Si bien el acuerdo suscrito entre la Unión europea y el Reino Unido a finales del pasado mes de Diciembre ha permitido dar continuidad a los flujos comerciales entre los diferentes países de la Unión Europea y el país británico tras la finalización del período transitorio el pasado 31 de diciembre, aunque el establecimiento de los nuevos controles fronterizos y aduaneros está afectando de forma negativa a la prestación de los servicios de transporte por carretera, al ralentizarse la actividad de los camiones que realizan dichos servicios.
Aunque el acuerdo posBrexit prevé el acceso ilimitado al transporte internacional sin cuotas ni imitaciones de cupo para las empresas transportistas que transportan mercancías por carretera entre la UE y el Reino Unido, la obligación de realizar nuevos trámites burocráticos, la falta de información clara sobre los procedimientos a seguir y la ralentización que están sufriendo los camiones que prestan dichos servicios, con el consiguiente incremento de los costes, está desincentivando a muchos transportistas españoles y de otros países europeos a continuar realizando tráficos a dicho país, sobre todo en el transporte de mercancía británica hacia el continente, optando por elegir destinos más cómodos y de mayor rentabilidad en el resto de Europa.
Muchos transportistas están optando por otros mercados más cómodos y con mayor rentabilidad
Dicha situación ha obligado al Gobierno británico a flexibilizar, hasta el próximo 31 de marzo, la regulación sobre tiempos de conducción y descanso que deben cumplir los conductores profesionales mediante el tacógrafo, permitiendo que puedan tomar seguidos los descansos semanales reducidos para poder realizar jornadas semanales de seis días consecutivos e incrementando el tiempo máximo de conducción bisemanal hasta las 96 horas, entre otras.
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