Según datos de la Federación Europea de Transporte y Medio Ambiente (T&E, por sus siglas en inglés), la implementación límites de emisiones de CO₂ más estrictos en la UE ha favorecido la adopción del coche eléctrico, de forma que en 2020 supuso un 10 % de las ventas totales; un porcentaje que este año vaticina que alcanzará el 15 %.
Si embargo, alerta acerca del peligro de que este crecimiento se estanque entre 2022 y 2029 sin una legislación más agresiva.
Ojo con los coches híbridos enchufables
En el estudio ‘Europe’s chance to win the e-mobility race’ se pone sobre la mesa la posibilidad de que una política de restricciones demasiado laxa “y con fallos” ponga en peligro el aumento exponencial de coches eléctricos en el bloque comunitario, aunque admite que la nueva legislación ha hecho posible que crezcan las inversiones en esta esfera.
No obstante, el grupo de presión europeo advierte del peligro que supone el auge de los coches híbridos:
“El creciente mercado de vehículos eléctricos enmascara muchos fallos regulatorios y fallos para reducir las emisiones, como las crecientes emisiones de CO₂ de los vehículos nuevos antes de 2020 y el impulso de algunos fabricantes de automóviles hacia una tecnología híbrida enchufable que no es óptima”.
En España, por ejemplo, la venta de híbridos enchufables aumentó más de un 200 % en 2020, mientras que los híbridos no enchufables fueron los vehículos alternativos que aglutinaron el mayor número de ventas.
En este escenario tanto la inversión como la oferta de coches eléctricos corre el riesgo de estancarse hasta 2029, según la organización, dejando espacio en el camino a gigantes como China.
Cabe recordar que en 2019 la media de emisiones CO₂ en 2019 fue 27,2 g/km superior al objetivo impuesto por la UE de 95 g/km, mientras que el último informe de la Agencia Europea de Medio Ambiente mostró datos poco alentadores en la esfera automotriz: las emisiones promedio de CO₂ de los automóviles nuevos matriculados en la UE, Reino Unido, e Islandia aumentaron en 2018 por segundo año consecutivo.
Y en España la cosa tampoco ha ido mucho mejor.
Según datos de Faconauto, la patronal de concesionarios españoles, la media de CO₂ emanada de los vehículos nuevos vendidos en España en 2019 se situó en 118 gramos por kilómetro recorrido, lo que se traduce en un crecimiento del 0,8% respecto a 2018 que aleja más a los fabricantes de los objetivos marcados por Europa.
Para T&E no se conseguirá revertir este estancamiento hasta que no se endurezcan los estándares de forma inmediata y se imponga una reducción de emisiones CO₂ de al menos un -25 %, llegando a un -65 % en 2030.