Sin duda, la epidemia de Covid-19 ha acelerado la adopción de prácticas que, de otro modo, habrían tomado años en ser adoptadas. Pero ¿cómo impactó esta situación a la Logística y Supply Chain? Sectores como el retail y la logística asociada al e-Commerce y Supermercados han sido pioneros en adoptar nuevas tecnologías, modelos colaborativos en transporte, almacenaje, entre otros sectores.
Sin embargo, ¿cuál es la situación en aquellas industrias en las cuales pareciera que la adopción de nuevas tecnologías no es tan necesaria? Tomemos por ejemplo la industria automotriz en Chile. Si bien tiene un comportamiento de corte Retail, a nivel de cliente final, en lo relacionado con logística, enfrenta importantes retos y desafíos.
Si examinamos la cadena de suministro de esta industria podemos ver lo siguiente: En general, los tiempos entre la salida de la planta hasta su arribo y disponibilidad para venta varían. Pueden ser algunos días (plantas en Sudamérica) hasta varias semanas (plantas en Europa, Asia, Estados Unidos) ¿Qué tan atractivo sería ver el vehículo que el cliente eligió, saliendo directo de la línea de producción y que luego tuviera trazabilidad completa hasta la entrega en donde el mismo decidió?
Igualmente, ¿Qué tan interesante sería ocupar RFID en cada vehículo que permitiera saber el momento en que el vehículo llega al Centro de Distribución, o saber incluso ¿qué personas realizaron la preparación previa a la entrega? ¿Por qué no adoptar de manera intensiva el uso de RFID para las operaciones al interior del CD? Esta tecnología podría, combinada con pórticos o sensores, mantener un mejor control y visibilidad en las operaciones que son claves dentro de un CD de este tipo y permitiría medir tiempos, eficiencias y productividad e implementar, a su vez, prácticas de mejora continua.
En esta línea, uno de los desafíos interesantes en logística automotriz es la operación de almacenaje, en donde la ubicación de los vehículos en extensas superficies hace compleja la tarea de registrar su ubicación de forma exacta y permanente en el tiempo. ¿Por qué no ocupar esta tecnología para luego, a través de drones o robots mantener actualizado de forma permanente no solo las ubicaciones, sino el inventario completo (y así evitar los inventarios cíclicos que consumen tiempo y esfuerzo y no mantienen la exactitud de forma permanente en el tiempo)? Esto también traería beneficios a nivel de tiempos de picking, aumentando la productividad.
Asimismo, una vez que los clientes han hecho sus pedidos y los concesionarios programan la entrega, ¿Por qué no realizar una entrega personalizada directo en el domicilio del cliente, evitando manipulaciones adicionales y tiempos de proceso extras? Sin duda, los protocolos de preparación de los vehículos se pueden modificar para logra una mejor experiencia de servicio. También, y en la misma línea, ¿Por qué no transformar los puntos de venta de concesionarios en Dark Stores y realizar la distribución y última milla directo a los domicilios de los clientes?
Un tema clave en esta industria son los traspasos de responsabilidad y control de entrega, lo que habitualmente se hace en las guías de despacho. ¿Por qué no mejor migrar a un esquema de control 100% online?
Si miramos los canales de venta veremos que muchas marcas se subieron al canal e-commerce como última opción para lograr mantener un cierto nivel de ventas, ¿Será esto algo permanente o una moda pasajera? Muchos piensan que la experiencia de entrega y la costumbre de probar el vehículo es algo que no puede sustituirse, pero ¿por qué no adoptar una práctica de Click&Collect también?
Además, si el vehículo no cumple las condiciones, desarrollar una logística inversa puede ser una opción para mejorar la oferta de valor al cliente. En cuanto a los canales de venta, ingresar a los market places y aumentar las opciones de visualización y compra también puede ser una opción para los líderes de la industria automotriz.
En definitiva, mirar cómo el Retail y otras industrias líderes están avanzando en modernizar sus procesos, incorporar tecnologías y nuevas prácticas logísticas puede aportar una perspectiva fresca en el negocio y aumentar los volúmenes de venta, incrementar los canales de venta hacia nuevos grupos de clientes, mejorar la experiencia de compra y de servicio y lograr que los consumidores sigan prefiriendo los productos. El desafío está adelante y quien primero tome la iniciativa, sin duda, liderará el desarrollo logístico automotriz en los próximos años y, junto con ello, el mercado.