Durante muchos años, el zeppelin fue considerado altamente peligroso como transporte de carga y de pasajeros, desde que el dirigible Hindenburg estalló durante un vuelo que estaba haciendo sobre Nueva Jersey en mayo de 1937. Fue un acontecimiento que marcó su fin como medio de transporte.
Sin embargo, desde hace varios años, algunas empresas han apostado al desarrollo de nuevos zeppelin para transporte de carga. Una de estas es la firma británica Varialift Airship, que en 2021 lanzará al mercado un dirigible que funcionará con energía solar, considerada una fuente ecológica por sus bajas emisiones.
Transporte sustentable
A diferencia de un avión, esta aeronave utiliza hasta un 90% menos de combustible, puede volar a una velocidad de entre 250 y 350 kilómetros por hora, transporta alrededor de 300 toneladas de carga, y es hasta un 90% más económico que comprar y operar un avión de carga convencional.
Esta solución sigue en desarrollo, aunque ya existe un prototipo para capacitar a futuros pilotos. El plan de la compañía a largo plazo es producir en masa dos modelos de estos dirigibles: el ARH50 para transportar 50 toneladas de carga, y el ARH250 para 250 toneladas.
El regreso del zeppelin podría impulsar el uso de energías renovables en la industria de transporte de carga aéreo y colocarse como una alternativa para eficientar la logística de carga, ya que permite el acceso a zonas remotas que no tienen infraestructura para movilizar productos y reducir costos de operación.
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