Es verdad que se recomienda el uso de vehículos de dos ruedas para traslados urbanos por ser menos contaminantes, pero lo que no habíamos visto, hasta ahora, es una bicicleta que compensa las emisiones de dióxido de carbono que emite a la atmósfera gracias a una rueda que descontamina el aire mientras circula. Nos lo cuenta Noelia López Redondo en movilidadelectrica.com.
Un reciente estudio firmado por la Federación Europea de Ciclistas calcula que las bicicletas emiten 21 gramos de dióxido de carbono (CO2) por cada kilómetro recorrido. Cinco gramos corresponden a la fabricación de la bicicleta; mientras que los 16 gramos restantes son las calorías que quema un ciclista medio al pedalear durante ese kilómetro.
Rolloe, la rueda de bici que descontamina mientras circula
Rolloe o, lo que es lo mismo, la primera rueda de bicicleta del mundo que descontamina mientras circula es un trabajo de Kristen Tapping, una joven y prometedora investigadora londinense. Su razón de ser es compensar cada gramo de dióxido de carbono que emite a la atmósfera cuando circulamos en bicicleta, al mismo tiempo que termina con las partículas en suspensión y con otros gases tóxicos que se encuentran en la atmósfera urbana, producto de la combustión.
Funciona con una especie de turbina que se ancla a la rueda delantera de la bicicleta y absorbe el aire a su alrededor; una vez dentro, una hélice hace que el aire pase por los diferentes filtros instalados dentro de la rueda. Son tres: el primero es una esponja lavable y biodegradable capaz de atrapar las partículas en suspensión más grandes. El segundo es un filtro HEPA también lavable que ayuda a eliminar el polen y las partículas PM 2.5 que proceden de los tubos de escape de los coches, así como del desgaste de los neumáticos y los frenos. Y, por último, un filtro de carbón activo que atrapa las moléculas gaseosas.
Ligera y fácil de mantener
Su creadora ha prestado atención a los materiales empleados para que no penalicen el peso de la bicicleta: asegura que solo añaden 50 gramos al peso de una bici convencional.
Otra de las claves de su éxito es que requiere muy poco mantenimiento. Tapping trabaja en una aplicación que permita medir la distancia recorrida a través de la ubicación de los smartphones e informar al usuario sobre cuándo debe cambiar y lavar los filtros.
Según la propia creadora, el sistema está pensado para ser instalado en las flotas de bicicletas de alquiler de las ciudades, aunque el sistema se puede montar también en bicis particulares. Este sistema de purificación de aire en bicicletas ha sido galardonado con varios premios.
Fuente: http://www.asepa.es/
Antonio Mozas
Director de ASEPA (Asociación Española de Profesionales de Automoción)