La infraestructura de suministro del hidrógeno es el principal problema de toda empresa que busque trabajar con él, pero en Pragma Industries han ideado una solución para que su bicicleta eléctrica de hidrógeno se pueda recargar en cualquier sitio.
La infraestructura es, sin duda, el mayor problema al que se enfrenta una empresa que quiere hacer uso del hidrógeno como fuente de energía, pero en la francesa Pragma Industries ha ideado una ingeniosa solución para que su bicicleta eléctrica alimentada por hidrógeno, de nombre Alpha, pueda, en tan sólo dos minutos y sin depender de la infraestructura, gozar de hidrógeno suficiente para lograr de más de cien kilómetros de asistencia eléctrica.
Puede que muchos no conocieran antes a la Alpha, pero lo cierto es que lleva ya un par de años protagonizando titulares. En agosto de 2019 nos hacíamos eco de su actualización, llamada Alpha 2.0, y que se ofrecía a los compradores por 7.000 euros, cifra que a priori parece descabellada pero que está en línea de lo que ofrecen otras bicicletas de gama alta.
La Alpha hace uso de una arquitectura mecánica en la que toma protagonismo una pila de combustible PEM de 150 vatios. Esta se combina con una batería de iones de litio de 150 Wh y un motor eléctrico firmado por Brose que rinde 250 W, la potencia máxima impuesta por la Comunidad Europea, y que por tanto, como cualquier otra bicicleta eléctrica vendida en suelo europeo, tiene la asistencia eléctrica limitada a 25 kilómetros por hora.
En el grueso cuadro de la alfa se aloja tanto el motor eléctrico como la batería y el tanque de hidrógeno.
Todo esto ya lo sabíamos, pero la noticia ahora es que Pragma Industries ha encontrado la solución al problema de abastecimiento de hidrógeno que existe hoy día. Y lo ha hecho mediante una ingeniosa solución: electrolisis mediante unos sobres. Al mezclarlos con agua generan una reacción química que otorga, en tan sólo dos minutos, una asistencia eléctrica al ciclista de más de 100 kilómetros. Estos sobres, según lberobike, no son nocivos para quieres los manipulan y además son biodegradables.
El contenidos de estos sobres (o cápsulas) es silicio o magnesio, y al echar agua dentro del tanque de hidrógeno de la Alpha, se produce la reacción química; absorbe los átomos de oxígeno de esta y libera los de hidrógeno. Un proceso que tiene un coste para el usuario que aumenta sustancialmente con respecto al euro que costaría en una hidrogenera recargar el tanque de hidrógeno de la Alpha, ya que el coste asciende a 5 euros por cada proceso. A cambio podremos gozar de una asistencia eléctrica que se prolonga mas de cien kilómetros en un proceso de tan sólo dos minutos.
Uno de los sobres en cuestión dentro de agua, en su proceso químico..
Al tratarse de pequeños sobres los que protagonizan el proceso químico in situ, con un poco de agua, Pragma Industries los puede entregar a domicilio a sus clientes, por lo que se ahorran tener que hacer uso de cualquier tipo de una insuficiente infraestructura.
Pragma Industries declara que sus principales mercados son su mercado de origen, el francés, además del japonés, y no son clientes particulares los que más optan a comprar la Alpha, sino que tiene mejor acogida por parte de empresas que necesitan de grandes flotas de bicicletas eléctricas.
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Fuente: https://www.hibridosyelectricos.com