En España hay 2,56 millones de coches zombies. Esto significa que el 8 % del parque automovilístico está compuesto por vehículos que han sido dados de baja temporal pero circulan, y lo hacen sin seguro.
Un estudio de Línea Directa analiza así las cifras que dejan los coches zombies en España: más de 300.000 accidentes problemáticos, multas de hasta 3.000 euros y el envejecimiento del parque móvil como música de fondo.
Canarias, Baleares y Cataluña, a la cabeza
Según datos de la DGT recopilados por la compañía aseguradora en su estudio, en España hay un total de 34,43 millones de vehículos (datos de 2019); sin embargo solo hay 31,77 millones de pólizas.
Esto significa que hay 2,65 millones de vehículos -coches, motos, furgonetas y camiones- que circulan sin tener contratado el seguro obligatorio o que son abandonados a su suerte sin comunicarlo a la DGT.
Por tipología de vehículos, los coches lideran la lista de vehículos zombies, con más de 1,8 millones, seguido de las motos y los camiones y furgonetas.
Esto supone que cada año se registren casi 130.000 multas -por importes de hasta 3.000 euros- a propietarios que carecen de seguro. Y es que el hecho de no utilizarlo o abandonarlo no exime de la obligación de contratar uno.
Uno de los factores más preocupantes es cuando uno de estos vehículos sufre un accidente, puesto que tendrá que ser el propietario quien se haga cargo de todos los daños materiales y corporales.
En este escenario, en los últimos 10 años los vehículos que carecían de una póliza de seguro han producido más de 300.000 siniestros.
En el mapa de los vehículos zombies resaltan Canarias, Baleares y Cataluña, muy por encima de la media nacional.
Según es estudio de Línea Directa, la existencia de los coches zombies se ha visto agravada por la antigüedad del parque móvil en España, de 12,3 años de media, y a un entorno económico desfavorable.
Poner fecha de caducidad a las bajas temporales
Ya a finales de 2020 la DGT empezó a limitar el tiempo permitido de las bajas temporales de vehículos, ya de cientos de miles están registrados en la DGT como bajas temporales de más de cinco años.
Esto supone problemas de seguridad vial y también favorece las transacciones en el mercado negro, ya que se pierde su rastro. La compraventa de piezas y recambios o su exportación son algunas de las maniobras, por no hablar de su destrucción irregular.
En España, desde 2004 el titular del vehículo que decida retirar de la circulación su vehículo y solicitar la baja definitiva del mismo en el Registro de Vehículos debe llevarlo al final de su vida útil a un Centro Autorizado de Tratamiento de Vehículos, donde se descontamina conforme a criterios medioambientales.