El objetivo parece claro: eliminar los coches de combustión. Lo que no sabemos es si será cuestión de unos pocos años o todavía aguantarán varias décadas. El coche eléctrico tiene cada vez un rol más importante entre los planes de los fabricantes del motor y tanto los coches de gasolina como diésel están siendo apartados, en algunos casos de manera decidida y en otros de forma más tímida.
Estos son los planes de España y la Unión Europea para poner fin a los coches de gasolina y diésel. Una estrategia que por el momento no pasa por una prohibición directa, pero sí pone serios límites. Unas restricciones que tienen por objetivo acelerar la transición al coche eléctrico y hacer que a medio y largo plazo, los coches de combustión desaparezcan. Este es el calendario y los planes anunciados para una mercado tan complejo como necesitado de cambios.
Qué planes tiene la Unión Europea
Europa no ha anunciado todavía una prohibición estricta de los coches de combustión, pero sí tiene un plan que a la práctica supone la eliminación de este tipo de vehículos. La Unión Europea establece un límite con una media general de emisiones de CO₂ de 95g/km para las ventas de los fabricantes, con un ligero incremento para los coches más pesados.
En 2020, los objetivos de emisiones se aplicaban a los vehículos nuevos con menos emisiones del 95% de cada fabricante. A partir de este 2021, las emisiones medias de todos los coches de nueva matriculación deben estar por debajo de este objetivo o enfrentarse a una multa de 95 euros por cada g/km excedido. ¿Cómo se traslada esto a los coches de combustión? En unos límites que difícilmente pueden cumplir.
Cumplir con el actual objetivo de los 95 g/km se antoja casi imposible si solo se venden coches de combustión. Pero al tratarse de una media de emisiones, los coche eléctricos ayudan a bajarla. Para hacernos una idea, en un coche de gasolina este límite supone un consumo medio de 4,1 l/100km y en un coche diésel, en unos 3,5 l/100km. Cifras muy alejadas de los mejores coches de combustión y difíciles de conseguir sin ayuda de algún tipo de electrificación.
El actual límite ha llevado a que muchos fabricantes aceleren sus planes hacia el eléctrico para no enfrentarse a multas, pero no queda ahí. En junio de 2021, la Comisión Europea presentará sus nuevos límites de emisiones de CO₂, lo que dejará todavía menos margen para la venta de coches de gasolina y diésel.
A partir de junio de 2021, la Comisión revisará la legislación sobre las emisiones de CO₂ para coches y furgonetas de cara a presentar los límites que los fabricantes deberán cumplir a partir de 2025. No sería de extrañar, que a partir de esta fecha la venta de coches diésel y de gasolina sufriera otro importante revés.
El plan incluye 50 propuestas con el objetivo de reducir las emisiones contaminantes un 55% en 2030, según ha explicado la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Pasando del 40% al 55%, de aquí a 2030.
Por el momento no se conoce el límite oficial, pero se habla que para 2030, la media de las ventas de los fabricantes serán de 60 g/km, unas restricciones que supondrían un consumo medio de 2,6 l/100km para un coche de gasolina o 2,1 l/100km para un coche diésel. De materializarse, este límite no supondría de facto la prohibición de los coches de combustión, pero sí obligaría a los fabricantes a evitar a toda costa su venta.
España y la Ley del Cambio Climático
El anteproyecto de la Ley de Cambio Climático y Transición Energética establecía 2050 como fecha para alcanzar la neutralidad climática y conseguir un parque de turismos y vehículos comerciales sin emisiones directas. El mismo texto establece que “se adoptarán las medidas necesarias” para que a partir de 2040 no se comercialicen vehículos nuevos con emisiones de CO2. Es decir, a partir de 2040 no se podrían vender coches de combustión. Sin embargo, la Ley todavía no ha sido aprobada y se ha ido retrasando.
Según explica Europa Press, la tramitación parlamentaria del proyecto de Ley no será antes de marzo de 2021. Según explican, el aplazamiento quiere hacerse coincidir con el quinto aniversario de la firma del Acuerdo del Clima de París y día en que la Comisión Europea elevará el umbral de reducción de emisiones.
En el caso de Madrid, los vehículos que no tengan etiqueta ECO y Cero Emisiones tendrán restricciones para acceder al área Madrid 360. En 2022, quienes no vivan en la capital no podrán circular con este tipo de coches en el interior de la M-30. A partir de 2025, estará prohibido para todos los ciudadanos.
En 2016 y a raíz de un acuerdo entre París, Ciudad de México y París, el ayuntamiento liderado por la entonces alcaldesa Manuela Carmena, apuntó a 2025 como fecha para eliminar la circulación de coches diésel. Sin embargo, el Ayuntamiento emitió un comunicado desmintiendo esta prohibición y a su vez ratificando el compromiso de reducir las emisiones en el año 2030, en línea con el Gobierno y la Unión Europea.
En Barcelona se estudia restringir los vehículos con etiqueta amarilla, siendo la fecha estimada enero de 2022. Antoni Poveda, vicepresidente de Movilidad del AMB, expresa a “los diésel Euro 4 y Euro 5 son los más contaminantes y hay que actuar sobre ellos”. La intención es que llegado enero de 2024, ampliar la restricción a todos los coches con etiqueta B, sin excepciones aunque con posibles moratorias.
La región española que sí se ha animado a prohibir la circulación de coches de combustión es Baleares. La ley balear del ‘Canvi Climàtic’ prohibirá la circulación de nuevos coches y motos de diésel a partir de 2025 y de gasolina a partir de 2035. Solo los coches de las personas registradas en las islas podrán circular hasta su vida útil, en cambio los vehículos de turistas que viajen con su coche no podrán hacerlo si tienen un vehículo de combustión. El gobierno balear exigirá compromiso a las empresas de alquiler de coches.
Una ley que se ha anticipado a la del gobierno y donde la CNMC ha escrito para advertirles que “parece no ajustarse a los principios de buena regulación”.
Entre 2030 y 2040, adiós a los motores de combustión
Francia es el único país europeo cuya legislación establece un fin para los coches diésel. “La Ley de Movilidades es una respuesta a la emergencia ecológica, con objetivos ambiciosos y realistas: la descarbonización total en 2050 del transporte terrestre, y el fin de las ventas de vehículos que utilizan combustibles fósiles en 2040.” Así lo anunciaba Elisabeth Borne, la ministra de Transportes de Francia. Francia ha plasmado ya una fecha para la prohibición de coches de combustión, pero otros países también tienen en mente esta fecha como fin para este tipo de vehículos.
En ciudades como Copenhague, Estocolmo o Amsterdam existen zonas donde los coches diésel antiguos tienen prohibida la circulación, pero hasta la fecha, los distintos parlamentos europeos han pospuesto las propuestas de prohibir directamente el diésel. Según explica Bloomberg News, en 2030 hasta 24 ciudades europeas prohibirán los vehículos de diésel. Países como Dinamarca, Irlanda y los Países Bajos tienen proyectos de Ley para colocar 2030 como fecha de la prohibición, pero todavía no han alcanzado la aprobación. Los distintos gobiernos sí están presionando a la Comisión Europea para implementar una prohibición europea del diésel para 2040.
En Reino Unido, el Primer Ministro Boris Johnson, aseguró que en 2030 los coches de gasolina y diésel no podrán venderse. Una “revolución industrial verde” que, al igual que en el resto de países, por el momento es más una promesa que una realidad. Si bien, cuando todos los países apuntan en la misma dirección, parece claro que los mejores tiempos de los coches diésel y de gasolina han pasado.
Fuente: https://www.xatakamovil.com