Como muchos otros fabricantes, la firma francesa Renault se encuentra inmersa en un proceso de cambio principalmente infundado por la entrada de los coches eléctricos en juego. Como parte de su plan estratégico y social, la marca del rombo ha anunciado que han detenido el desarrollo de nuevos motores diésel en pos de canalizar la inversión que ello conllevaría hacia el desarrollo de trenes de potencia electrificados.

Días atrás la firma daba a conocer parte de sus próximos pasos en el entorno social, integrado dentro del plan estratégico Renaulution, una proyecto de recuperación que se ha articulado bajo la visión del nuevo CEO de la compañía, Luca de Meo, quien pretende devolver a la popular marca francesa a la senda de la rentabilidad.

Lo último anunciado relativo a esta nueva etapa dentro de Renault, es que pretenden aumentar la seguridad de sus coches con, entre otras medidas, la limitación de la velocidad máxima de sus nuevos modelos. Por ejemplo, el nuevo Renault Mégane estará limitado a 180 kilómetros por hora.

Ahora la firma francesa certifica la defunción paulatina de los motores diésel, pues no invertirán más en lo relativo a desarrollo y diseño de nuevas tecnologías periféricas a este combustible. No obstante, y para seguir satisfaciendo la demanda que seguirá existiendo en los próximos años, sí seguirán modificando los bloques existentes “todo lo posible”, como ha dicho el propio Luca de Meo, hasta que las propias normativas de emisiones acaben con ellos.

Motor diésel de tecnología dCi de Renault.

Antes muchos fabricantes han anunciado el abandono del motor diesel, y están canalizando ese dinero en I + D de trenes de potencia electrificados. Además de Renault, también ha sido anunciado por Lexus, Mitsubishi, Nissan y Volvo. Ésta última, de hecho, ya no muestra motores diésel en su catálogo español.

A decir verdad, lo cierto es que Renault ha ido eliminando la oferta de motores diésel en sus distintos modelos de manera muy paulatina hasta tal punto que en la actualidad la oferta es nimia, así como también lo es en la gama de Dacia. Actualmente tan sólo los Renault Mégane y Koleos los ofertan, y el popular compacto, como ya sabemos, en su próxima generación dará el salto hacia un modelo cien por cien eléctrico, por lo que el diésel tendrá continuidad en el próximo ciclo comercial del compacto francés.

Se suma así Renault oficialmente a una tendencia que desde que tuviera lugar el escándalo de Volkswagen en cuanto a la manipulación de estos motores (conocido popularmente como dieselgate) ha ido mostrando una decadencia sin retorno.