Los talleres de chapa y pintura poco a poco van adaptando a sus procesos de trabajo las nuevas tecnologías con el fin de obtener mejores resultados en sus reparaciones. Así, la nanotecnología es una vía de los laboratorios de investigación y desarrollo de las compañías para experimentar con el diseño y la manipulación de la materia a nivel de átomos o moléculas con fines industriales, explican en el blog de CertifiedFirst.
De este modo, ciertos productos específicos podrían proteger, por ejemplo, las carrocerías de los coches de los rayos ultravioleta, aspecto importante en el mantenimiento de los automóviles, dado que una exposición prolongada a estos rayos daña la pintura y reduce su grado de coloración al menos un 5% cada año.
Otro elemento que parece futurista, pero que ya se usa en algunos centros
es el uso de drones para revisar los desperfectos de los vehículos y trasladarlos a un ordenador. La inteligencia artificial es otra herramienta que permite el reconocimiento de carrocería.
Con estos primeros pasos en las nuevas tecnologías, los expertos no descartan que pronto se puedan usar aplicaciones en un smartphone para calcular la cantidad de pintura, el color exacto y el número de capas necesarias para una correcta reparación.
Por otro lado, la pandemia del coronavirus ha dejado patente la necesidad de herramientas tecnológicas que permitan reducir al máximo el contacto entre personas. Con ello, la realidad virtual se convierte en una posible alternativa para que el mecánico detecte los defectos de la carrocería del automóvil.
Fuente: http://www.asepa.es/
Antonio Mozas
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)