Noruega pretende fijar para 2025 el fin de las ventas de coches de gasolina y diésel con el fin de objetivo de convertirse en un país libre de emisiones para el año 2050.
Con el objetivo de convertirse en un país libre de emisiones para el año 2050, Noruega planea, para un futuro inmediato, poner una pronta fecha para frenar en seco las ventas de coches diésel y gasolina en deferencia de los coches eléctricos. Se trata de una iniciativa que forma parte del plan del país nórdico de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero entre un 50 y un 55 % para el año 2030.
Titulares igual de llamativos pero menos agresivos han tenido antes lugar en nuestra portada. El último de ellos fue el anuncio de Japón, que para mediados de la década de 2030 se ponía la misma meta que hoy anuncia Noruega, aunque para cinco años antes Reino Unido ya debería haber cumplido el objetivo.
Para 2025 el plan pasa por prohibir por completo con la venta de todos los vehículos de combustión nuevos en Noruega. En base a ello y para predicar con el fin, desde 2022 todos los vehículos que adquiera la administración pública se tendrán que corresponder con modelos de cero emisiones, es decir, eléctricos. Sin embargo se muestran comprensibles con algunos sectores en particular, como el del transporte y las urgencias; dejarán de margen hasta 2025 para extender la medida a autobuses urbanos y para la compra de vehículos de emergencias se podrán otorgar excepciones puntuales, pudiendo optar por comprar vehículos diésel o gasolina.
En unas declaraciones de Christina Bud, secretaria general de Norsk elbilforening (el organismo público a cargo de la transición eléctrica en Noruega), comenta al medio americano Huffington Post: “En Noruega, gravamos lo que no queremos y promovemos lo que queremos, y el consumidor tiene, de esta manera, la oportunidad de tomar la decisión correcta”. El gobierno dice que seguirá aumentando los impuestos para todos aquellos vehículos que emiten gases de efecto invernadero. “Así es como podemos hacer que sea más rentable elegir opciones amigables con el clima”, dice el primer ministro noruego.
Que Noruega se haya convertido en el país más prolífico en la venta de coches eléctricos e híbridos enchufables viene propiciado por incentivos que llevan siendo introducidos gradualmente por los distintos Gobiernos que desde los años 90. Por ello durante el pasado ejercicio la cuota de ventas de vehículos eléctricos en Noruega ha sido de un 54 % del total de matriculaciones, con picos puntuales por meses del 68%, por ejemplo, en julio.
Para seguir con la tendencia alcista de las ventas de coches eléctricos, el gobierno noruego ha decidido prolongar también durante todo 2021 los agresivos incentivos que motivan a los noruegos a la compra de coches eléctricos. Aunque la exención del equivalente noruego del IVA va más allá de 2021, ya que ha sido aprobada por el gobierno noruego para ser efectiva hasta finales de 2022. Una vez finalizado 2022, el organismo revisará los incentivos para ajustarlos en función de la evolución mostrada por el mercado y las expectativas existentes por entonces.
La razón principal por la que el mercado de vehículos eléctricos de Noruega tiene tanto éxito en comparación con cualquier otro país se reduce al sistema de impuestos progresivos. Esto hace que la mayoría de los modelos de vehículos eléctricos sean más asequibles de comprar en comparación con un modelo de gasolina equivalente, incluso si el precio de importación de los vehículos eléctricos es mucho más alto, dando así motivos económicos directos a la ciudadanía para optar directamente por un coche eléctrico.
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Fuente: https://www.hibridosyelectricos.com