La esperanza de dejar atrás la pandemia avanza rápidamente en Chile. En los primeros tres días de la campaña de vacunación masiva que inició en febrero, unas 556 mil personas fueron vacunadas contra el COVID-19. Estas cifras de los últimos días han hecho que el país se convierta en líder de la región en la inoculación contra el virulento SARS-CoV-2 ¿Como se gestó la compra del producto más demandado a nivel mundial? ¿Por qué la estrategia de vacunación chilena es, a la fecha, la más exitosa de la región?
El pasado miércoles 3 de febrero inició en Chile la denominada Etapa 2 del Plan de Vacunación contra el SARS-CoV-2, impulsado por el Ministerio de Salud, proceso que tiene por objetivo la inoculación de adultos mayores desde los 70 años; y que finalizaría el viernes 12 de dicho mes. La presente Fase (en plena marcha al cierre de esta edición) ha concentrado las miradas no sólo de la opinión pública y las autoridades chilenas, sino también, las del espectro internacional, considerando que Chile es el primer país de la Región Latinoamericana que ha concretado con éxito, en lo que va del proceso, la vacunación masiva de 719.223 personas consideradas “población de riesgo” con la primera dosis de la vacuna Coronavac del Laboratorio Sinovac.
A estos 700 mil ciudadanos se suman las 56.811 personas inoculadas durante la Etapa 1 del proceso de vacunación, que inició el 25 diciembre de 2020 y que tuvo como grupo objetivo principal al personal de salud clínico/administrativo de atención intrahospitalaria y extrahospitalaria; al personal médico/administrativo de los servicios de urgencias; a los residentes y funcionarios de Establecimientos de Larga Estadía para Adultos Mayores (Eleam), Sename y centros de salud mental, entre otros; los cuales fueron inoculados con la vacuna BNT162B2 del Laboratorio Pfizer-Biontech.
A la fecha, 20.936 de los inoculados durante la primera Etapa del Plan han recibido la segunda dosis de la vacuna desarrollada por la farmacéutica estadounidense. Así, a la fecha, un total de 776.034 personas han recibido la primera dosis de vacunas contra el Covid-19, protagonizando un proceso histórico a nivel sanitario y logístico en el país, en el marco de la lucha global contra la pandemia que asola al mundo.
LAS CLAVES LOGÍSTICAS DE UN PLAN HISTÓRICO
Según el registro Our World in Data, de la Universidad de Oxford, en América Latina, al menos siete naciones han empezado con la inmunización contra la pandemia y Chile se ubica en el primer lugar, al aplicar al menos una dosis al 3,17% de cada 100 habitantes; le sigue Brasil con 1,6%; Costa Rica con 1,13%; Argentina, con 1,04%; México, con 0,56%; Ecuador con 0,04% y Bolivia, con 0,03%. ¿Cómo está logrando Chile liderar este ranking? ¿Cómo se ha gestado la planificación logística para lograr una vacunación masiva sin precedentes y ser líder en la región?
Para muchos expertos, a nivel operativo, el trabajo mancomunado entre las autoridades sanitarias y los municipios del país ha sido clave; empinándose como una estrategia eficiente mediante la cual se espera lograr la vacunación de 5 millones de ciudadanos para finales de marzo y de la mayoría de la población nacional (cerca de 15 millones de personas) en el primer semestre de 2021. ¿Cómo? A través de la habilitación de estadios, plazas, centros educativos, deportivos, comerciales y los propios centros de atención primaria de las municipalidades como puntos de vacunación, a lo largo de las 16 regiones del país.
No obstante, si bien el proceso de vacunación culmina en dichos recintos, sabemos que el esfuerzo logístico que representa la inoculación masiva en curso no inicia ahí. Muy por el contrario. Para que miles de adultos mayores y profesionales de la salud chilenos hayan podido acceder al medicamento de mayor demanda a nivel global, el esfuerzo logístico ha sido, a falta de otra denominación, histórico. En palabras del Presidente de la República, Sebastián Piñera, “este proceso ha exigido un esfuerzo gigantesco de recursos, de logística, de organización, de distribución; un gran desafío para el cual nos hemos preparado por meses”.
Ahora bien, si nos adentramos en el Plan de Vacunación contra el SARS-CoV-2 tenemos que -como toda planificación de suministro- éste inició con la adquisición de las vacunas; negociaciones altamente complejas, considerando que nuestro país competía, de igual a igual, con grandes potencias del globo y otras naciones en vías de desarrollo por el producto más preciado (y demandado) en el último tiempo, a nivel mundial. Un hecho anecdótico en torno a dichas negociaciones quedó de manifiesto en diciembre pasado, cuando el prestigioso diario norteamericano New York Times, publicó un listado de países que, durante 2020, conforme avanzaban los ensayos clínicos para encontrar las vacunas contra el coronavirus, estaban “negociando” con las diferentes farmacéuticas la adquisición de las primeras dosis de vacunas que saldrían al mercado.
Sorpresivamente, el listado, liderado por Canadá, Estados Unidos, Reino Unido, la Unión Europea y Australia, posicionaba en sexto lugar a Chile. Según el medio estadounidense, “como no había ninguna garantía de que una vacuna específica fuese exitosa, estos países cubrieron sus apuestas con varias candidatas”. En dicho artículo, The New York Times también señalaba que “otras naciones acaudaladas se sumaron a Estados Unidos al hacer grandes pedidos anticipados, a menudo con las opciones de expandir los acuerdos y adquirir todavía más, con lo que socavaron la capacidad de muchos países para hacer compras oportunas”.
Consultado al respecto por medios nacionales, el Subsecretario de Relaciones Económicas Internacionales, Rodrigo Yáñez, informaba a la opinión pública que ya en agosto de 2020, el Gobierno de Chile había comenzado las tratativas con diversos laboratorios para alcanzar acuerdos en la compra de las dosis necesarias de vacunas contra el Covid-19, a fin de garantizar su acceso a prácticamente toda la población chilena.
En dicha ocasión, Rodrigo Yañez explicó que para la adquisición de las vacunas fue determinante “la gestión temprana y haber utilizado sus redes apoyadas por las diversas embajadas”. “Fue clave no haber puesto todos los huevos en una misma canasta, en una vacuna o una que se ensayara en Chile (…) la instrucción del presidente Piñera fue buscar oportunidades (…). Fuimos muy proactivos en salir a buscar y activar la red de embajadores y desplegar posteriormente los contactos comerciales para plasmarlo en un contrato”, precisó.
No obstante, la estrategia de compra tuvo otra variable muy importante a considerar. El que se acordara más de un tipo de vacuna. La que actúa en base al denominado ARN mensajero, el virus atenuado y adenovirus. “No es conveniente que la estrategia considere más dosis de la misma plataforma, a razón de mitigar riesgos de apostar por una tecnología”, explicó en su momento Yáñez, agregado que “como Moderna usa el sistema de ARN mensajero, al igual que Pfizer, no hay contrato con Moderna”.
A partir de las gestiones realizadas por el Gobierno de Chile, durante el tercer trimestre de 2020 ya se habían firmado contratos con Pfizer, Sinovac, Johnson & Johnson y AstraZeneca. No obstante, debido a la alta demanda mundial por un medicamento contra el Covid-19, las autoridades gubernamentales han afirmado que no se debe perder de vista la variable de un posible incumplimiento del contrato, una situación que – según manifestó Yáñez en diciembre pasado– “es una posibilidad que estamos monitoreando permanentemente […] A diferencia de lo que pasó con los respiradores y otros elementos de protección, estos meses sirvieron a los laboratorios para formar alianzas para garantizar lo que ellos acordaban producir”. Así, en total, la Subsecretaría de Relaciones Internacionales alcanzó un acuerdo para la compra de 36 millones de dosis con los principales proveedores de vacunas certificadas y aprobadas por la OMG en la lucha contra el Covid-19.
Cerradas las negociaciones, a inicios de diciembre de 2020, la gerenta general de Pfizer en Chile, Marta Diez, informaba que, debido a la alta demanda, las primeras dosis de las vacunas adquiridas por Chile arribarían al país en grupos limitados. “Pero ya desde enero y en el primer trimestre del 2021, Chile podría tener 1,6 millones de dosis entregadas”, sostenía. Lo anunciado por Diez se hizo efectivo el 24 de diciembre pasado, cuando arribó al país el primer cargamento de la vacuna BNT162B2 – Pfizer-Biontech, con 10 mil dosis.
CARGAMENTO HISTÓRICO
Aproximadamente a las A las 6.42 de la mañana del 24 de diciembre pasado, arribó al Grupo 10 de la FACh, el vuelo Latam, de origen belga, con el primer cargamento de las vacunas contra el COVID-19 elaboradas por los laboratorios Pfizer-BioNTech. Las 10 mil primeras dosis de la vacuna estaban comprometidas para la inoculación del personal médico que a la fecha se encontraba en lo que se ha denominado como “la primera línea en la lucha contra el Covid-19”.
Las vacunas, almacenadas en cajas herméticas con cerca de 23 kilos de hielo seco para mantener la temperatura en -70°C, fueron transportadas desde el Grupo 10 de la FACh por DHL la empresa contratada por Pfizer para la distribución mundial. El arribo por vía aérea a Chile, en tanto, fue apoyada por LATAM. Escoltada por Carabineros de Chile, las primeras dosis fueron destinadas a tres puntos: una parte fueron sometidas a un proceso de descongelamiento que duró 4 horas, para posteriormente, ser utilizadas en la inoculación de personal médico de las Unidades de Cuidados Intensivos del la Posta Central y el Hospital San José. El segundo grupo de dosis fue trasladado en helicóptero hasta el Estadio Nacional, donde se consolidaron las diferentes dosis que serían distribuidos por vía terrestre a los otros recintos asistenciales de la Región Metropolitana. Finalmente, el tercer grupo de vacunas fue trasladado hasta la empresa Perilogistics, donde las dosis que serán enviadas a La Araucanía, Magallanes y Biobío serían almacenadas en supercongeladores al día siguiente.
A la fecha, al país han arribado tres embarques de la vacuna Pfizer, consolidando poco más de 55 mil dosis, las cuales fueron derivadas directamente desde el aeropuerto internacional de Santiago a los distintos recintos asistenciales a lo largo del país, bajo la misma dinámica logística expuesta.
LA VACUNACIÓN MASIVA
¿Cómo ha sido la operativa de vacuna Sinovac? Entre los días 28 y 31 de enero pasado, arribaron a Chile desde China dos cargamentos de la vacuna Coronavac, por un total de 4 millones de dosis, las que están siendo administradas a los grupos de riesgos definidos en el plan de vacunación. Ambos cargamentos aéreos, operados por LATAM arribaron al Aeropuerto Arturo Merino Benítez, bajo la expectante mirada de las autoridades gubernamentales y sanitarias del país.
Según informó el ministro de Salud, Enrique Paris “vamos a ocupar los 4 millones, porque sabemos que como esta vacuna se administra cada 28 días y el cargamento siguiente llega aproximadamente el 15 de febrero estamos en los tiempos adecuados”.
Lo expuesto por el ministro Paris, nos entrega otro indicio relevante del proceso de vacunación a nivel logístico, toda vez que para garantizar la efectividad del medicamento es necesario que la segunda dosis sea administrada en tiempo y forma, y considerando el proceso actual de inoculación, Chile debería contar con 4 millones de nuevas dosis para inicios de marzo.
¿cómo se ha desarrollado el proceso de distribución de las vacunas Coronavac para disponibilizarlas en todo el territorio nacional? La coordinación de este proceso ha estado a cargo de Alberto Dougnac, subsecretario de Redes Asistenciales de Salud que, en conjunto con el Ministerio de Salud, CENABAST, el Ministerio de Transportes y otras instituciones públicas y privadas, han realizado la coordinación logística para la llegada y distribución de las vacunas en todo el territorio nacional. Al respecto, Dougnac explicó que “el plan de distribución del primer cargamento de SINOVAC comenzó a ejecutarse ayer el sábado 30 de enero, desde las 8:30 am, con la salida de las rutas terrestres y aéreas. La primera remesa de dosis se distribuyó en los 26 Depósitos de Vacunas e Inmunoglobulinas (DVI) ubicados en las 16 regiones del país”. Igual proceso se llevaría a cabo con el segundo cargamento, que arribó el 31 de enero.
Una vez que las dosis fueron almacenadas en los puntos de depósito, a inicios de febrero fueron trasladas a los puntos de vacunación, proceso en el cual los diversos municipios y los centro9s de atención primaria del país tomaron el protagonismo; y es que el país tiene la particularidad de contar con una red de salud desplegada ampliamente a lo largo de todo su territorio, algo que facilitaría, en cierto modo, el proceso de vacunación. Según lo expuesto por presidenta del Colegio Médico de Chile, Izkia Siches a distintos medios nacionales “la estrategia se basa en la red de atención primaria de salud con los consultorios y centros de salud, distribuidos a lo largo de todo el país. Históricamente, siempre han participado en la estrategia de vacunación que lleva Chile, por ejemplo con la vacuna de la influenza.
Eso nos permite una buena distribución, sumando además, que en materia logística la vacuna Coronavac tiene condiciones de mantención que son bastante más sencillas que otro tipo de vacunas que requieren unidades de ultra frío”.
A lo expuesto, vale destacar la organización que han desplegado los distintos municipios del país. Desde la céntrica comuna de Santiago hasta la remota localidad de Huara, en la Región de Tarapacá, pasando por la extrema Punta Arenas, cada municipio ha determinado diversos recintos de vacunación, ya sean recintos asistenciales de atención primaria, hasta escuelas, recintos deportivos, centros comerciales, etc. Caso aparte representan ideas innovadoras como la puesta en marcha por la comuna de Las Condes, que dispuso espacios en el centro comercial Parque Arauco, para que las personas sean inoculados en sus automóviles, idea que tiene como fin hacer más fluido el proceso y descongestionar los recintos asistenciales de vacunación en dicha comuna.