Muchas veces un conductor se ha hecho esta pregunta: ¿puedo dejar mi coche a otra persona si no está incluida en el seguro? Un viaje largo en el que te turnas el volante con un amigo, un familiar que te pide el coche porque el suyo está en el taller o no tiene, tu hijo/a que acaba de sacarse el carnet y tiene muchas ganas de conducir… Son muchos los supuestos en los que encaja esta pregunta. Vamos a intentar resolverla.
Decimos que lo vamos a intentar, porque la respuesta no es absoluta y depende de varios factores: desde las características de la póliza contratada hasta el tipo de conductor al que le dejas el coche, pasando por si en el supuesto siniestro el conductor esporádico es culpable o reclamante.
¿Qué tipo de personas jurídicas contempla un seguro?
Lo primero que hay que tener en cuenta son las diferentes figuras jurídicas que encontramos en un seguro de automóvil:
- Tomador del seguro: es la persona que contrata el seguro. A su nombre figura la póliza y es quien paga la prima de la misma.
- Beneficiario: es quien, en caso de siniestro, recibirá la indemnización.
- Asegurado o conductor: es el individuo, ya sea principal u ocasional, a quien el seguro protege y que está legalmente habilitada para conducir el vehículo asegurado. En definitiva son los que más expuestos están a sufrir un siniestro, ya que son los usuarios habituales del automóvil.
Tipos de conductores esporádicos: cuidado si es de alto riesgo
Tras conocer los diferentes actores que figuran en la póliza, que pueden ser la misma persona o no, entremos en materia: ¿puede conducir otra persona mi coche y que éste quede cubierto en caso de accidente? Aquí entra en juego un aspecto muy importante y que es común en la mayor parte de aseguradoras: si es o no un conductor de riesgo.
Esta tipología responde a dos aspectos principalmente: la experiencia y la edad. Las compañías de seguros consideran de alto riesgo a aquellos conductores que:
- Tienen poca antigüedad en el permiso de conducir: normalmente noveles (menos de dos años de carnet) aunque hay aseguradoras que exigen un margen más amplio. Por ejemplo, Mutua Madrileña incluye por defecto a todos los automovilistas con más de siete años de permiso de conducción.
- Son conductores jóvenes: la edad varía según la compañía, normalmente va de los 18 hasta los 26 años, aunque las hay que lo elevan hasta los 27, 28 o incluso los 30 años.
Lo habitual es que si se cede el volante a un conductor no tipificado de riesgo, no suele haber problemas. Como explica Catalana Occidente, el automovilista esporádico estará cubierto y, dependiendo del tipo de póliza (a todo riesgo, a terceros, por franquicia etc.) y de sus coberturas, la compañía correrá con los gastos materiales. Pero cuidado, este conductor debe cumplir dos requisitos fundamentales: tener el permiso en regla y no encontrarse bajo los efectos del alcohol o las drogas en el momento del accidente.
Por el contrario, la película cambia cuando quien se pone al volante es un conductor de riesgo. La mayor parte de las aseguradoras te exigen que estén incluidos en la póliza, ya que en caso de siniestro no cubrirán los daños del coche. Hablamos del propio claro, ya que los ocasionados a terceros (materiales y personales) siempre los asume el seguro.
Es por esto que las aseguradoras aconsejan que, si se va a ceder el coche a los hijos o una persona que ha obtenido recientemente el carnet, se les incluya dentro de la póliza. No son pocos los automovilistas que, por ahorrase unos euros, no lo hacen y es un error. Es cierto que añadir un conductor considerado de riesgo eleva bastante la prima, precisamente porque se estima que tiene más probabilidad de sufrir un accidente, pero la cuantía a lamentar será mayor en caso de siniestro.
En conclusión: hay que tener muy presente qué considera tu aseguradora como conductor de alto riesgo y, si quieres ahorrarte sustos, debes evitar dejar tu coche a personas que cumplan estas características. Por otro lado, si éste va a hacer uso del coche más allá de un caso puntual, lo aconsejable es que lo añadas a la póliza.
¿Culpable o reclamante?
Otro aspecto fundamental a tener en cuenta es si este conductor esporádico, en caso de accidente, es culpable o víctima. Aunque, como vamos a ver, que sea considerado de riesgo o no vuelve a ser determinante.
Si es el culpable del siniestro, lo primero que hay que señalar es que la aseguradora se hará cargo de todos los daños ocasionados a terceros, ya sean materiales y personales. Respecto a los propios, de nuevo se tendrá en cuenta principalmente si el conductor esporádico es de alto riesgo.
En caso de tener contratado un seguro a todo riesgo, si quien va al volante no está incluido en la póliza y cumple con estas características, el seguro no cubre la reparación del coche. En cambio, si la persona a la que se cede el coche cuenta con un perfil de riesgo similar al del asegurado, la compañía puede cubrir los daños en su totalidad o bien asumirlos aplicando una franquicia, aunque también puede no hacerse cargo de los mismos. Sí, aunque esté a todo riesgo.
Por otro lado, si el conductor esporádico es reclamante, el siniestro se solicita sin mayores complicaciones siempre y cuando no sea de alto riesgo. De serlo, puede haber problemas. Lo habitual es que las aseguradoras te exijan la diferencia de prima del total anual y, ojo, no se suele tener en cuenta cuándo es la renovación (ya pueden quedar diez meses o una semana). Una vez la reciban es cuando iniciarán los trámites de reclamación.
Puede darse el caso extremo y anómalo de que la compañía se desentienda de la reclamación, obligando al asegurado a emprender acciones judiciales para reclamar los daños. Por supuesto, todo los costes de este proceso corren a cuenta del reclamante, aunque como decimos lo más frecuente es que nos exijan la diferencia de la prima.
Las claves sobre cómo cubre el seguro al conductor que no es el titular
- Se considera conductor de riesgo a aquel que cuenta con poca antigüedad de carné o es joven (normalmente hasta los 26 años, aunque hay compañías que lo amplían hasta los 30).
- Los daños a terceros (personales o materiales) siempre van cubiertos independientemente de quién conduzca en el momento del accidente.
- Los daños propios no siempre irán cubiertos, aunque contemos con seguro a todo riesgo, si quien conducía era una persona no incluida en la póliza.
- Que el seguro nos cubra la reparación depende del tipo de conductor esporádico: si es de alto riesgo, normalmente no lo hará. Si no lo es, dependerá de las coberturas que incluye la póliza y de las particularidades de cada aseguradora.
- En caso de accidente, si eres reclamante y quien va al volante no está incluido en el seguro, no encontrará complicaciones si no es de alto riesgo. De serlo, las compañías suelen exigir la diferencia de prima para iniciar el proceso de reclamación.
- Si el conductor esporádico es considerado culpable en el siniestro y es de alto riesgo, la compañía no pagará los daños del coche. En caso de tenga un perfil de riesgo similar al del asegurado, la aseguradora podrá correr con todos los gastos, con una parte o incluso no hacerlo: depende de las características y cobertura de la póliza contratada.
- Si un conductor de alto riesgo va a utilizar tu automóvil más allá de una vez puntual (un viaje, una emergencia etc.), lo recomendable es que lo añadas a la póliza. Subirá la prima al considerarse más probable que sufra un accidente, pero mayor será la cuantía si tiene un siniestro.
- Si a quien le dejas el coche, aún sin ser conductor de riesgo, conduce tu coche sin el carnet o bajo los efectos del alcohol o las drogas, el seguro no cubrirá los daños. Esto también es aplicable al propio conductor asegurado.
- No olvides que las aseguradoras exigen para cubrir los daños que el vehículo tenga el seguro al corriente del pago (si no pagas la prima, no hay servicio) y que haya pasado la Inspección Técnica de Vehículos (ITV).
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¿Y en coches de alquiler? Normalmente se exige que quien firma el contrato de arrendamiento sea quien conduzca. Si se prevé que varias personas van a ponerse al volante durante el periodo de vigencia del contrato, será necesario comunicarlo a la aseguradora a fin de que amplíe la cobertura del seguro. A cuantas más personas se incluyan en el seguro, mayor puede ser el precio de la póliza.
Fuente: https://www.motorpasion.com/