ArcelorMittal ha presentado una solución para integrar la batería de los coches eléctricos en el monocasco del vehículo, un anillo inferior que permite tener una «batería estructural». Un sistema que elimina la duplicación de hardware, reduce el peso del conjunto y el coste de fabricación del coche.
El grupo de desarrollo de productos de ArcelorMittal Tailored Blanks (AMTB) ha presentado su último invento relacionado con el mundo automovilístico, y más concretamente con los coches eléctricos de batería. Se trata de un “anillo” inferior en el chasis que integra la carcasa de protección de la batería en la estructura de seguridad de los ocupantes.
Actualmente existen coches eléctricos diseñados sobre una plataforma específica para eléctricos (valga la redundancia), pero todavía hay una buena parte de ellos que utilizan una plataforma derivada de una para coches de combustión o híbridos. Estas últimas son las llamadas plataformas “multi-energía”, caso, por ejemplo, de la plataforma e-CMP del Grupo PSA. Dependiendo del caso, la batería y el chasis se integran de manera diferente, pero siempre hay una estructura para el chasis y otra para la batería.
Sin embargo, ya se empieza a trabajar en las baterías estructurales: aquellas cuya carcasa de protección forma parte del monocasco del vehículo, integrándose en la parte inferior de dicha estructura. En esa dirección apunta el concepto de anillo inferior de ArcelorMittal, que sustituye a la carcasa de protección convencional de la batería -la cual, hasta ahora suele ser independiente de la estructura del coche-. Para su fabricación se hace un uso intensivo de aceros de alta resistencia endurecidos por presión, y las distintas piezas del conjunto están soldadas por láser.
Chasis con batería estructural de ArcelorMittal.
El resultado es una estructura más ligera y sencilla que ayuda a reducir los costes de fabricación, ya que deja de haber una duplicación del hardware (ya no hay una estructura para la batería y otra para el propio chasis del coche). Sigue contribuyendo a la rigidez estructural al vehículo y, por supuesto, cumple las funciones de absorción de energía en caso de impacto frontal, lateral o trasero para garantizar la seguridad de los ocupantes del vehículo y de la batería.
Otra ventaja añadida es que, al haber un mejor aprovechamiento del espacio, este tipo de sistemas maximiza el volumen disponible para colocar celdas, lo que permite aumentar la autonomía. Según Tesla, el uso de este sistema estructural, junto con otras soluciones como la fabricación de una sola pieza del subchasis trasero, reducirá el peso en un 10 % de media, al tiempo que podrá incrementar en un 14 % la autonomía de sus coches eléctricos.
Anillo del chasis con batería estructural de ArcelorMittal.
ArcelorMittal no ha anunciado más detalles sobre esta arquitectura, un concepto de diseño que muy probablemente iremos viendo de manera generalizada en una próxima generación de coches eléctricos más livianos, con más autonomía y con las mismas garantías de seguridad.
Escrito por
Fuente: https://www.hibridosyelectricos.com