Aseguran que establecer unos objetivos de puntos de carga enviará una “fuerte señal” a los consumidores de que el número de electrolineras se mantendrá “a la par” con el aumento de las ventas de vehículos eléctricos en Europa.
La Asociación Europea de Constructores de Automóviles (ACEA), la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E, por sus siglas en inglés) y la Organización Europea del Consumidor (BEUC) han pedido a la Unión Europea (UE) que utilice la revisión que se llevará a cabo este año de la normativa de Combustibles Alternativos para requerir un millón de puntos de carga públicos para 2024, así como tres millones de cara 2029.
En una carta conjunta enviada a los comisionados de Transporte, Industria y Energía de la UE, fabricantes, ecologistas y consumidores aseguran que establecer unos objetivos de puntos de carga enviará una “fuerte señal” a los consumidores de que el número de electrolineras se mantendrá “a la par” con el aumento de las ventas de vehículos eléctricos en Europa.
A su juicio, también otorgaría la certeza “muy necesaria” a la industria y a los operadores de redes e infraestructura de recarga. Además, ayudaría a la creación de un millón de puestos de trabajo en todo el continente y a cumplir con los objetivos climáticos de la Unión Europea.
“Si nos tomamos en serio el calentamiento global, debemos convertirnos en eléctricos rápidamente. Para acelerar la transición, necesitamos una carga pública y fácil no solo en Noruega y en los Países Bajos, sino en toda Europa”, ha reivindicado el director ejecutivo de T&E, William Todts.
Por su parte, el presidente de ACEA y consejero delegado de BMW, Oliver Zipse, ha subrayado que los fabricantes están impulsando la transición hacia la movilidad eléctrica, pero el éxito de este esfuerzo se ve “seriamente amenazado” por el retraso en el despliegue de infraestructura de recarga.
“La Comisión de la UE debe actuar rápidamente y establecer objetivos vinculantes para el aumento de la infraestructura de recarga en los estados miembros. De lo contrario, incluso los objetivos de reducción actuales están en riesgo”, ha añadido Zipse.
“Debe ser tan fácil cargar un coche eléctrico como uno de gasolina. Tener una infraestructura de carga suficiente y conveniente es el camino hacia la confianza del consumidor”, ha indicado la directora general de BEUC, Monique Goyens.
Para ellos, los objetivos deberían asignarse a cada país y el número de cargadores debería crecer en línea con la cantidad de vehículos eléctricos que circulan por las carreteras. La ley también debería establecer un objetivo de alrededor de mil estaciones de hidrógeno para 2029.
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