Repsol ha presentado su Plan Estratégico para el periodo 2021-2025, que marcará la transformación de la compañía en los próximos años y supondrá una aceleración en la transición energética, estableciendo una exigente hoja de ruta, con metas intermedias de reducción de emisiones más ambiciosas, para continuar avanzando con éxito en el objetivo de ser cero emisiones netas en 2050.
El nuevo Plan Estratégico contempla inversiones por valor de 18.300 millones de euros, con las destinadas a iniciativas bajas en carbono que ascenderán a 5.500 millones de euros entre 2021 y 2025, un 30% del total.
El área industrial mantendrá su elevada competitividad y el liderazgo en Europa de sus activos, mejorará su rentabilidad, ajustará su capacidad, construirá nuevas plataformas líderes en negocios neutros en carbono y reducirá sus emisiones en más de dos millones de toneladas de CO2. Abarcará las áreas de Refino, Trading, Mayorista de gas, Biocombustibles y Química.
Los siete grandes complejos industriales de Repsol en España, Portugal y Perú seguirán evolucionando para transformarse en hubs multienergéticos, capaces de generar productos de baja, nula o incluso negativa huella de carbono y de impulsar nuevos modelos de negocio basados en la digitalización y la tecnología.
Para abordar este proceso de transformación, la compañía se apoyará en cuatro grandes pilares: la eficiencia energética, la economía circular, el hidrógeno renovable y la captura y uso de CO2. Sólo en eficiencia energética invertirá durante el periodo del Plan más de 400 millones de euros, para reducir 800.000 toneladas de CO2 anuales y sentar las bases para transformar los centros industriales en instalaciones cero emisiones netas.
En lo que respecta a la economía circular, los complejos industriales de Repsol se están adaptando para utilizar residuos de diferentes orígenes como materias primas y convertirlos en productos (combustibles y materiales) neutros en carbono, con la ambición de utilizar cuatro millones de toneladas anuales de residuos. Además, Repsol se convertirá en una empresa de referencia en biocombustibles sostenibles, con una capacidad de producción de 1,3 millones de toneladas en 2025 y más de dos millones en 2030. Para ello, ya cuenta con varios proyectos en marcha en sus refinerías.
El hidrógeno renovable será otro importante vector para la descarbonización de la industria, con aplicaciones que van desde su uso como materia prima para producir combustibles sintéticos hasta el almacenamiento de energía renovable. Repsol ambiciona ser líder en hidrógeno renovable en la Península Ibérica para alcanzar en 2025 una producción equivalente de 400 MW, con la ambición de superar 1,2 GW en 2030. La captura y uso de CO2 será también fundamental en este proceso de transformación, gracias a proyectos como el de combustibles sintéticos que se desarrollará en Petronor, única refinería de la Península Ibérica y una de las pocas de Europa que ha integrado este tipo de procesos.
Fuente: http://www.asepa.es/
Antonio Mozas
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)