La industria de la automoción vive una época de esplendor tecnológico. Una era donde gran parte de los esfuerzos técnicos se centran en mejorar la seguridad vial. Los automóviles más modernos equipan avanzados sistemas que evitan accidentes o mitigan los efectos de los mismos. La seguridad pasiva de nuestros coches trabaja discretamente para que cualquier viaje se convierta en absoluta rutina. Así nos lo indica Sernauto.
Seguridad pasiva, ¿qué es?
A la hora de analizar la seguridad de un vehículo conviene saber distinguir entre seguridad activa y
seguridad pasiva. La seguridad activa está compuesta por todos esos elementos que nos previenen de tener un accidente. Su labor se realiza antes de que se proceda el incidente. Es lo que conocemos hoy en día como sistemas ADAS (Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción).
A diferencia de estos, los elementos de seguridad pasiva son aquellos que nos protegen cuando el accidente no se ha podido prevenir. Su labor
consiste en reducir al máximo la incidencia de una colisión. La industria del automóvil se ha esforzado en mejorar ambos campos, tanto los agentes que nos protegen antes como después de sufrir una colisión.
Elementos que componen la seguridad pasiva de nuestro coche
Chasis y carrocería
La carrocería del coche está considerada como la primera barrera de defensa. A diferencia de años atrás, los vehículos actuales emplean materiales avanzados que se encargan de reducir la gravedad de los impactos. Superficies de deformación programada y unidades de absorción de impactos son términos poco conocidos, pero que son parte fundamental de la seguridad pasiva.
Bajo la carrocería, se esconden el resto de elementos de protección, empezando por el chasis. Es la base sobre la que se apoya nuestro coche, sus cimientos. En este punto es importante considerar el peso específico que tiene el correcto mantenimiento de nuestro coche en materia de seguridad vial. En esa importante labor cada detalle suma para evitar daños y víctimas en accidentes de tráfico.
Cinturón de seguridad
Es considerado uno de los elementos tecnológicos de seguridad pasiva más importantes en los 100 años de historia del automóvil. Aunque los antecedentes revelan los primeros cinturones de seguridad en la década de los 40, no fue hasta el año 1959 cuando el ingeniero sueco Nils Bohlin creó el sistema que aun a día de hoy sigue vigente. Un estándar que no cambia con el paso de los años o los avances tecnológicos.
Su uso es obligatorio desde hace unos años, y actualmente se calcula que el cinturón de seguridad ha salvado más de un millón de vidas en accidentes viales. Se estima que evita la muerte en un 45% de las colisiones, y reduce de forma significativa la gravedad de las lesiones sufridas en un impacto.
Airbags
Camino parecido al de los cinturones de seguridad es el recorrido por los airbags. Sus orígenes datan de 1971, cuando fue presentada la primera patente por parte de la empresa Mercedes-Benz. En estos años se ha convertido en un sistema de seguridad pasiva imprescindible, siendo considerado como obligatorio en todos los coches de nueva producción desde el año 2006.
Este dispositivo trabaja conjuntamente con el resto de tecnologías de seguridad pasiva, y al igual que ellas su trabajo es el de reducir la gravedad de las lesiones y el número de fallecidos en accidentes de tráfico. En el transcurso de unos pocos milisegundos la bolsa de aire se infla para suavizar el impacto y reducir la movilidad de los ocupantes, protegiéndolos de posibles elementos dañinos como cristales rotos.
Cristales
Esos mismos cristales a los que antes hacíamos mención son también parte del equipo de seguridad pasiva de los vehículos. Su trabajo no solo consiste en aislar a los ocupantes y reducir el impacto del 9
aire, el viento y demás elementos externos, también actúan como una barrera protectora. No son vidrios normales y corrientes. A la hora de desarrollarlos, los cristales son creados con la intención de no romperse, y si lo hacen debe ser en miles de pequeños trozos que no supongan una amenaza física.
Sistema eCall
Es el más moderno y complejo sistema de seguridad pasiva que incorporan los coches más modernos del mercado, de obligatoria instalación a partir del año 2018. Se trata de una tecnología que alerta a las autoridades en caso de detectarse un accidente grave. Con él se consigue reducir el tiempo de respuesta de los servicios sanitarios entre un 50 y un 60%, lo que supone un ahorro en vidas humanas en accidentes de tráfico.
La seguridad vial juega un papel muy importante en el proyecto europeo de ZERO víctimas mortales en accidentes de tráfico. En SERNAUTO nos hemos unido a la alianza por la seguridad vial, un proyecto sin ánimo de lucro formado por más de 50 entidades involucradas en el sector de la movilidad.
Fuente: http://www.asepa.es/
Antonio Mozas
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)
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