El coronavirus nos ha obligado a cambiar nuestras rutinas, entre otras dejar el coche parado en muchos casos por la imposibilidad de ir a los centros de trabajo. No sabemos hasta cuándo dejaremos nuestros vehículos aparcados, y hay que tener en cuenta algunos puntos para asegurar el bienestar de nuestro vehículo.

Hoy vamos a hacer un repaso de los puntos más importantes a tener en cuenta y cómo evitar que algunos elementos se arruinen por el simple hecho de que el coche no se mueva.

Batería

Aunque el coche esté parado y no se esté arrancando, la batería del coche sufre una degradación, mínima, pero degradación. Sigue alimentando ciertos dispositivos para mantener al vehículo listo cuando giremos el contacto y ese consumo puede resultar en que el día que vayamos a arrancar no tenga la carga suficiente.

Lo mejor que podemos hacer para alargar la vida de nuestra batería es desconectar completamente los bornes. Además, si podemos aprovechar para dejarla conectada a un cargador/mantenedor, será una gran idea para aprovechar el periodo en el que no vamos a usar el coche.

Hay que tener en cuenta que a no todos los coches les sienta bien desconectar la batería, así que para asegurarnos siempre lo primero será consultar el manual de usuario.

Neumáticos

 

Los neumáticos son una parte fundamental del coche, pues son los que garantizan el agarre en las curvas y la capacidad para acelerar y frenar con seguridad. Su buen estado es fundamental así que debemos cuidar de ellos, incluso cuando no los usamos, pues el caucho del que están compuestos (entre otros elementos) puede acusar el paso del tiempo.

Nuestra principal misión será evitar que mientras el coche esté parado los neumáticos no sufran más de la cuenta, así que será mejor si guardamos el coche en un garaje (interior o exterior) lejos de la incidencia del sol, movemos de vez en cuando las ruedas para cambiar el punto de apoyo evitando deformaciones y dejar una presión algo superior a la habitual para prevenir esa misma deformación.

Si hemos dejado el coche mucho tiempo parado deberemos fijarnos también en la fecha de fabricación de los neumáticos: un número de cuatro cifras donde las dos primeras nos indican la semana y las dos segundas el año en el que han sido fabricados. No es exacto eso de que los neumáticos caduquen, pero sí resulta conveniente que a los cinco años pensemos en darles un relevo.

Revisión de líquidos

 

Es importante dejar todos los líquidos a nivel antes de dejar el coche parado por un tiempo largo. Es la única manera de que cuando toque volver a ponerlo en marcha sepamos si ha habido algún descenso en los niveles.

Aceite, refrigerante, líquido de los limpias, aceite de dirección y líquido de frenos deben quedarse entre las marcas recomendadas por el fabricante y, además, estar en buen estado. Es más, en el caso de los aceites puede ser oportuno que, si ha pasado mucho tiempo, cambiemos el aceite (y filtro de paso) antes de volver a arrancar el coche. Al fin y al cabo el aceite pierde propiedades con el paso del tiempo, incluso si el motor no se ha arrancado.

Funda

 

La humedad y la incidencia del sol pueden ser a largo plazo dos de los mayores enemigos de la integridad de nuestro coche. Tanto si lo dejamos aparcado en la calle como si lo hacemos en un garaje es conveniente que nos hagamos con una funda para cubrirlo, pero no vale cualquier funda, ni una manta, ni una lona.

Para proteger la pintura y los plásticos es muy importante que la funda cumpla tres requisitos mínimos: ser impermeable y transpirable. Si queda humedad atrapada entre la carrocería y la funda (ya sea por precipitación, evaporación o condensación) estaremos exponiendo al coche a un deterioro prematuro. Si además la funda tiene protección contra rayos UV, mejor.

Parasoles

En caso de que no nos llegue el presupuesto para una buena funda, también es importante que al menos el sol no alcance el interior del vehículo. Los plásticos del interior tienen a desgastarse más de la cuenta bajo los efectos del sol así que es interesante hacerse con un buen juego de parasoles.

Existen parasoles específicos para cada coche con las medidas y las formas perfectas para cubrir los cristales por el interior. Y cuando decimos cristales nos referimos a todos, pues también habría que evitar la penetración del sol por las ventanillas laterales y la luna trasera.

Deshumidificador

 

La humedad no sólo puede arruinar el exterior del coche, también el interior. A un entorno cerrado y húmedo si le añadimos cierta temperatura se puede convertir rápidamente en un escenario perfecto para la propagación de invitados desagradables como el moho.

Un pequeño deshumidificador vale unos pocos euros y puede ser una solución muy recomendable. Los hay de varios tipos pero el más común es un recipiente con dos partes: una superior donde se depositan unos pequeños sacos con un material absorbente y una inferior donde escurre el agua que se va atrapando. Por cierto, aunque no lo vayamos a usar, mejor dejar el coche limpio por dentro, así evitamos dar alimento a bacterias y hongos.

Depósito

 

El interior de un depósito de combustible se puede deteriorar así que para prevenir una elevada factura basta con dejar el depósito lleno hacia la mitad. Lo importante es no dejar que el depósito prácticamente vacío, pues así es fácil que la corrosión haga acto de presencia debido al contacto con el oxígeno y los gases de la evaporación del combustible. Tampoco es recomendable que se quede muy lleno pues se pueden acumular más gases de la cuenta.

Una revisión rápida cuando volvamos a arrancar el coche

 

Cuando llegue el día que toque volver a a arrancar el coche habrá que seguir una pequeña rutina. Lo primero será un reconocimiento visual exterior para comprobar que todo está en su sitio y lo segundo será abrir el capó.

Tendremos que revisar de nuevo todos los niveles de los líquidos para comprobar que no haya habido fugas, reconectar la batería, inspeccionar el estado de las correas y comprobar que los manguitos no se han cuarteado y siguen en buen estado de forma. Lo mismo por dentro, y una vez vayamos a arrancar el coche hacerlo de forma gradual y sin obligarle, con intentos de no más de unos pocos segundos. Puede que no arranque a la primera, pero si hemos hecho los deberes seguro que lo hace.