistema energético del futuro.

Fuente: http://www.asepa.es/

Antonio Mozas
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)

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