La irlandesa Switcher ha revelado un estudio en el que revela el coste de carga de un coche eléctrico en cada país de Europa en base al precio del kWh de cada uno de estos países, arrojando una llamativa diferencia entre el país más caro y el más barato.
La popularidad del coche eléctrico está en auge, prueba de ello es que el año pasado se consiguieron hacer con casi un 11 % del total de las ventas en Europa. Con esta creciente demanda, son muchos los que miran con escepticismo una de las ventajas más claras en torno al uso de un coche de este tipo frente a los gasolina y diésel tradicionales, el coste de la energía que consume.
Switcher.io ha sacado a la palestra un estudio en el que muestra el coste de cada kWh con el que se carga un coche, y el coste medio que conlleva para un usuario cada cien kilómetros de recorrido. Si embargo el estudio no especifica si los precios son relativos a una carga doméstica o en un punto de carga público, por lo que hemos de tomar los resultados siempre como datos orientativos.
En él la compañía irlandesa analiza todos y cada uno los países encuadrados dentro del marco europeo, saldándose el estudio con una lista de 38 figurantes. Como es de esperar, en los principales países de Europa es donde resulta más caro para un usuario recargar un coche eléctrico, mientras que los precios más contenidos se reparten entre los países que conforman el este del Viejo Continente.
Tratando sobre países en concreto, en el estudio de Switcher.io arroja que Alemania resulta ser el país más caro para cargar un coche eléctrico de Europa. El país teurón encabeza la lista a la baja con un coste medio de 19,02 euros por una carga completa, lo que supone 16,11 euros más por carga que Ucrania, el país más barato de Europa.
Lista del coste de carga para coches eléctricos, según Switcher, ordenadas de menor a mayor precio por kWh.
Para ejemplificar la cuantía del coste de cada kWh de electricidad en una carga, la empresa irlandesa ha tomando un coche cuyas baterías promedien una capacidad de en torno a 60 kWh, y si bien es cierto que no siempre es obtiene el mismo total de energía al dividir el total de la carga entre el coste de la misma, el estudio ofrece una comparación visual de lo que cuesta una carga en cada país distintos, y siempre promediando una capacidad de entre 58 y 63 kWh.
Obviamente cargar un coche eléctrico no siempre costará lo mismo, pues depende de la capacidad total de la batería del coche en cuestión. En el caso del estudio de Siwtcher.io un coche eléctrico que bien podría servir de ejemplo es el Volkswagen ID.3, que en España ofrece una variante cuyo motor eléctrico rinde 107 kW (145 CV) y se alimenta de una batería de 58 kWh de capacidad.
Los países que después de Ucrania ocupan las primeras posiciones son Kosovo, Serbia, Macedonia del Norte y Bosnia Herzegovina, todos ofreciendo un coste de recarga medio de menos de 10 céntimos por cada kWh. En el lado opuesto de la lista, después de la mencionada Alemania encontramos a Dinamarca, Bélgica, Irlanda y España (con un coste de 22 céntimos por cada kWh), todos acercándose a la barrera de los 30 céntimos por cada kWh de recarga.
Al comprar un coche eléctrico además de un coste de mantenimiento menor y beneficios medioambientales obvios, muchos países europeos ofrecen incentivos a los conductores que los compran para compensar el sobrecoste de estos con respecto a la oferta térmica. En España la semana pasada el Gobierno anunciaba la tercera iteración del plan de ayudas estatal para la compra de coches eléctricos e híbridos enchufables, el Plan Moves 3, que con una dotación de 400 millones de euros ayuda a cada comprador con una cuantía que dependiendo de las condiciones puede ser de más de 7.000 euros.