A pesar de que el transporte escolar es el primer colectivo de seguridad vial que logra no tener ni un solo fallecido en accidentes de tráfico desde 2012 y de ser 11,5 veces más seguro que el coche privado, la pandemia provoca rechazo entre gran parte de los padres al uso de este modo, según se desprende del estudio realizado por la Fundación Línea Directa y que vemos en revistaviajeros.com.
El informe ‘Transporte escolar: ¿viajan seguros nuestros hijos? Accidentalidad, normativa y percepción social en la era COVID’, ha sido realizado por la Fundación Línea Directa en colaboración con la Fundación Española para la Seguridad Vial (FESVIAL). En él se han analizado todos los accidentes de transporte escolar ocurridos en España en los últimos 5 años y se han realizado 1.700 encuestas a padres y madres españoles sobre cómo acuden sus hijos al colegio y cómo perciben este medio de transporte en relación con la pandemia del COVID-19.
En su informe, se indica que 6 de cada 10 padres están pensando en dejar de usar el transporte escolar por miedo a que sus hijos se contagien. A este 61% hay que sumarle otro 19% que solo usaría este medio de transporte si se le garantiza el cumplimiento de todas las normas sanitarias. La preocupación es mayor en los padres de niños de 0 a 3 años.
Esta ‘sensación de inseguridad’ podría dañar todavía más al sector del transporte escolar, que ya ha visto como desaparecen las
excursiones del colegio y las salidas culturales. Antes del COVID, prestaba servicio diario a 630.000 escolares y se realizaban en España 247 millones de desplazamientos con niños al año, tanto para entrar y salir del colegio como para actividades extraescolares.
Visión errónea de los padres
El estudio de la Fundación Línea Directa indica también que existe una visión errónea de la seguridad por parte de los padres. Es el modo más seguro para llevar a los niños al cole. En los últimos años, hubo cero víctimas mortales asociadas a los 136 accidentes de tráfico con autocar escolar. La media anual de siniestros fue de 30 y la de heridos de 13. Hay que destacar, que en el total de 5 años estudiados se registraron solo 6 heridos graves.
La flota de autocares española, compuesta por unos 17.500 vehículos, es una de las más modernas de Europa y cumple con severas normas administrativas y técnicas. A partir del quinto año de vida, el autocar pasa la revisión cada seis meses. Las inspecciones de tráfico suelen revisar casi al 20% de los autocares escolares cada año. La mayor parte de las sanciones impuestas suelen ser de carácter administrativo, que no implican problemas para la seguridad vial.
Deben incluir entre su equipamiento, entre otros, sistemas como el tacógrafo y ABS, así como cinturones de seguridad para todos los vehículos homologados a partir de 2007, lo que hace que en 2023, casi toda la flota estará ya equipada con estos dispositivos de retención, al situarse su edad máxima en 16 años.
Por otro lado, los conductores, además de incorporarse a partir de los 24 años a este tipo de servicios, deben tener la formación previa con permiso D especial para ruta escolar y formación continua del CAP, así como menor tolerancia de tasa de alcoholemia (0,15) y acreditar que no tienen antecedentes penales por motivos de seguridad vial, ni retirada del carné de conducir. Además, han de aportar certificado de no haber cometido ningún delito sexual.
Medidas anti COVID
A todo lo anterior se suman las medidas que cada Comunidad Autónoma ha implantado en sus sistemas de transporte escolar. Por lo general, destaca el uso obligatorio de mascarillas para niños de más de 6 años y recomendación de llevarla a partir de 3 años y el uso del gel hidroalcohólico. Se ordena la entrada y salida de los escolares para que no se produzcan aglomeraciones en las puertas ni pasillos, se asigna asiento fijo a cada niño, se desinfecta el habitáculo tras cada servicio…
Las buenas valoraciones del servicio
Quizá el origen de la distorsión de la realidad se debe a que el 63% de los padres no conoce la normativa y requisitos que debe cumplir el transporte escolar en el que viajan sus hijos. A pesar de este dato, también hay valoraciones muy positivas para el transporte escolar, como la puntualidad, la profesionalidad, las tarifas y la seguridad de las paradas o la sostenibilidad. El 99% asegura estar muy contento y afirma “no haber tenido nunca un problema”.
Fuente: http://www.asepa.es/
Antonio Mozas
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)