¿Cómo llega la flor de cempasúchil a tu ofrenda de día de muertos? Este producto orgánico icónico tiene una cadena de suministro peculiar que abre un camino de oportunidad de formalización para los expertos en logística y distribución, ya que este último punto es el que falla para que los productores vendan toda la cosecha.
Sofía Rivas, Supply Chain Ambassador y analista en el Grupo Aeroportuario del Pacífico, explicó en entrevista exclusiva con THE LOGISTICS WORLD que la cadena de distribución de esta flor empieza con la siembra en los estados de Puebla, Tlaxcala, Estado de México, Hidalgo y Guerrero de finales de junio a principios de agosto, los meses con más lluvias.
El año pasado se produjeron 21 mil 380 toneladas de flor de cempasúchil suelta (cortada), mientras que de especies como la nube o terciopelo se produjeron 79 mil 344 toneladas.
Debido a que el periodo de venta para la flor es muy reducido, se corta, por muy temprano, el 27 de octubre para empezar a venderla con límite al 2 de noviembre. Al ser una flor cuyo uso es específico para una fecha, después del día de muertos este producto no se vende y el exceso genera pérdidas.
Rivas explicó que actualmente no se mide con cuánto excedente se quedan los productores, quienes en la mayoría de los casos son los mismos que venden la flor. Este hecho, sumado a que no existen estudios previos de demanda, son signos de que esta cadena de suministro no está profesionalizada.
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El problema de la cadena de suministro no formalizada
La investigadora y entusiasta de supply chain declaró que la flor que es cortada y se vende en ramos es de distribución directa, mientras que la que se vende en maceta es producida en invernaderos y tiene intermediarios para su distribución, como los supermercados.
“Hay mucha producción de cempasúchil en México, el problema es que no están bien conectadas las personas que la producen. Los productores declaran que algunos años les va bien y otros mal. Esto sucede debido a que no midieron la producción ni la demanda”, explicó Rivas.
Por ejemplo, la demanda del estado de origen del productor, ya puede estar cubierta, pero podría ver la posibilidad de suministrar a estados como Sonora en donde no hay productores, o en Oaxaca en donde hay una alta demanda. El problema es que los cultivadores no tienen las conexiones.
“Las prácticas de producción funcionan bien, sin embargo, la distribución no. La flor se vende, en su mayoría, en el comercio informal. Si se comercializara más en el formal, con un previo análisis de mercados y canales de distribución logística, la ganancia para los productores sería mayor. Esto es una oportunidad para los expertos en logística y distribución”, declaró la ejecutiva.
¿Cómo profesionalizar la cadena del cempasúchil?
Para Rivas, todo empieza desde un aspecto mercadólogo, ya que primero hay que asegurarse de que habrá demanda. El hecho de que existan películas famosas como Coco, de Disney, o James Bond Spectre, en donde hay una escena sobre un desfile del día de muertos, ha provocado la iniciativa de otros estados de retomar esta tradición, y probablemente fuera del país cause curiosidad por empezarla, así que podría haber oportunidades de exportación.
Posteriormente, se deben conectar los comercios formales (que también pueden ser mercados) con los productores y abrir canales, sin que los cultivadores lo hagan por sí mismos porque no se dan abasto. Al hacer esta conexión, se abriría un espacio para el transporte de carga y se podría crear una verdadera cadena de suministro.
De esta manera se generan más ganancias y se le da más valor a la flor de cempasúchil. Rivas agregó que en este proceso de profesionalizar la cadena de suministro es importante medir lo que se vende para tener una base sobre la cual mejorar los procesos.
También será necesaria una legislación que proteja a los productores de cempasúchil e incluso darle una certificación de origen a la flor. Estos elementos permitirán un mercado justo.
“Al generar demanda en otros países, la certificación de origen protege la especie que se produce en México, así como la tradición que tanto ha costado trabajo mantener. Esto da pie a una sistematización ideal en la que el pastel se distribuye entre todos”, explicó la ejecutiva.
Rivas declaró que la oportunidad de formalizar algo tan único, especial y fácil de predecir y producir, debería empezar por la iniciativa privada mexicana. Enfatizó en que el país cuenta con demasiados expertos en la cadena de suministro que pueden aprovechar esta oportunidad de negocio e innovar en ella.
Con información de Sandra Huchim.