Una vez que se empiezan a experimentar a pie de calle potencias de carga relativamente altas para coches eléctricos, toca ir pensando en el siguiente paso, y este paso parece que será la carga por inducción. Tesvolt es una empresa británica que está completamente convencida de que así será, y por esto mismo ha pasado a ser uno de los principales accionista de una de las empresas pioneras en el campo de la carga por inducción, Stercom Power Solutions.

No es, sin embargo, una tecnología inédita por muy novedosa que pueda parecer, pues ya existen tramos de carretera que gozan de este tipo de solución, capaces de cargar los vehículos eléctricos que circulan sobre ella sin necesidad de estar conectados físicamente a través de un cargador.

No obstante se trata aún de una solución en fase de tanteo y evolución, pues se ha implementado en sitios clave para probarse, como en este tramo de carretera en Tel-Aviv, donde se ha adaptado para cargar autobuses eléctricos que previamente han sido modificados para albergar el sistema de carga en cuestión.

Es precisamente por el potencial que tiene este tipo de soluciones y la comodidad que ello brinda al usuario final por lo que Tesvolt es ha pasado a ser accionista de Stercom Power Solutions, pionero en el campo de la carga por inducción. Ambas compañías quieren unir fuerzas para acelerar la carga inalámbrica en todo tipo de vehículos por baterías, aunque principalmente coches, autobuses y camiones eléctricos para que la conducción eléctrica sea aún más conveniente, eficiente y económica.

Cargador por inducción de Stercom de 22 kW..

El experto en sistemas comerciales de almacenamiento de energía, que ya ha recibido varios premios a la innovación, y el grupo de expertos en carga de alto rendimiento, dice “haber encontrado ya respuestas a preguntas aún no resueltas”, como proporcionar suficiente potencia de carga y cómo encontrar de manera fácil la posición de estacionamiento correcta sobre la bobina magnética.

La carga inalámbrica implica transferir energía eléctrica en un proceso inductivo, es decir, sin contacto, desde una bobina magnética posicionada en el suelo a una bobina receptora en el vehículo eléctrico en cuestión. Esto permitiría procesos de carga cortos pero de alta velocidad, por ejemplo, en aparcamientos de los centros comerciales, parkings públicos, restaurantes e incluso en la propia casa.

No obstante ambas empresas aspiran a ir paulatinamente aumentando la potencia de carga hasta hacerla plenamente competente. Ha comentado Daniel Hannemann, fundador y director comercial de Tesvolt: “Hasta ahora, la única carga inalámbrica adecuada para la producción en masa tiene solo 3,2 kW de potencia. Queremos introducir en el mercado una estación de carga inductiva con una potencia de carga de 44 kW, lo que significa cargar 14 veces más rápido“.

Este sería tan sólo un primer paso hacia la popularización de la carga inductiva, pues aspiran a diseñar estaciones de carga inalámbricas de hasta 200 kW de potencia. Explica Simon Schandert, fundador y director técnico de Tesvolt. “Nuestro objetivo es trabajar juntos para llevar al mercado sistemas de carga de alta eficiencia, e incluso a medio plazo para permitir la carga inductiva con una potencia de hasta 200 kW. Esto también haría más eficiente la carga mientras se conduce en el futuro “.

Se trata de una solución con un gran potencial que pequeñas empresas como las protagonistas de hoy se están encargando de desarrollar en primera instancia día de hoy para así coger su particular de parcela de mercado en la industria, pero grandes fabricantes de automóviles como Audi y BMW ya están tanteando implementar este tipo de soluciones para su siguiente generación de coches eléctricos.