Los sistemas ADAS podrán evitar miles de muertes al año en la Unión Europea, a medida que los coches los vayan incorporando.
Los vehículos actuales incorporan cada vez más sistemas de ayuda al conductor, avanzando con ello en la conducción automatizada. Carglass ha realizado una guía, de seis puntos importantes, para conocer estos Sistemas de Asistencia al Conductor (ADAS). Es la respuesta a un estudio que informa sobre el desconocimiento de estas tecnologías, según nos cuenta Esther de Aragón en movilidadelectrica.com.
Efectivamente, los resultados de un estudio de la Universidad de Iowa y la Fundación AAA para la Seguridad del Tráfico así lo demuestran: El 80% de los conductores, cuyos coches equipan detección de ángulo muerto, desconocían sus limitaciones; casi el 40% desconoce las diferencias entre el sistema de advertencia de colisión delantera y el frenado automático de emergencia, y un 25% no realiza verificaciones visuales complementarias, confiando ciegamente en estos sistemas.
¿Qué son los sistemas ADAS?
Se trata de un conjunto de sistemas que prestan una asistencia al conductor para aumentar la seguridad y facilitar la conducción. Algunos sistemas ADAS simplemente informan al conductor de situaciones de su entorno. Otros, le alertan de una situación de riesgo. Pero si el conductor no hace caso a las alertas, hay sistemas que pueden tomar el control de los frenos y/o la dirección del vehículo. Con ello, evitan posibles salidas de carretera o colisiones, incluso reducen las consecuencias.
Es decir, un coche con sistema de frenada de emergencia autónoma puede dar un frenazo por sí solo si considera un riesgo de colisión inminente. Esa capacidad para conducir el coche convierte a algunos sistemas ADAS como precursores de la conducción automatizada.
Los sistemas ADAS más comunes son: Control de Crucero Adaptativo, Asistencia de Mantenimiento de Carril, Limitador de Velocidad Adaptativo, Aviso de Ángulo Muerto; Alerta de Colisión Frontal, Aviso de salida o Cambio Involuntario de Carril, Alerta de tráfico trasero cruzado y Frenada de emergencia automática.
Además, los sistemas ADAS están compuestos de: un conjunto de sensores; una unidad, o ‘cerebro’, que fusiona e interpreta la información aportada por ellos; y el cableado y conexiones necesarios para unirlos e interactuar con otros componentes del vehículo.
¿Cómo funcionan?
Los sistemas ADAS disponen de “ojos” (cámaras, radar, ultrasonidos y lidar, principalmente) que recogen información en función de sus capacidades técnicas. Por ejemplo, las cámaras reconocen colores y tienen un amplio rango de 50 a 500 metros, y de hasta 180º. Y reconocen personas, animales y objetos 11
a través de algoritmos de su software e inteligencia artificial. El radar, sin embargo, localiza objetos estáticos y en movimiento en los alrededores del vehículo, y determina su velocidad relativa, distancia y posición.
Toda la información recogida se envía a la unidad de mando del sistema, que fusiona todos esos datos y genera un reconocimiento fiable del entorno del vehículo. Contrastando con los datos del movimiento del vehículo y las acciones del conductor, detecta situaciones de riesgo y alerta, o actúa en su caso.
¿Son realmente eficaces?
Los sistemas de asistencia a la conducción ayudan a conducir con más seguridad y a reducir la incidencia del error humano. De hecho, gracias a ellos las cifras de siniestralidad van a bajar considerablemente, a medida que los coches los incorporen. La DGT estima que, si todos los automóviles equipasen estas ayudas, se evitarían o reducirían las consecuencias de un 57% de los accidentes en España.
La UE ha explicado que con la aprobación de la propuesta de obligatoriedad de incorporación de los sistemas ADAS a partir de 2022, se podrán evitar 25.000 muertes en carretera en los próximos 15 años, dentro de la Unión Europea. Y según la Asociación de Compañías Aseguradoras de Alemania GDV, las reclamaciones por siniestros se van a reducir un 25% en 2035, respecto a 2015.
¿Qué coches los llevan?
La mayoría de los modelos del mercado pueden equipar, de serie u opcionalmente, algunos de estos sistemas. Y su implantación en España crece a ritmo exponencial. En España, casi uno de cada tres automóviles nuevos vendidos en 2019 equipaba detector de ángulo muerto (29%) y sistema de mantenimiento de carril (27,5%). Frenado de emergencia autónomo (24,5%), control de crucero adaptativo (24%) y reconocimiento de señales (20%), también están muy extendidos, según datos del Arval Mobility Observatory.
La UE, además, ha elaborado un reglamento que obliga a que los vehículos incorporen algunos de estos sistemas desde 2022: un asistente inteligente de velocidad; una caja negra; una señal de frenado de emergencia; o un detector de marcha atrás.
¿Necesitan mantenimiento?
Desde el punto de vista del usuario, estos sistemas no requieren de ninguna atención ni mantenimiento especial. Sólo requiere mantener limpias las zonas de ubicación de las cámaras, como el parabrisas.
Son los servicios oficiales, o talleres autorizados, quienes comprueban su funcionamiento y realizan el mantenimiento. Y en caso de accidente, la recalibración de cámaras y sensores.
¿Pueden fallar los sistemas ADAS?
Pueden fallar si los sensores y las cámaras no funcionan correctamente. Algo que puede ocurrir si, al arreglar un vehículo, no se realiza el recalibrado de forma correcta. Cuando los sensores fallan por una mala calibración, el coche no es capaz de hacer un reconocimiento fiable del entorno y los sistemas de seguridad fallan. Eso puede provocar un frenazo a destiempo o, lo que es peor, una colisión o un atropello.
Fuente: http://www.asepa.es/
Antonio Mozas
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)