Gracias a sus políticas a favor de la movilidad eléctrica Europa asumirá, casi, la totalidad de la fabricación de baterías para sus coches eléctricos para finales de la década.
La carrera hacía la implantación de los coches eléctricos como medio popular de transporte plantea múltiples desafíos, abarcando desde la consabida autonomía con una carga completa, a la infraestructura de carga, pasando por el precio de compra, hasta la producción de baterías. Y sobre esto último se ha pronunciado Bloomberg recientemente con un informe que arroja conclusiones llamativas en cuanto a la producción de baterías en Europa.
Y es que la proyección de fábricas de baterías en suelo europeo que se plantea en estos momentos puede hacer que para finales de la presente década Europa se acerque pronunciadamente al líder indiscutible en la materia hasta el momento, China, con un mercado americano que se va quedando rezagado conforme los otros dos avanzan a pasos agigantados.
El respaldo por parte de los Gobiernos de cada país donde se prentenden desarrollar cada una de estas fábricas de baterías para coches eléctricos, sin embargo, vuelve a ser clave. En la Comisión Europea sabe de ello, y así lo ha comentado Maros Sefcovic, vicepresidente de la Comisión Europea, quien además es el encargado de supervisar toda iniciativa relativa a la producción de baterías.
Decía Sefcovic: “Estamos creando una nueva industria en Europa; estamos creando un ecosistema completamente nuevo, y las inversiones están llegando de verdad”. Y es que el mandatario europeo estima que desde 2019 se han gastado más de 60.000 millones de euros en desarrollo y producción de tecnología para baterías, lo que triplica la cuantía destinada en China para estos mismos fines.
Operario de Skoda trabajando baterías.
En esta evolución de la producción de baterías destaca especialmente la presencia de Alemania, que con un fondo de 2.600 millones de euros, además de una situación geográfica clave, ha conseguido atraer la producción de baterías de empresas como Tesla, CATL, LG Chem y ACC. A ello hay que sumar, aún, el porvenir de otros consorcios de origen alemán como el Grupo Volkswagen y Daimler, este último, recordemos, corre a cargo de sus propias baterías.
Todo lo anterior, sumando a una evolución menos pronunciada de China y la pasividad de Estados Unidos en cuanto a políticas a favor de la movilidad eléctrica, harán que, según Bloomerg, para 2030 Europa se lleve más de un tercio del volumen total de producción de baterías para coches eléctricos.
Con esta premisa, cada país lucha porque la producción de baterías para sus existentes fábricas de vehículos se quede dentro de sus fronteras, propiciando una cadena de suministro y fabricación que empieza y acaba dentro de sus límites. Francia, Italia y Reino Unido también quieren su parte del pastel, especialmente el último, que quiere sacar tajada de su adelanto conforme al resto en cuanto al veto a la venta de coches de combustión, planeado para 2030.
Mientras tanto, en lo que respecta a España, toda la atención se centra en torno al futuro de la fábrica de SEAT en Martorell y una potencial nueva fábrica de baterías en sus alrededores para abastecer la fabricación de los futuros coches eléctricos de pequeño tamaño del Grupo Volkswagen, ya que el consorcio alemán pretende que el grueso del volumen de coches fabricados salga de las instalaciones de la compañía española.
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Fuente: https://www.hibridosyelectricos.com