Pasamos desde un escenario donde las tecnologías eran sinónimo de futuro a otro donde estas soluciones cobran valor en el presente inmediato, de cara a la productividad y continuidad operacional de las compañías. Todo ello debido a la pandemia, que ha acelerado la penetración de sistemas de robotización y automatización de la cadena de suministro. Para conversar sobre este tema y el desarrollo tecnológico, en el marco de Logistec Show, se reunieron importantes ejecutivos del sector.
Los efectos dejados por la Pandemia en la industria logística aún siguen siendo analizados. Sin embargo, existe el consenso entre los distintos actores de que la industria ha sido tremendamente exigida y desafiada para responder a los cambios que se han vivido.
Conceptos como flexibilidad, agilidad, adaptabilidad y reinvención han estado en boga en los últimos meses. Y en medio de este panorama, las empresas han iniciado un proceso de rediseño de sus operaciones y acciones para responder a los cambios del mercado y entre ellas se encuentra el reconocimiento del valor que tienen las soluciones y herramientas tecnológicas en la performance operacional; en lo que se ha denominado la nueva logística.
Aceleración parece ser el concepto que mejor define los cambios que vive Supply Chain. Un vertiginoso cambio de los procesos, de las exigencias de clientes y consumidores finales; en otras palabras, la aceleración de la eficiencia, reto en el cual el rol de las tecnologías es clave. Y es que sólo hace 7 meses, una operación logística automatizada con tecnologías como AGV o robotización era vista como vanguardista, innovadora, futurista y, para muchos, exclusivo para grandes compañías. No obstante, esta crisis sanitaria ha reforzado la idea de que estas tecnologías permiten hoy a las compañías marcar diferencias, democratizando el acceso a la eficiencia a través de la implementación tecnológica. Sí, en sólo 7 meses, se ha instalado la premisa de que la implementación e innovación tecnológica no es una opción, es el camino obligado que los actores del rubro deben seguir o, simplemente, sucumbirán. Recorrer ese camino, no sólo es mandatorio, sino también impostergable.
Ahora bien, los desarrolladores y proveedores tecnológicos, desde hace mucho vienen proclamando la premisa expuesta, abriendo al mercado un sinfín de posibilidades y soluciones para la industria logística. Por cierto, en el marco de la Feria Logistec Show 2020, el tema tecnológico fue igualmente obligado, ya que hablar de una cadena logística automatizada es sinónimo de futuro.
Soluciones como la robotización, IA, Internet de las cosas, entre otras, pueden ser el punto de inicio de un diseño operacional, basado en las herramientas tecnológicas, en la modernización de los procesos y en el futuro de la industria.
Leonardo Flamini, South America Area Manager de Elettric80; Omar Aquino, Sales Director Latin América de MIR; Francisco Gacitúa, Logistics Systems Senior Account Manager de Jungheinrich Chile y Jorge Leiva, gerente comercial de Estrella Solitaria, empresa representante de Quicktron concordaron es que hoy la automatización y tecnología en los procesos es ya una realidad, por lo tanto, la pregunta que engloba su análisis ya no es si implementar o no este tipo de proyecto, sino cuándo hacerlo.
¡YA ES UNA REALIDAD!
¿Cuál es la relación de las empresas y las tecnologías en América Latina? Esta fue la pregunta que abrió el conversatorio virtual. A este respecto, el ejecutivo de Elettric80 comentó que como empresa han implementado Centros de Distribución, totalmente automatizados en Argentina (2010) y Chile (2012) hace una década, con actores que han tenido en cuenta el valor de esta estratégia y que hoy han visto los réditos.
“Esto es algo que ya es una realidad y que está disponible. Hoy no es un tema de hacer o no hacer, sino ahora el tema es cuándo hacerlo, ya que tarde o temprano las empresas implementarán este tipo de tecnología dadas las ventajas que ofrece, tales como, exactitud, eficiencia y seguridad con lo que responde a la necesidad del mercado -que es cada vez más competitivo- y con una clara orientación a la agilidad y la rapidez”, aseguró Flamini.
A este respecto, Omar Aquino reconoció que en los últimos dos años se ha ido incrementando la penetración de estas tecnologías en los diversos mercados. “Hemos visto como se ha revolucionado el interés por estas herramientas, desde que comenzamos operaciones en América en 2017. Las empresas están mejor preparadas para entender y conocer las tecnologías de robot móviles que es nuestro caso”.
Anteriormente, según recuerda el ejecutivo de MIR, las conversaciones con los clientes estaban orientadas a explicar cómo funciona la tecnología y qué aporta a la operación; respondiendo a la sed de conocimiento de los clientes. En cambio, hoy las conversaciones “apuntan a procesos, planes de implementación y planes de despliegue; y eso habla del momento que enfrenta la industria con objetivos claros y con una mirada hacia la eficiencia”.
Asimismo, Jorge Leiva afirma que el mercado está más receptivo a ver opciones de cómo desarrollar su cadena de suministros. “El interés del cliente de poder modernizar su operación se había hecho presente y debido a la Pandemia se ha acelerado. Hay un grupo de clientes que aceleró todos sus planes de automatización, dado que aquellos que ya estaban automatizados tenían una ventaja competitiva importante. Las maquinas no paran y las personas sí; y bajo ese concepto la competitividad que uno tenga en el futuro dependerá de cuán automatizados están tus procesos, cuán digitalizada está tu empresa.
Todos los pasos que se van dando son rápidamente asumidos por el mercado y los clientes; el mercado está listo y las soluciones están presentes. Falta quizás atreverse un poco más con las nuevas tecnologías”, dijo el ejecutivo de Estrella Solitaria.
En tanto, Fernando Gacitúa, reconoció que hoy se vive un boom por las tecnologías automáticas. “Hay distintos clientes: aquellos que deciden invertir en tecnologías y conocer de ellas y aquellos que no paran, por lo que su retorno de inversión es primordial”.
En este sentido, finalmente el representante de MIR, recalcó que los cambios que se han experimentado en la industria tecnológicas “vienen de la mano de los beneficios que tratan de alcanzar las empresas que son, principalmente, la eficiencia, la reubicación de recursos para tareas de mayor valor, el aumento de productividad o bien la flexibilidad. El mundo cambia constantemente y eso tiene implicancias en las necesidades y en el consumo, lo que obliga a las compañías a ser dinámicas y adaptables y ahí las tecnologías son una solución para una automatización flexible”.
MÁS QUE EQUIPOS, UNA CULTURA
¿Qué automatizar y qué no? ¿Cómo pasamos de lo manual o a lo automatizado? Leonardo Flamini recomendó mirar siempre “la foto final del proyecto”. El ejecutivo de Elettric80 aseguró, además, que hay una tendencia de los clientes a solucionar el problema diario que puede responder a dificultades en un área específica y analizar así la situación es “un error, porque la idea es ver las soluciones end to end”.
“Nosotros tenemos una cadena de suministros que comienza en la recepción de insumos hasta el despacho. Toda la cadena debe ser integrada para que se mueva a la misma velocidad. Hay que mirar la foto completa de cómo diseñar una solución full y desde eso definir cuál es la primera etapa de implementación, lo que dependerá de la capacidad de inversión, de cuál es el proceso que al automatizarlo entregue un retorno de inversión más rápido; pero siempre con una visión de futuro y que puede ir creciendo en el tiempo. Es un error crear algo que no es pensado como una totalidad”, recalcó Flamini.
A reglón seguido, el South America Area Manager de Elettric80, profundizó sobre un tema de interés para todos; la cultura en la empresa. “Cuando se habla de un CD automatizado no es simplemente poner equipos, sino es un cambio total de cultura de la empresa, cambios de procesos y capacitación”, añadió el ejecutivo.
Para Gacitúa, en tanto, el tema cultural puede llegar a ser delicado, marcado por “el temor al cambio y a la incertidumbre de los trabajadores”. “Si bien, hemos visto un temor de una parte de los clientes, hay otro grupo mirando con seguridad lo que es la operación 4.0. La idea no es tener una bodega vacía, sin colaboradores; sino que los equipos interactúan con los operarios”, agregó.
Por su parte, Omar Aquino aseguró que el miedo al cambio es algo general. “Cuando se implementa una nueva tecnología debe haber un cambio, pero cuando hablamos de robótica se cree que viene a reducir o eliminar las fuentes de trabajo y esa es una concepción incompleta. Si bien el robot sustituye la acción de algunas personas son, por lo general, tareas que no agregan valor, ya que son repetitivas, pero necesarias; sin embargo, se agregan otras nuevas tareas. Se debe entender que la robótica viene a revolucionar el proceso logístico. Además, se empoderan las personas, ya que las tareas que cumplen agregan valor. Nosotros tenemos el reto de proveer tecnologías que reduzcan la línea de aprendizaje para que no sea tan abrupta”, expresó el ejecutivo, quien añadió que “la tecnología no viene a robar trabajo, sino a transformar el entorno, abriendo nuevas oportunidades”.
A pesar de los temores que puedan generar los cambios, según Jorge Leiva, esta es una necesidad estratégica para todas las empresas. “No hay una compañía que vaya a sobrevivir -de aquí a unos años- si no tiene un proceso automatizado”, afirmó y además valoró la masificación que han tenido los proveedores de estas tecnologías.
“Si bien, las empresas hoy están económicamente impactadas, las más grandes están -si es que ya no lo hicieron- retomando planes de inversión de cara al próximo año para ponerse al día con tecnologías referente a la automatización”, aseguró Leiva.
En términos de cultura organizacional -según el gerente comercial de Estrella Solitaria- es “muy importante entender que una tecnología de automatización es un cambio organizacional que es súper potente y que debe ser liderado desde el directorio hacia abajo, ya que sin ese reconocimiento es muy difícil que funcione en corto plazo y se pague el proyecto en el tiempo que se espera. Todos queremos que resulte a la primera, pero darle la importancia desde el directorio alínea a toda la organización y eso da mejores resultados”.
¿CÓMO CALCULAR EL RETORNO A LA INVERSIÓN?
El tema del retorno de la inversión, si bien, es solo una parte que se debe considerar al momento de análisis estos proyectos, es un factor de relevancia que debe ser correctamente contemplado.
De acuerdo con Leonardo Flamini hay que ver lo que la inversión produce, a nivel de ahorros, de cambios, etc. En países de Latinoamérica, el retorno de estos proyectos estaría entre 3 a 5 años, según el ejecutivo.
“Otra cosa importante cuando se evalúan proyecto de esta magnitud es considerar cualidades intangibles que entrega, tales como seguridad o trazabilidad en los procesos, que son aspectos difíciles de calcular, pero que aportan gran valor. Cada proyecto es un caso de análisis y que hay que plasmar luego con números específicos”, agregó el representante de Elettric80.
En tanto, Fernando sostuvo que es clave que las empresas sepan “dónde quieren llegar y para eso hay que sentarse a conversar, analizar procesos y ver flujos para así llegar a una solución adecuada”.
Por su parte, Aquino afirmó que es primordial identificar los beneficios que aportan estos proyectos. “Seguridad y flexibilidad son los dos principales beneficios y son lo que las empresas están buscando en su mayoría. Es ingenuo automatizar un 100%, sino por etapas, aunque esté en el marco de una estrategia general; por lo tanto, estas tecnologías deben ser seguras, ya que conviven con otros sistemas y personas”.
En este sentido, Leiva expresó que escoger al proveedor indicado es crítico y clave para el éxito o fracaso del proyecto. “Son muchos los factores a considerar, porque hay mucho en riesgo. Cada proveedor tiene sus ventajas y las empresas están interesadas en saber de nuevas tecnologías y así en el minuto en que estén preparadas podrán tomar la mejor decisión. La clave es que se informen y sepan lo que buscan de la automatización”, expresó el representante de Quicktron.
“La automatización no te arreglara el mundo de la noche a la mañana. Es un proceso, una curva, existen etapas que se deben cumplir. Se debe ser paciente, aunque los tiempos indiquen lo contrario”, concluyó Jorge Leiva.
FUTURO DE LAS TEC.
Finalmente, los panelistas se refirieron al futuro de estas tecnologías y soluciones. Ante esta interrogante, Leonardo Flamini afirmó que “el forecast dice que el volumen de negocio se va a replicar. Hoy el factor principal es el tiempo; por ejemplo, antes estaba la premisa de que 2el grande se come al chico”, pero hoy la regla es que “el rápido se come al lento”. Entonces, toda la empresa debe agilizar sus procesos”.
“La logística será el cuello de botella del mercado. Todas las empresas se están dando cuenta y todas están reaccionando a diferente velocidad. En el futuro veo un incremento exponencial de soluciones tecnológicas, orientadas a la flexibilidad. La empresa no es que tenga que cambiar de un día para otro, sino con una curva de cambios adecuadas a su realidad”, afirmó el representante de Elettric80.
En tanto, para el ejecutivo de Jungheinrich en el futuro estás tecnologías serán como “vender una traspaleta. En los próximos 10 a 15 años será más fácil implementar y más masificado. El acceso a tecnología será más fácil, rápido y accesible, abriendo espacio para otros mercados, de diferentes tamaños”.
Para Jorge Leiva, por otra parte, es indispensable tener ciertos procesos automatizados. “Hoy con el Covid-19 son necesarias estas soluciones para las empresas grandes y consolidadas que ya las tienen y también es importante que los medianos puedan subirse al carro de la automatización, porque de no hacerlo estarán condenados a la extinción. Es, sin duda, un mercado promisorio”, agregó.
Finalmente, Omar Aquino de MIR recalcó que, en el mediano y largo plazo, la tecnología ofrece una ventaja competitiva que va más allá de un retorno de inversión, sino también de una visión estratégica, porque “los que invirtieron en tecnología son hoy compañías más competitivas y flexibles y eso se traduce en una baja en el costo de los productos y eso le permite acceder a mayor mercado y crecer más. En este tiempo de crisis las empresas más tecnificadas son las que menos impacto tuvieron y pudieron ser más flexible a los cambios que esta pandemia nos ha impuesto. Entonces, la implementación tecnológica no debe ser vista sólo como una inversión, sino como un eje estratégico de las organizaciones”.