Transantolin es una empresa de transporte de mercancías por carretera afincada en Tarragona, cuya actividad principal tiene que ver con el transporte de oxígeno tanto industrial como medicinal en cisternas y en depósitos de líquidos criogénicos (dewars). Durante las semanas del estado de alarma, ha sufrido su particular ‘via crucis’. Hablamos con Jaime Repáraz, gerente de la compañía, sobre cómo ha llevado su empresa toda esta vorágine.
Por las características tan especiales que tiene la mercancía que transporta Transantolin, sobre todo en los tiempos que corren, crisis sanitaria mediante, resulta muy interesante poder entrevistar a Jaime Repáraz y que nos cuente cómo han sido para su empresa estas ‘semanas de locos’.
Porque en condiciones normales, el transporte de oxígeno, en cualquiera de sus especialidades y sea cual sea su destino final, es una actividad muy estable, en el sentido de que no sufre picos de trabajo dependiendo de la estacionalidad, tal y como ocurre en muchas otras actividades relacionadas con el transporte de mercancías por carretera.
Siempre “ha sido muy lineal, ya sea tanto con el oxígeno industrial como el medicinal. Además, el hecho de tener a Messer como principal cliente hace que el volumen de trabajo siempre sea prácticamente el mismo”, explica Repáraz.
Cómo transportar oxígeno por carretera
Pero llega la pandemia provocada por el coronavirus y todo cambia. En realidad, ha cogido a todas las esferas económicas con ‘las defensas bajas’. Y en el caso de Transantolin no ha sido diferente, si bien debido a las particularidades de su actividad, el trabajo no ha faltado en ningún momento.
“Podemos decir que todo se ha desarrollado como si fuesen vasos comunicantes, y me explico: en mi caso, el transporte de oxígeno industrial para fábricas bajó de forma importante, ya que la producción en las plantas industriales se redujo prácticamente a cero. Por el contrario, el medicinal subió mucho con lo que, a efectos de trabajo, no nos hemos visto afectados” afirma Jaime Repáraz.
Otra cosa son las consecuencias económicas que ello conlleva. El hecho de que con esta crisis haya habido que trabajar fines de semana, fiestas y demás ha provocado que, como asegura el gerente de Transantolin, “haya tenido que movilizar a todos mis conductores. Sí quiero por ello agradecerles de parte de la empresa su profesionalidad y entrega, que ha sido encomiable en todo momento”, añade.
Lo que sí alaba Jaime Repáraz es la respuesta de Messer ante esta crisis sanitaria: “se involucró mucho en todo ello y montó depósitos auxiliares de oxígeno en hospitales por la gran demanda que había; nosotros lo que hacíamos era llenarlos sin parar. La consigna era que ningún centro se podía quedar sin producto”, explica.
El transporte en sí no representa ninguna dificultad, tal y como asegura este transportista bilbaíno afincado en Tarragona desde hace más de 40 años: “una vez cargadas las cisternas voy por los hospitales rellenando los depósitos fijos con los que cuentan. Dependiendo de su tamaño, puedo llegar a descargar una cisterna por depósito o dar servicio a varios hospitales. En cuanto a los envases, el reparto es similar al del butano, dejo los llenos y me llevo los que están vacíos”.
Cisternas específicas
Al ir en las cisternas el gas en estado líquido a -183ºC, “no podemos cargar otra cosa. Es decir, en nuestro caso, en lo que respecta al oxígeno medicinal, no las lavamos por dentro, ya que siempre llevamos el mismo producto. Sí es cierto que se puede cambiar de oxígeno a nitrógeno o argón, porque son gases criogénicos, y entonces hay que lavarlas interiormente, pero esto se hace en el mismo centro de producción de Messer”, continúa Jaime Repáraz.
En cualquier caso, “son casos excepcionales, ya que normalmente cada cisterna se utiliza para un gas y nada más”, comenta el gerente de Transantolin.
Mucho se ha hablado –y se ha denunciado por patronales como la CETM– que los transportistas, sobre todos durante los primeros días del estado de alarma, estaban continuamente expuestos al coronavirus al no contar con el equipo adecuado para poder realizar su trabajo en las mejores condiciones sanitarias posibles. No había EPIs, no había mascarillas, no había geles hidroalcohólicos, etc.
Pero en el caso de Transantolin esta problemática no lo ha sido tanto, ya que “por las especificidades de nuestra actividad, nosotros debemos llevar protección siempre, sobre todo a la hora de hacer la carga y la descarga; guantes y mascarillas faciales es lo habitual. Sí es cierto que hemos tenido problemas en algún centro porque no llevábamos mascarilla, y no nos aceptaban la pantalla, pero es que no había. Durante el primer mes y medio de estado de alarma era muy difícil encontrarlas. Pero en este sentido, en Messer dejaron claro que la pantalla facial servía perfectamente para cumplir con las normas de seguridad y así se lo hicieron saber a los clientes donde descargábamos”.
Teniendo en cuenta que durante la descarga la bomba produce mucho ruido, “nosotros descargamos lejos, en tanto que los tanques de nitrógeno u oxígeno están a cierta distancia del edificio principal del hospital. No es cuestión de molestar”, añade Jaime Repáraz.
Los conductores de Transantolin están perfectamente formados para realizar su trabajo con las máximas garantías desde el punto de vista de la seguridad. Así, “tras una formación inicial, a continuación pasan por Messer para darles las pautas sobre cómo actuar y hacer la carga y la descarga, si bien en el caso de mi empresa es mi propio hermano el que acompaña al chofer unos días para completar esa formación. Por último, personal de Messer es el que hace la evaluación final antes de dar el visto bueno definitivo”, afirma Repáraz.
Futuro incierto
Sea como fuere, el futuro se presenta muy incierto, tal y como comenta este transportista de origen vasco. Y es que, “si los que más saben de economía, hablan de que se nos avecina la mayor crisis de la historia creciente, malo. La gente, ante esta tesitura, no va a gastar”. Así y todo, “yo no me puedo quejar, me pagan bien y a tiempo. Me considero un privilegiado en este sentido”, explica.
Además, “no he tenido que hacer ERTEs, salvo en un caso particular. Tampoco he pedido ningún tipo de crédito ICO ni nada parecido, y eso que unos días antes de comenzar la pandemia me entregaron siete camiones que había adquirido anteriormente. Pero bueno, como se suele decir, ‘nos apretamos algo más el cinturón’ y a funcionar”, concluye Jaime Repáraz.
Fiel a Renault-Trucks
Lo que tiene claro Jaime Repáraz es que Renault Trucks es la mejor opción que puede elegir hoy en día como proveedor de vehículos industriales, hasta el punto de que “salvo dos camiones, el resto de mi flota es enteramente de la marca francesa. Hay una cosa que para mí es fundamental, como es tener el mejor servicio de reparación y mantenimiento posible y, por lo que yo entiendo, en este aspecto Renault Trucks no admite comparación. Es más, la respuesta es inmediata, y si necesito una pieza concreta para algún vehículo está en el concesionario en pocas horas”, explica.
En este sentido, “estoy encantado con Talleres Agón, el concesionario de Renault Trucks aquí en Tarragona, y además de un servicio inmejorable tengo que decir que el trato es muy cercano y siempre están pendientes de las necesidades que pueda tener”, afirma Jaime Repáraz.
Sobre la empresa de transporte Transantolin
Jaime Repáraz lleva toda su vida siendo un profesional del transporte. Comenzó con un camión en el año 1993 cuando compró su primera unidad –antes ya había trabajado con furgonetas por cuenta ajena- y se puso a trabajar con Transportes Martín al enganche. Tras cuatro-cinco años con ellos decidió iniciar la aventura por su cuenta y fue comprando poco a poco nuevos vehículos –tanto tractoras como rígidos- a medida que iba teniendo más trabajo.
Un tiempo más tarde ya “empecé a trabajar con Messer Ibérica de Gases, que pertenecene al Grupo Messer con sede central en Alemania, uno de los grandes fabricantes de gases industriales, medicinales y especiales en todo el mundo. Poco a poco, Transantolin fue creciendo y 25 años después de tener a esta empresa como mi principal cliente –el 70% de lo que facturo es con ellos- cuento con 32 camiones en diferentes configuraciones”, comenta Jaime Repáraz.
Con Messer, “transporto oxígeno, nitrógeno y argón en cisternas y en botellas –estas en plataformas de mi propiedad, ya que las cisternas son al enganche-, con un radio de acción que abarca toda España, mientras que también dispongo de una furgoneta para el reparto de dewars a hospitales, empresas de distribución y particulares”.
Ficha técnica
• Razón social: Transantolin, S.L.
• Actividad: Principalmente, transporte de oxígeno en cisternas y dewars
• Nº vehículos: 32 entre cabezas tractoras y rígidos. Además cuenta con una furgoneta.
• Tráficos: Toda España
• Kilómetros anuales: 100.000 kilómetros de media por vehículo
• Plantilla: 35 empleados entre conductores y oficinas
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