La pandemia ha acelerado el crecimiento del ciclismo.
El aumento de ciclistas en las vías de circulación corresponde a una transformación de la movilidad, pero no debe inquietarnos convivir con ellos.
Cada vez son más los ciclistas que circulan por las carreteras y la llegada de la pandemia ha acelerado el crecimiento de este deporte. A parte de ser muy saludable, el motivo principal es que se puede practicar al aire libre y de forma individual.
Encontrarse con un ciclista por la carretera no debe ponernos nerviosos. Ambos compartimos espacio y debe existir un respeto mutuo. En primer lugar, hay que analizar las condiciones en las que nos encontramos: velocidad, ancho de la carretera, cantidad de vehículos en la vía…
Para realizar el adelantamiento, todas estas condiciones deben ser favorables. En cualquier caso, la distancia mínima tiene que ser de metro y medio, aunque la Dirección General de Tráfico (DGT) quiere ampliar la separación a dos metros. Esta futura modificación también obligará a los conductores a reducir 20 km/h la velocidad. La norma actual también indica la posibilidad de rebasar una línea continua para superar la posición de la bicicleta.
Las bicicletas eléctricas permiten subir puertos de forma más rápida .
Las bicicletas suelen ser especialmente lentas en las cuestas o repechos de la carretera, pero la aparición de bicicletas eléctricas está cambiando esta forma de ser. En caso de que el ciclista nos indique que podemos adelantarle, debe ser el conductor quien valore positivamente esta acción. Por lo tanto, si no existen unas buenas condiciones de visibilidad, no debemos sobrepasarlo.
Si un pelotón de ciclistas circula en 2 columnas, debemos extremar la prudencia y calcular que el tiempo de adelantamiento va a ser superior. En cualquier intersección o glorieta, una vez haya entrado el primer miembro del grupo, el resto tendrá prioridad. El pelotón ciclista actúa como una sola unidad, así que no podemos partirla.
En algunas situaciones, la carretera no dispondrá de arcén o este será impracticable, y el ciclista ocupará parte de la vía. En situaciones como esta, no debemos actuar de forma impaciente ni utilizar el claxon. Esta señal acústica puede espantar al deportista, haciéndole perder el equilibrio o la trayectoria.
Si dos o más ciclistas circulan conjuntamente conforman una sola unidad.
Conocer las indicaciones de maniobras de los ciclistas también es crucial para evitar accidentes. La mano izquierda totalmente extendida significa que quiere girar a la izquierda, mientras que si forma un ángulo de 90 grados con la misma mano apuntando hacia arriba quiere decir que su intención es maniobrar hacia la derecha. De todos modos, hacer estos gestos supone liberar un freno, cosa que no siempre es segura. En algunas ocasiones el ciclista puede hacer alguna señal con la pierna para indicar sus movimientos.
En el conjunto del estado español hubo 36 accidentes mortales de ciclistas en 2020. El tiempo es muy valioso, pero la vida lo es más. No vale la pena jugársela.
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