La recarga de estas baterías tardará 18 minutos y su vida útil será equiparable a la de los motores de combustión actuales.

El centro tecnológico vasco IKERLAN lidera el desarrollo de las baterías del proyecto europeo LIBERTY. La firma española pretende impulsar la producción de acumuladores de energía con 500 kilómetros de autonomía y con una carga ultrarrápida de 18 minutos para vehículos eléctricos.

Otro de los objetivos principales es conseguir que la vida útil sea similar a las de los vehículos de combustión. Actualmente, la duración estimada de los motores diesel y gasolina es de unos 20 años o 300.000 km, mientras que en las baterías se reduce a 10 años o 150.000 km. Las baterías de LIBERTY tendrán un 25% más de capacidad que las del mercado actual y su tiempo de carga se reducirá a la mitad.

Egoitz Martínez-Laserna, coordinador del proyecto LIBERTY e investigador del área de almacenamiento de energía de IKERLAN, explica que trabajarán en hacer frente a las principales preocupaciones por parte del consumidor, como son la autonomía del vehículo, los tiempos de recarga, la vida útil de las baterías e incluso su coste.

El programa de la Comisión Europea HORIZON 2020 ha otorgado 11 millones de euros al proyecto LIBERY.

La intención es dar una segunda vida a los acumuladores, por ejemplo, en el campo de las energías renovables, ya que se podrían reutilizar para dar soporte a un parque fotovoltaico o para acumular la energía generada en los paneles solares de un inmueble urbano.

Mercedes-Benz integrará las baterías de LIBERTY en uno de sus vehículos eléctricos, que servirán como demostración en el proyecto. La empresa alemana también forma parte de este plan estratégico para la movilidad sostenible, junto a otras organizaciones, como la Universidad vasca de Mondragón.

La Comisión Europea ha otorgado 11 millones de euros para tres años y medio a este proyecto de electromovilidad a través del programa HORIZON 2020, que financia planes de investigación y desarrollo en tecnologías y sus aplicaciones.