Los últimos acontecimientos climatológicos que nos ha dejado el pasado mes de enero tras el paso de la borrasca Filomena han puesto de relieve las dudas generalizadas que aún existen sobre conducción en nieve. Aunque el uso de neumáticos de invierno no se encuentra muy extendido en España –debido a nuestras temperaturas templadas–, en otros países de Europa están más acostumbrados a intercambiar los neumáticos según la época del año.
Ahora bien, tenemos a nuestra disposición numerosas herramientas para hacer frente a la nieve, el hielo y la lluvia intensa con nuestro vehículo, ¿quieres saber cuál usar en cada momento?
Equipar neumáticos de invierno o montar cadenas
En primer lugar, hemos de saber que los neumáticos de invierno se utilizan de manera estacional siempre y cuando la temperatura exterior se encuentre por debajo de los 7 ºC. Es decir, en nuestro país, y según la región en la que residamos, sería muy conveniente tener la costumbre de cambiar los neumáticos de verano por los de invierno una vez ha entrado de lleno el otoño. A temperaturas bajas, el neumático de verano pierde adherencia, tracción y flexibilidad. También aumenta la distancia de frenado, afectando negativamente a nuestra seguridad (incluso cuando no caiga nieve).
Por tanto, el neumático de invierno puede ser un sustituto de las cadenas, pero ¿si monto las cadenas puedo prescindir de los neumáticos de invierno? En ningún caso esto es así, dado que el uso de las cadenas de nieve es meramente puntual, como veremos a continuación. Siempre será más recomendable equipar unos neumáticos de invierno, pues, a diferencia de lo que se piensa, no resultan solo útiles para situaciones de nieve, sino que también mejoran nuestra conducción bajo cualquier condición de frío y lluvia.
Y, si hablamos de comodidad, los neumáticos de invierno nos ahorran la molestia de tener que depender siempre de las cadenas del coche a lo largo de los seis meses de la temporada otoño-invernal.
Entonces, ¿en qué casos hay que sacar las cadenas?
Como ya hemos comentado, si tu coche ya tiene neumáticos de invierno el uso de cadenas puede ser opcional. En caso contrario, debes siempre de tener un juego disponible en el maletero. Para quienes no disponen de dos juegos de neumáticos de temporada, las cadenas son una opción muy atractiva y fácil de almacenar. Eso sí, tienen algunas desventajas:
- No todas las cadenas se pueden montar en cualquier modelo de neumático, debemos de comprobar su tamaño, categoría y código.
- Existen diferentes tipos de cadenas y cada una tiene un montaje diferente: metálicas con eslabones, textiles, de “araña” o híbridas.
- Deben utilizarse exclusivamente cuando el asfalto esté cubierto de nieve o hielo. Una vez el pavimento esté despejado, hemos de encontrar un espacio con buenas condiciones de seguridad para retirarlas. De lo contrario, tardarían cinco minutos en romperse.
- Con las cadenas puestas no podemos circular a más de 50 km/h.
Montar las cadenas de nieve siempre es un fastidio, sobre todo, cuando no tienes demasiada experiencia. Eso sí, su coste es menor que el de unos neumáticos de invierno, no ocupan demasiado espacio ni se deterioran mientras están almacenadas. Y, por supuesto, mejoran la tracción en condiciones verdaderamente límites (grandes placas de hielo o tormenta de nieve).
No todos los neumáticos M+S son de invierno. ¿Y viceversa?
Ahora entra en juego un nuevo participante: los neumáticos M+S. Estos modelos se refieren a aquellos diseñados con un dibujo y compuestos específicos para responder de forma óptima sobre barro y nieve (Mud and Snow). Aunque más allá de sus siglas, en general, son un tipo de gomas especialmente útiles sobre asfaltos resbaladizos, deteriorados o terrenos inestables.
Constan de una banda de rodadura de aspecto más agresivo, con surcos de mayor profundidad que se agarran mejor al suelo y nos evitan perder tracción. La profundidad mínima del surco para ser considerado un M+S debe ser de, al menos, 4 milímetros y tienen que estar compuesto de sílice y caucho, junto a otros materiales blandos que aumenten la adherencia a bajas temperaturas. Asimismo, estos modelos siguen una gama de homologación más exigente según la normativa europea.
Ya hemos dicho que las cadenas de nieve nunca podrán sustituir a los neumáticos de invierno dado que su uso es puntual. No obstante, por su parte, los neumáticos de invierno solo podrán hacernos prescindir de las cadenas cuando consten con la clasificación M+S.
Se identifican sencillamente por el marcaje “M+S” localizado en el flanco lateral. Aunque podremos encontrar algunos que además incluyen un pictograma de una montaña de tres picos con un copo de nieve en su interior. Este indicativo corresponde a aquellos con un nivel de agarre intenso que los hace sustitutivos de las cadenas y que son conocidos por las siglas 3PMSF (del inglés, 3 Peak Mountain Snow Flake).
En el Reglamento General de Vehículos, en su Anexo VII, se especifican todas las condiciones y se diferencia en categorías, en función de si están más o menos indicados para las condiciones climatológicas más adversas o su carácter deportivo:
- Alpinos: están pensados para un 20 % de hielo o nieve y son más polivalentes, puesto que pueden utilizarse con temperaturas algo menos frías.
- Nórdicos: se usan cuando las condiciones de hielo o nieve llegan o superan el 80 %. Es más habitual verlos en lugares con inviernos muy extremos (países cercanos al círculo polar). Sus surcos están más marcados y pueden incluir clavos metálicos en los flancos que permiten romper el hielo.
¿Qué hay de los neumáticos all-season?
No querríamos dejar de hablar de los neumáticos para todas las estaciones, otro ejemplo de neumático de invierno con categoría M+S, pero que no está diseñado para condiciones de mucha nieve y que, fundamentalmente, puede utilizarse también en verano. Los all-season responden muy bien a lo largo de las cuatro estaciones siempre y cuando las condiciones climáticas no basculen de forma considerable hacia ninguno de los dos extremos. Es decir, tanto con temperaturas intensamente cálidas como frías, siempre la mejor opción va a ser un neumático de verano o uno de invierno, respectivamente.
Si la amplitud térmica durante el año es baja, los neumáticos all-season son una buena alternativa
En cualquier caso, estos modelos constan de una goma con más surcos preparados para evacuar el agua y no perder motricidad, así como una resistencia más dura frente a un asfalto que hierva de calor. Al contar con el código M+S, su respuesta sobre hielo y nieve también es solvente, y son la opción preferida para los usuarios de SUV, vehículos cuyo objetivo es sentirse igual de aclimatados en cualquier entorno y bajo cualquier situación.
No todos los neumáticos all-season cuentan con la distinción M+S por lo que, si vives en una región que presente lluvias importantes y con gran amplitud térmica, te recomendamos que elijas los de tipo “alpino”.
Resumiendo, ¿cuál es mi opción ideal?
No podemos establecer generalidades y todo dependerá del tipo de usuario, del uso que le da a su vehículo y de las condiciones climáticas por las que habitúa a circular. Sin embargo, a modo de resumen podemos decir:
- Cambiar a los neumáticos de invierno durante el otoño es una buena oportunidad de olvidarnos de las cadenas ante cualquier imprevisto meteorológico.
- Si estamos acostumbrados a conducir sobre nieve y existe riesgo de heladas, prioricemos unos neumáticos de invierno con distinción M+S, e incluso elijamos aquellos que lleven el pictograma del 3PMSF.
- En caso de que no quieras andar preocupado de cambiar tus neumáticos, y dispongas siempre de un buen juego de cadenas en el maletero, los modelos all-season pueden ser la solución más efectiva.
Sea como fuere, desde Espacio Toyota queremos mandar un mensaje de sensibilización hacia la importancia del cuidado de los neumáticos, el único punto de apoyo de nuestro vehículo con el pavimento. Por tu seguridad y la de todos, no circules nunca en invierno o bajo condiciones extremas con neumáticos de verano.
Fuente: https://www.motorpasion.com/