Prueba de impacto del camión eléctrico de Scania
El primer camión eléctrico de Scania se ha enfrentado directamente a un coche para poner a prueba su batería. Y no, no tiene nada que ver con las autonomías de cada uno o los tiempos de recarga, sino con la seguridad. Scania ha publicado un vídeo en el que nos ha enseñado cómo han probado la resistencia a impactos de las baterías frente a una colisión severa, con resultado satisfactorio -al menos para una de las partes-.
Embestir violentamente un coche contra un camión más vale que tenga un buen motivo; y lo cierto es que lo tiene. Durante el desarrollo del primer camión eléctrico de Scania, los ingenieros y técnicos de la firma han realizado una prueba de impacto para poner a prueba la seguridad de la batería; un crash test poco habitual, pues no estamos acostumbrados a ver este tipo de pruebas con un camión de por medio.
La prueba de choque de un camión eléctrico difiere un poco de la de un camión con motor diésel. En el caso del eléctrico, la energía del impacto debe distribuirse a través de toda la estructura que rodea y protege a la batería, hecha con un material deformable plásticamente. De esa manera, la energía cinética se transmite a los componentes menos críticos y no daña las celdas. Una batería que está ubicada en un lateral, entre ambos ejes, donde normalmente iría colocado el depósito de combustible.
La prueba real sólo tiene lugar después de que se hayan realizado numerosas simulaciones, miles de ellas, y se realiza para confirmar que los resultados obtenidos en la simulación son precisos y certeros. En esta ocasión, se utilizó un Volkswagen Golf de séptima generación (todo queda en casa, pues Scania pertenece al Grupo Volkswagen), que tuvo que sacrificarse en pro de la seguridad y la ciencia chocándose contra un Scania de gran tonelaje.
Tras meses de preparación para controlar todas las variables de manera precisa, después de muchas horas de trabajo de simulación, todo acaba en un instante. Eso sí, después de ese breve tiempo se pueden sacar importantes conclusiones para la seguridad. En este caso, lo más importante es que la estructura que protege la batería del camión cumplió su función, de manera que las celdas de su interior salieron ilesas.
El camión eléctrico de Scania estará disponible con varias configuraciones de tracción, varias longitudes entre ejes (entre 3950-5750 mm) y dos opciones para la batería, dependiendo de la longitud del camión. Por un lado, un paquete con 5 baterías y 165 kWh de capacidad instalada; por otra parte, las versiones con mayor longitud entre ejes montarán 9 baterías con 200 kWh de capacidad instalada, que ofrecerán una autonomía de hasta 250 kilómetros. El motor eléctrico, por su parte, tiene 401 CV de potencia máxima y 2200 Nm de par.
Scania apuesta por la electrificación: construirá una nueva fábrica de baterías
La firma sueca está expandiendo su gama electrificada de camiones y autobuses, una apuesta a futuro que vendrá acompañada de más inversiones. Scania ha anunciado que tiene previsto invertir, a lo largo de varios años, alrededor de 100 millones de euros en una nueva planta de montaje de baterías en Södertälje (Suecia). La fase inicial comenzará a construirse a principios de 2021 y contará con unas instalaciones de 18.000 metros cuadrados. El objetivo es que esté completamente operativa en 2023.
Baterías del camión eléctrico de Scania.
La fábrica de baterías se construirá junto a la planta de montaje de chasis de los vehículos de la marca. Eso sí, se trata de una fábrica de ensamblaje: Scania ensamblará módulos y paquetes de baterías a partir de las celdas que llegarán desde la fábrica de Northvolt, el socio europeo de Volkswagen para las baterías de sus vehículos eléctricos, y en el que la compañía alemana ha invertido alrededor de 450 millones de euros.
Escrito por
Fuente: https://www.hibridosyelectricos.com